Por: Dionicio Mantilla León
Con un duro combate a la corrupción damos inicio a un nuevo año cronológico, el 2019. Un año colmado de grandes problemas y necesidades sin resolver, pero, también, pródigo en proyectos, esperanzas e ilusiones de un mejor futuro para nuestra patria mirando siempre optimistamente el 28 de julio del 2021, histórica fecha del BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL.
Justamente las circunstancias políticas por todos conocidas ha hecho que el, Ing. Martín Vizcarra Cornejo, sea quien, con la investidura de Presidente de la República, tenga el elevado honor de arribar al 28 de julio de 1821 histórica fecha de dicho acontecimiento, para el cual debemos estar preparados.
Un honor que debe cumplir con responsabilidad haciendo realidad los planes y proyectos de una visión de país que signifique la recuperación del sitial de grandeza que tuvo en el pasado con objetivos viables que tengan como finalidad el bienestar y el desarrollo de nuestra población. Una visión de país al que debemos de aspirar todos los peruanos haciendo realidad una agenda de trabajo de dos años y medio que se orienten al desarrollo económico y social en un ambiente de paz, bienestar, seguridad y honestidad sin ningún atisbo de corrupción que permita ubicar a nuestro país en el sitial de liderazgo que le corresponde en América Latina.
Pero, esta visión de país nos compromete a todos los 32 millones de peruanos e implica haber logrado las metas trazadas no sólo por el Poder Ejecutivo, sino por los poderes: Legislativo y Judicial, así como por todas las organizaciones sociales y fuerzas vivas del país, por cuanto no podemos aceptar que exista alguna persona que habiendo nacida en esta sagrada tierra de los incas se oponga a dicha visión de país.
Lamentablemente, nadie ha tenido la iniciativa de convocar a una reunión multisectorial para elaborar UNA AGENDA ÚNICA DE DESARROLLO, arguyendo el mezquino criterio de que sólo es el Poder Ejecutivo el llamado a esta tarea minusvalorando la trascendencia del acontecimiento histórico del Bicentenario de la Independencia Nacional.
Sin embargo, considero que al Gobierno Nacional le compete una tarea ejecutiva que impulse las obras de envergadura que el país requiere hoy como: la culminación de los emblemáticos proyectos de irrigación costeña como Chinecas, Chavimochic, Olmos, y Alto Piura, el fortalecimiento del agro, la ganadería y la industria, la modernización del Puerto de Salaverry, la eliminación de la erosión costera, el aeropuerto internacional de Chincheros, el aeropuerto internacional Carlos Martínez de Pinillos de Trujillo, la modernización del aeropuerto internacional Jorge Chávez.
Asimismo, el Gaseoducto del Sur, la carretera longitudinal de la Sierra, la culminación de la carretera Salaverry_ Juanjuí _ Pucallpa, la potenciación turística del lago Titicaca, las carreteras transversales, la creación de las fronteras vivas, la potenciación de los puertos de la selva, la revisión de los TLC lesivos a los intereses del país, el desarrollo económico social de nuestras regiones fronterizas de Tumbes y Tacna. Con un crecimiento económico del 7%, con niveles de pobreza y extrema pobreza reducidos al mínimo, analfabetismo 0, con un nivel educativo PISA elevado, sin anemia, sin TBC, ni desnutrición infantil, con cero corrupción y una política exterior adecuada que cautele el interés nacional.
Por su parte el Congreso de la República haciendo realidad las leyes que el país requiere como la reforma política, la reforma laboral, la reforma de salud, la reforma electoral, una nueva Ley General de Educación Pública (La última es del 2003) con un enfoque que ponga al estudiante, nuevamente, como el centro de interés de la educación; asimismo, una nueva Ley General de Salud, entre otras. Con congresistas que, en este lapso que les queda, trabajen y no conviertan el hemiciclo en un circo barato y escenario de broncas y escándalos, pues hoy sólo tiene 5% de aprobación ciudadana. Con magistrados que así como defienden la autonomía del Poder Judicial se auto reformen, nombren autoridades idóneas y administren correctamente la justicia de esta manera recuperarán la perdida credibilidad de la población.
El Bicentenario de la Independencia Nacional está cerca y es deber de todos los peruanos llegar a él unidos con objetivos logrados rumbo al país desarrollado que todos queremos.