lunes, 28 de noviembre de 2011

¡EL ORO O LA VIDA!



Por: Dionicio Mantilla León


En un marco de gran tensión y expectativa la población cajamarquina dio inicio, el 24 de este mes, a un paro indefinido rechazando la incursión de la empresa minera Yanacocha, a través de “Minas Conga”, en sus fértiles tierras, manantiales y lagunas. Convocado por el Frente de Defensa del Medio ambiente liderado por Wilfredo Saavedra y contando con el apoyo del Presidente del Gobierno Regional de Cajamarca, Prof. Gregorio Santos, los cajamarquinos reclaman al gobierno de Ollanta Humala cumplir su promesa electoral de defender su vital recurso natural como es el agua. Una medida de fuerza que ya se venía preparando desde hace unos meses ante la propuesta hecha por los directivos de Yanacocha de comprarles las 4 lagunas de las que se abastecen 38 comunidades para su consumo humano y producción agropecuaria y que consideraron como una ofensa y una aberración por cuanto dicha empresa transnacional ya ha afectado una buena parte de su territorio agrícola sobre todo las cuencas de sus ríos.
De allí que, exasperado por tal oferta, el Presidente del Gobierno Regional, Gregorio Santos, dijera hace 2 semanas: “¡Basta ya! ¡Ya no queremos explotación minera! ¿Quieren acabar con nuestro medio ambiente? ¡Queremos agua y no oro! ¡Queremos vida y no oro!”. A ello, el Presidente Humala en reciente declaración a los medios ha afirmado que la opción del gobierno es: “Oro, más agua” y que está dispuesto a dialogar. Por su parte, el Ministro de Energía y Minas, Carlos Herrera, sostiene que el proyecto Minas Conga cuenta con un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) “no generará problemas al medio ambiente”, lo que es refutada por el Ministro del Ambiente, Ricardo Giesecke, afirmando: ”El proyecto Conga desaparecerá varios ecosistemas de la zona y de las 4 lagunas comunales, 2 serán vaciadas y 2 serán convertidas en botadero de relave. Deshacernos de las lagunas es como meterle dinamita a los glaciares”. Según los cajamarquinos la parcialización del Ministro de Energía, quien se moviliza en el avión particular de Yanacocha, es evidente por lo que solicitan su renuncia.
La inversión en Minas Conga será cuantiosa, ascendería a 4,800 millones de dólares y con la explotación del área pretendida se habría de extraer 8.9 millones de onzas de oro lo que generaría 15,000 millones de dólares de utilidades. Como es posible apreciar la ganancia a obtener es astronómica de allí la obsesión de la minera Yanacocha, de adquirir y afectar las cuencas y lagunas, pertenecientes a 38 comunidades cajamarquinas ofertando el suministro de agua para riego, pero no para consumo humano.
Sin lugar a dudas que la fiebre del oro desatado por la minería formal e informal en todo el país viene acompañada de flagrantes atropellos a los derechos de los pueblos. Un caso concreto fue la pretensión aberrante, hace un año, de una empresa minera de solicitar la concesión de, nada mas ni nada menos, que del subsuelo de… la ciudad de Huamachuco, con la propuesta de reubicar el pueblo hacia otro lugar, algo que felizmente no prosperó tal vez porque el gobierno de Alan García conocía del carácter altivo y digno del pueblo huamachuquino y, que de haberlo aprobado, hubiera generado un conflicto social sin precedentes.


Latente se encuentra además el problema de la minería informal asentada en el cerro El Toro, cerro que cual cascarón, dentro de muy poco desaparecerá produciendo un grave desequilibrio ecológico en la zona.
Si bien la minería es un rubro importante en la generación de divisas para el Estado esta debe estar acompañada del respeto al medio ambiente y el consentimiento de las comunidades propietarias del subsuelo, por algo se ha aprobado la Ley de Consulta Previa que en este caso pareciera no es tomado en cuenta por el Gobierno. Respeto al medio ambiente que no se dará porque se topará con la voracidad de las transnacionales y si tenemos en cuenta que a lo largo del país se encuentran latentes otros conflictos anti mineros urge implementar el Plan de Distribución Territorial Geoproductiva del país en donde se encuentren debidamente determinadas las áreas destinadas a la minería, hidrocarburos, gas y la producción agrícola y pecuaria. Urge implementar, asimismo, el Consejo Económico Nacional, centro de análisis y concertación de los principales actores de la producción económica del país.
En esta hora crucial que viven nuestros hermanos cajamarquinos hacemos votos para que su problema no se agudice y sea resuelto de la mejor manera. Es necesario la apertura del dialogo y que el gobierno se deje guiar no por el afán de recaudar más regalías para solventar sus programas sociales, sino por el respeto al derecho que tienen los pueblos a usufructuar libremente sus recursos naturales entre ellos el agua.