De esta manera se reconoce la importancia de la tradicional celebración en el calendario turístico del país.
Algunos le dicen la “mamita” de Otuzco, otros la conocen como la venerada Virgen de la Puerta; lo cierto, es que palabras más o palabras menos, se trata de una de las advocaciones con mayor raigambre religiosa en todo el país.
Sin duda, y con el permiso de los vecinos geográficos, no es exagerado afirmar que Otuzco se ha convertido en la auténtica capital de la fe en el norte peruano.
Otuzco es la ciudad más importante de la colorida provincia andina del mismo nombre, asentada a más de 2 mil 600 metros sobre el nivel del mar y a 75 kilómetros de la ciudad de Trujillo.
Para llegar a la zona, bastan solo dos horas de trayecto por una vía terrestre rehabilitada para permitir la circulación de los asiduos visitantes.
Desde hace años, esta bucólica localidad alberga, además de su exquisita gastronomía, una serie de muestras inquebrantables de devoción que enternecen el alma y alivian el corazón, desbordadas cada 15 de diciembre cuando la Virgen de la Puerta es agasajada con júbilo durante el día central de la celebración
Precisamente, los próximos 9 y 10 de noviembre se realizarán los actos oficiales destinados a entregar el documento que declara a la fiesta de la Virgen de la Puerta como Patrimonio Cultural de la Nación, reconociendo así su importancia en el calendario turístico y el desarrollo económico regional.
Para despejar dudas sobre el tema, basta saber que durante el mes de diciembre llegan a Otuzco más de 15 mil visitantes para apreciar la mirada tierna de la madre de Cristo.
Los foráneos, entre plegarias, cánticos y alabanzas repletan los hospedajes y restaurantes de la zona, dinamizando también la actividad financiera de las empresas de transporte y aliviando los pesares económicos de las familias andinas.
Sin embargo, la importancia real de la fiesta trasciende al mero ámbito monetario y terrenal. La emoción sublime de elevar una súplica o una oración de agradecimiento a los pies de la “mamita” de Otuzco, será siempre lo más importante de la cálida celebración.
El 15 de diciembre se acerca y los devotos preparan sus mejores galas para adornar con su cariño a la venerada imagen. La Virgen de la Puerta, además de ser invocada como la reina de la paz, es también Patrimonio Cultural de la Nación y su amorosa bendición podrá llegar a todos los peruanos que la acojan en su corazón.
Jorge Rodríguez Carranza (RPP)