martes, 8 de noviembre de 2011

EL SERVIDOR PÚBLICO



Por: Jorge Apolitano Rodríguez


Debe ser ejemplo de moralidad y honestidad.


La Administración Pública es el medio y la estructura de que dispone el Estado para garantizar el cumplimiento de sus objetivos. Esto es a las personas que integran y conforman dicha armazón Institucional, llamados Servidores Públicos, Administradores o Funcionarios Públicos, deben ser personas dignas, respetadas y honestas. Donde el factor moral constituye uno de los elementos primordiales de los programas y políticas de Gobierno.
Esto es parte del resumen de la conferencia internacional que diserto el jurista español José Vicente Gómez Rivas, profesor visitante de la Escuela de Postgrado de la Universidad Continental, que dicto el seminario en nuestra ciudad sobre el “Perfil del Nuevo Servidor Publico: Experiencia iberoamericano”.
El pensamiento de Gómez Rivas, la compartimos, especialmente cuando uno de los principales errores de las nuevas gestiones de gobierno es desbaratar todo lo que la gestión anterior hizo, dejando de reconocer y rescatar aquello importante o valioso que se puede continuar. Esta manera de pensar de los políticos debería de cambiarse.
Sin embargo el gobierno regional y local, muchas veces no la aplican y son de oídos sordos en la administración publica. El objetivo principal del Estado es el logro del bien común, el bienestar social, su eficiencia del mismo se medirá en relación de que todas las acciones se realicen estén enfocadas a garantizar este fin.
La sociedad en general tiene la percepción negativa y adversa del quehacer gubernamental debido a los problemas de corrupción, mal trato y a la deficiente cultura de rendición de cuentas en el sector público. Esto repercute de manera sustantiva en la imagen y desempeño de la Administración Pública en su conjunto, lo que hace necesario mejorar la organización y la operación de sus instituciones, de sus recursos y gestión.
En consecuencia, el Servidor Público debe ser un ejemplo de moralidad, de transparencia, honestidad donde el cumplimiento del deber y el orgullo de ser funcionario público, se debe vivir día a día para recobrar la confianza de la ciudadanía. Sin embargo aquí en nuestra región es todo lo contrario, observamos servidores y funcionarios con procesos administrativos por cometer actos de corrupción y otros blindados por las mismas autoridades y así no se pueden cambiar el sistema.
Cabe aclarar que con la figura de Servidor Público, nos referimos también a aquellas personas que desempeñan funciones de alta dirección, Directores, Gerentes, Subgerentes, Jefes de Área, en si todo el personal administrativo, llámesele de confianza, en cuya separación no estoy de acuerdo ya que todos buscamos un mismo fin que es el bien común, los cuales a veces llegamos a pensar que por disposición gubernamental estamos dispensados de la observancia de las normas morales y éticas, de adoptar una conducta moral aceptable, y pretender que la ciudadanía nos sirva a nosotros mismos, pasando por alto que las funciones que desempeñamos deben estar orientadas al logro de la satisfacción del ciudadano, ya que este es quien paga el sueldo a través de sus contribuciones.