Por: Dionicio Mantilla León
Es 06 de julio y el palpitar de los corazones de los 32 millones de peruanos comienzan a oírse con mayor fuerza, pues, en los jardines escolares, las flores se han colocado sus más vistosos trajes. Son los niños y los jóvenes que dibujan en sus rostros sus más tiernas y hermosas sonrisas de gratitud. Y es que hoy la Patria celebra un día muy especial: EL DÍA DEL MAESTRO.
¿Quién en el transcurrir de su vida no ha poseído alguna vez algo muy preciado considerándolo como una joya o un tesoro digno de admiración?¿Una joya o tesoro del que no quisiéramos desprendernos, vender o regalar. ¿Quién en un incomparable acto de generosidad y altruismo, puede ser capaz de entregar dicho tesoro a los demás? ¿Quién, en suma. puede convertirse en émulo del GRAN MAESTRO DE MAESTROS, JESÚS, NUESTRO AMADO SALVADOR? ¿EL HIJO DE DIOS QUE FUE CAPAZ DE COMPARTIR CON AMOR LA SABIDURÏA DE SU DOCTRINA?
Es entonces que nuestra mente y corazón responden al unísono: SÍ, existe en el mundo y en la Patria Peruana un personaje, hombre o mujer, que nutridos de generosidad se dedica la mayor parte de su vida a formar con tesón a aquel contingente de ciudadanos del futuro que la sociedad peruana necesita para continuar su incesante devenir. Sí, es: ¡SU MAJESTAD: EL MAESTRO! Un ser que imbuido de amor comparte solidariamente con sus segundos hijos su refulgente tesoro: La sabiduría de sus conocimientos y su amor.
Es el Maestro, que pintando cada día va, de blanco su tersa cabellera.
Es el maestro, que llevando va de la mano a sus discípulos por los senderos del bien, sorteando con coraje los mil obstáculos que coloca el destino.
Es el Maestro, que tras las heladas cumbres de los Andes, la enmarañada selva y los atosigantes arenales de la Costa, va sembrando la semilla de la ilusión y la esperanza en el fértil corazón y mente de sus discípulos como hace dos mil años lo hiciera Jesús de Nazaret, nuestro amado Salvador y Maestro de Maestros.
Arribamos al 6 de julio y nuestra memoria se refresca con los pasajes de la historia patria recordando que fue el Presidente Manuel Apolinario Odría quien instituyera un 6 de julio de 1953, el Día del Maestro, en recuerdo de la creación, por el General José de San Martín, de la Primera Escuela Normal realizada un 6 de julio de 1822.
Arribamos al 6 de julio y nuestro corazón palpita de gratitud por la huella imperecedera que el Maestro va dejando en nuestras conciencias como es la refulgente semilla de la sabiduría y los valores humanos. ¡A ti Maestro y Maestra peruano nuestro sentido reconocimiento y homenaje! ¡Gracias. Sencillamente, Gracias!