Investigan si detrás de los hechos denunciados hay galenos nombrados. Dos internos de medicina estarían implicados en Huamachuco.
Huamachuco. El descubrimiento de presuntos cobros indebidos cometidos por dos internos de medicina en el hospital Leoncio Prado será el hilo de la madeja que permitirá descubrir una presunta mafia enquistada en el interior de este nosocomio andino.
Las primeras evidencias quedaron al descubierto cuando dos estudiantes de medicina de los últimos ciclos de la Universidad Antenor Orrego (Upao) fueron sorprendidos devolviendo el dinero a los pacientes, quienes reclamaban airadamente por no recibir atención oportuna, pese haber pagado irregularmente horas antes.
Los presuntos infractores fueron identificados como Daniel Rodas Pesantes y Hugo Peralta, quienes ayer aún permanecían en el nosocomio, pese a estar suspendidos en sus funciones.
El director del hospital Hernán Surichaqui Quispe confirmó el hecho y manifestó que continuan las investigaciones para determinar la responsabilidad de los internos, al tiempo que indicó que ya fueron puestos a disposición de su universidad de origen.
“Existe un video donde se observa la devolución del dinero a los pacientes, acción que fue previamente coordinada con el gerente de la Red de Salud de Huamachuco”, expresó el director.
Al respecto, la secretaria general del Sindicato Unificado de Trabajadores de Salud – Huamachuco, Rosana Rodríguez Méndez precisó detalles de lo ocurrido.
Señaló que el detonante surgió cuando un familiar de una mujer reclamaba airadamente a uno de los internos, porque éste no atendía a su paciente desde las 8 de la mañana y ya había pasado el mediodía. Fue en ese momento que éste le increpó a uno de los internos y le exigió que le devuelva el dinero que le había pagado. Ante el escándalo, el estudiante de medicina no tuvo otra alternativa que devolver el dinero, episodio que fue filmado.
Otros cobros
La dirigente Rodríguez Méndez contó que la paciente que permitió descubrir el cobro indebido tenía una herida en la cabeza productos de la cornada de un toro y que los internos le cobraron cinco soles por cada punto en la sutura de la herida. En total le cobraron 25 soles.
Pero no solo eso, le mandaron hacer una serie de análisis inecesarios en un laboratorio particular, por los que pagó un promedio de 190 soles.
Otra de las perlas en las que resultaron implicados ambos internos fue el cobro de 750 soles por una cesarea. En este caso también los familiares de una paciente increparon a los internos por el referido cobro, se armó un escándalo y registró una denuncia.
‘Peces gordos detrás’
Rodríguez Méndez cree que detrás de estos cobros hay médicos nombrados que utilizan a los internos. “Está claro que los internos cobraron por la cesarea para algún médico nombrado que si realiza este tipo de intervenciones quirúrgicas. Los internos no operan.
“Nosotros hemos recibido una serie de denuncias, pero muchas veces los pacientes se retractan o no tienen las pruebas suficientes para sustentar la denuncia. Esperamos que este hecho sea sancionado con todo el peso de la ley y que sea el punto de partida de las investigaciones para descubrir a los verdaderos autores y así desterrar el mal”, puntualizó Rodríguez Méndez.