Esclavas de la minería ilegal. Mujeres captadas por falsas agencias de empleo trabajaban en burdeles y cantinas de La Pampa. Solo tenían 20 minutos diarios para pasear por la selva y pagaban multas si se enfermaban o se atrevían a escapar.
Solo tenían veinte minutos al día para salir a caminar por la selva, siempre bajo la atenta mirada de sus patrones o los guardianes de los refugios donde permanecían en condiciones deplorables. El resto de la jornada eran explotadas en rústicos locales levantados cerca de los campamentos de la minería ilegal.
Más de un centenar de personas, la mayoría mujeres provincianas, fueron rescatadas por la Policía en Madre de Dios, durante una intervención a 15 establecimientos ubicados a la altura del kilómetro 108 de la Carretera Interoceánica, en la zona conocida como La Pampa.
Durante un operativo sorpresa el pasado fin de semana, unos 200 policías, entre personal de la Dirección de Trata de Personas (Dirintrap), la Divincri-Madre de Dios y las comisarías de Mazuco y Puerto Maldonado, allanaron los bares donde permanecían retenidas 103 mujeres y un solo varón, obligados a ejercer la prostitución, venta de licor y otras labores afines.
“No todas las víctimas ejercían la prostitución, algunas acompañaban a los clientes en sus mesas y a cambio de un trago se dejaban ‘acariciar’. Ese era el gancho para vender más licor. Estos locales son frecuentados por los obreros de las minas ilegales”, explicó uno de los agentes que participaron en la intervención.
Usan agencias falsas
Además del importante rescate, el operativo permitió la captura de 28 personas y ayudó descubrir la nueva modalidad que usan las mafias de trata de personas, no solo en el interior del país sino en la propia capital y otras ciudades importantes como Cajamarca, Tacna o Arequipa.
“La mayoría de víctimas coinciden en que fueron captadas por falsas agencias de empleo, que les prometieron trabajo como meseras. En el caso del varón, le dijeron que sería vigilante. A todos les ofrecieron sueldos de mil a mil quinientos soles, además de su alojamiento”, informó el general PNP Óscar Gonzales, jefe de la Dirintrap.
Lo que estas personas ignoraban es que serían explotadas en jornadas de más de doce horas, que iban desde las 4:00 de la tarde hasta las 5:00 o 6:00 de la mañana siguiente. “Si se negaban a trabajar o querían escapar, debían pagar unos dos mil soles, por la inversión hecha por las agencias al traerlas desde lugares alejados”, agrega Gonzales.
Debían pagar multas
Pero eso no es todo. Si una de estas personas se enfermaba o indisponía, debía pagar de 10 a 20 soles por hora no trabajada. Estas multas variaban entre un local y otro. También se aplicaban a las cervezas y vasos rotos, incluso si los rompían los propios clientes a los que estaban atendiendo.
“De este modo, la deuda con la agencia se incrementaba y a fin de mes terminaban recibiendo menos dinero del esperado. En algunos casos, debían pasar varios meses para cobrar lo que habían previsto y por esa razón no se atrevían a escapar”, explica el jefe de la Dirintrap.
El rescate de estas personas, todas mayores de edad, se realizó en coordinación con la Fiscalía Especializada en Trata de Personas de Madre de Dios.
También participó la ONG Capital Humano y Social Alternativo (CHS Alternativo), brindando apoyo a las víctimas con asesoría legal y atención psicológica.
Los operativos de interdicción solo se centran en la minería
Ricardo valdés
CHS Alternativo
Hay una relación muy estrecha entre la minería ilegal y la trata de personas. Sin embargo, los operativos de interdicción que se realizan en La Pampa y otras zonas del país solo se centran en destruir y erradicar los campamentos mineros, pero no se preocupan por las víctimas de explotación sexual y laboral.
No existen políticas adecuadas para combatir este flagelo y por ello los casos aumentan cada año. En el 2015 hubo un incremento del 40% en el número de casos comparado con el año anterior. A esto debemos agregar que los gobiernos locales y regionales no se dan abasto para ayudar a las víctimas.
En este último operativo se descubrió una nueva modalidad usada por las mafias para la captación y explotación, a través de un sistema de deudas. Sorprende ver cómo de todas las personas rescatadas, solo 9 decidieron salir de la zona y las otras prefirieron quedarse a esperar el dinero que les deben.(la república)