Por: Dionicio Mantilla León
A lo largo de esta campaña electoral, hemos tenido la oportunidad de conocer la verdadera intencionalidad política y propuestas de los dos candidatos a la Presidencia de la República, Pedro Pablo Kuschinsky, de Peruanos por el Cambio y KEIKO Fujimori, de Fuerza Popular. Una intencionalidad y propuestas que están acompañadas de un comportamiento que es preciso analizar: El candidato de Peruanos por el Cambio izando las banderas de la democracia, y la candidata de Fuerza Popular, enarbolando las banderas del autoritarismo, aunque no lo diga abiertamente.
El primero, buscando ganar el Poder Ejecutivo para gobernar de manera racional respetando la independencia de los otros poderes aceptando el control gubernativo del pueblo a través de los partidos políticos representadas en el Poder Legislativo. La segunda, pretendiendo acaparar los poderes gubernativos pues teniendo ya el Poder Legislativo intenta ganar el poder Ejecutivo e influenciar en el Poder Judicial para gobernar sin control popular alguno, ni de ningún tipo de fiscalización.
Un gobierno democrático implica participación popular y pleno respeto a los derechos humanos. Un gobierno autoritario significa la concentración del poder por un solo grupo político sin tener en cuenta el respeto a los derechos humanos. El primero, tomando como arma el diálogo y el consenso con las otras fuerzas políticas y sociales y, el segundo, la imposición de las medidas gubernativas y el uso excesivo de los estados de emergencia como solución a los conflictos y problemas sociales. Estados de emergencia utilizados como pretexto para acabar con la delincuencia pero también para acallar toda voz discrepante del pueblo.
Conocemos a cabalidad, que ambos candidatos no garantizan un cambio real de la actual situación económica por ser ambos defensores del modelo económico neoliberal; empero, hay notorias diferencias respecto a acabar con la inseguridad y la corrupción cánceres que nos agobian desde la dictadura de Fujimori.
Fujimori propone acabar con la inseguridad con medidas represivas a través de decretos de estados de emergencia, (Que desde hace 4 meses se ha aplicado en El Callao sin resultados positivos), construcción de más cárceles, sacar a las fuerzas armadas a las calles y ampliar la pena de muerte. Mientras que Kuschinsky propone aplicar de medidas de prevención, la reforma integral del Poder Judicial, Ministerio Público y Policía Nacional, mejoramiento tecnológico de las comisarías y endurecimiento de las leyes penales.
Fujimori, no toca el tema de la corrupción por tener un pasado marcado por ese estigma subrayada por el narcotráfico evidenciado por el hallazgo, en repetidas oportunidades, de grandes cargamentos de droga en el avión presidencial de su padre, el pago de cupos del narcotraficante Vaticano a Vladimiro Montesinos, el hallazgo de 100 kilos de droga en un local de su hermano Kenyi Fujimori y, en estos días, ella misma y su esposo son investigados por la Fiscalía Anticorrupción la investigación por lavado de activos, es decir, por dinero mal habido.
Una investigación en la que también están involucrados cinco congresistas fujimoristas electos y el Secretario General del partido Fuerza Popular, Joaquín Ramírez, este último investigado, no sólo por la Fiscalía Anticorrupción, sino por una dependencia del gobierno norteamericano, la DEA, por lavado de activos. Y pensando que todo vale para ganar no se vacila en aliarse con grupos sociales como mineros informales contaminadores del medio ambiente, capos de bandas de extorsionadores, transportistas infractores de la ley y también con ex terroristas. ¿Es este el grupo de gente que pretende gobernar nuestro país? Por su parte, Kuschincsky, no tiene ningún candidato con investigación judicial por corrupción.
Presentado así el panorama, ¿Cuál de los dos candidatos constituye una garantía para acabar con la inseguridad y la corrupción?¿Cuál de los dos nos asegura un país libre del narcotráfico?¿Cuál de los dos nos garantiza el logro de un Perú democrático y desarrollado? Ud. amigo elector tiene la respuesta y lo hará manifiesto este 5 junio.