Escenificación se dio el año pasado.
En las Pampas de Purrumpampa de Huamachuco se escenificó la Batalla de Huamachuco, ahora llamada la "Batalla de la Dignidad"
La ciudad de Huamachuco vivía tranquila con sus actividades cotidianas y al enterarse de la guerra con Chile y la presencia de los chilenos en la zona, las cosas cambiaron.
Presencia de los chilenos en el cerro Sazón en Huamachuco.
Los soldados peruanos estaban ubicados en el cerro Santa Bárbara.
Los chilenos se aprestan a tomar la ciudad de Huamachuco.
Estaban mejor preparados y contaban con armamento moderno para la época. Los cañones Krupp era su fortaleza.
Toman y sitian la ciudad de Huamachuco, donde cometieron saqueos, violaciones y muertes.
El Mariscal Andrés Avelino Cáceres, al conocer de la toma de la ciudad llegó hasta el caserío Los Tres Ríos en Huamachuco. Desde allí organizó a los soldados para recuperar la ciudad y enfrentar al enemigo.
Soldado trompetista chileno avisa a sus compañeros sobre la presencia de los peruanos.
En un enfrentamiento se desaloja a los chilenos.
Los peruanos tiran la bandera chilena e izan la bandera peruana en la plaza de armas de la ciudad.
Los días avanzaron y la guerra estaba declarada. El huamachuquino Mayor Santiago Zavala se despide de su madre para luchar contra el invasor. Su madre le entrega un sombrero en señal de luchar por su tierra y la patria.
El 10 de julio de 1883 se desata la batalla.
Los peruanos y soldados huamachuquinos pelearon con todo, incluso con la culata de sus fusiles por no tener bayoneta a diferencia del enemigo.
Los montoneros, comuneros locales y de otros lugares cerca de Huamachuco, junto a los peruanos lograron hacer retroceder a los chilenos.
Las mujeres, mal llamadas rabonas recogían a sus heridos.
La falta de munición hizo que el enemigo retrocediera y ganara la batalla.
Cientos de soldados y montoneros peruanos yacen muertos en Purrumpampa. El acto condenable y repudiable llamado "el repase" se dió contra nuestros soldados. Hubo orden de terminar con la vida de los peruanos heridos, pero no con munición sino con bayoneta, ante el dolor, clamor y llanto de las mujeres que acompañaron a sus maridos.
En la escenificación hubo un momento especial de dolor. La madre de Santiago Zavala busca el cuerpo de su hijo, encontrándolo muerto junto a otros peruanos.
La escenificación culminó con una reflexión de que Santiago Zavala vuelve a la vida para pedir la unión de los huamachuquinos y peruanos, exclamando ¡Viva la Patria! ¡Viva el Perú¡
Texto y fotos: Beto Mendoza.