Ayer, Pedro Pablo Kuczynski tuvo su mejor presentación pública. No hay ninguna duda de que en el último debate presidencial venció a Keiko Fujimori. Respondió bastante bien a la mayoría de las críticas y –por fin, dirían sus seguidores- supo cómo criticar a Keiko Fujimori: “Tú no has cambiando pelona, sigues siendo la misma”. Esa es la frase que va a ser recordada del debate. Después de mucho tiempo, parece que Pedro Pablo Kuczynski sí quiere ser presidente de nuestro país y vencer al fujimorismo.
Pero lo importante está no sólo en que el líder de Peruanos Por el Kambio tuvo una buena actuación, sino en que se mostró también como el candidato técnicamente más sólido. La acusación de que el plan de gobierno de PPK únicamente beneficia a las grandes empresas se cae cuando sabemos que lo que se busca ampliar es la base tributaria para permitir, justamente, una reducción responsable de un impuesto como el IGV que beneficia el bolsillo de todos los peruanos.
Reducir en tres puntos el IGV no suena irresponsable cuando sabemos que, además, existe un plan para evitar que se cree un hueco fiscal. Si gracias a algunos beneficios a las empresas que facturen más de S/. 9 millones se va a lograr que tributen 11 mil empresas en vez de 54 como dice Thorne, podríamos darnos el lujo de reducir impuestos para incrementar la capacidad adquisitiva de los ciudadanos.
Keiko, aunque tuvo buenos momentos –su respuesta a la acusación de 500 días fue efectiva, aunque igualmente quedan 260 días de ausencia sin explicar ya que dos licencias por maternidad y dos meses de maestría sólo suman 240 días-, no llegó a formular grandes críticas. Al contrario, intentar atacar a Kuczynski alegando que su nombre también es mencionado en el libro “Historia de la corrupción en el Perú” de Alfredo Quiroga fue una jugada baja. Y fue baja porque se trata de una descontextualización del fragmento citado. Este fragmento únicamente dice que PPK fue procesado, no que era culpable, que fue condenado o que se merecía una condena. De hecho, el mismo gobierno militar fue incapaz de encontrar prueba en su contra por en este proceso. ¿Qué sentido tenía esta crítica a parte de engañar a los electores?
A apenas una semana de las elecciones, Pedro Pablo Kuczynski parece haber despertado. Después de muchos errores, ahora sí está dispuesto a convocar a las demás fuerzas políticas para vencer a un enemigo común. Keiko Fujimori suele recordar que ella y no su padre es la candidata, pero se contradice cuando dice que “así como derrotamos al terrorismo derrotaremos a la delincuencia”.
Uno no puede adjudicarse los logros de un gobierno, pero desentenderse completamente cuando le recuerdan sus crímenes. Quizás, es muy tarde para que Peruanos Por el Kambio remonte las elecciones, pero al menos quienes ven en Fuerza Popular un retorno a los días más oscuros del fujimorismo y un escupitajo hacia las víctimas del fujimorato tienen una nueva razón para seguir intentando vencer a Keiko Fujimori. (Vía Altavoz).