En su fachada destaca su gran portada y sus ventanales enrejados con diseños de la época. En su interior, se puede apreciar restos de pintura de estilo rococó de fines del siglo XVII.
Esta casona sirvió como sede del Primer Congreso Constituyente y casa de gobierno del expresidente de la República, José de la Riva Agüero.
A casi un mes de celebrarse los 191 años de la independencia de Trujillo sale a relucir el nombre de la casona Rosell Urquiaga o Casa de las Ventanas, la cual desempeñó un papel fundamental durante los años de lucha por la independencia; es por eso que el consejo provincial decide en 1982 reconocerla con el nombre de Casa de la Emancipación.Actualmente, esta hermosa casona es administrada por una reconocida entidad bancaria que mantiene y preserva su valor histórico, y a la vez abre sus puertas de forma libre al público para apreciarla en todo su esplendor.
En su fachada destaca su gran portada y sus ventanales enrejados con diseños de la época, así como sus balcones de madera tallada, que es característico en todas las viviendas del centro histórico de Trujillo.
En su interior, se puede apreciar restos de pintura de estilo rococó de fines del siglo XVII, las que estuvieron cubiertas con otras de imitación de mármol, esto debido al terremoto de 1970 que destruyó gran parte de la casona, que a la vez logró descubrir estas evidencias de anteriores estructuras y decorados. La casona cuenta con dos patios y varios salones, dos de los cuales están dedicados a rendir homenaje al poeta liberteño César Vallejo y al obispo Baltasar Jaime Martínez de Compañón, quien marcó un hito en la historia virreinal del Perú al retratar en acuarela la flora, fauna, costumbres, música y arqueología de las 13 provincias de la región La Libertad.
En otro de los ambientes se exhibe la maqueta del Centro Histórico de Trujillo de la época colonial.HistoriaLa Casa de la Emancipación fue sin lugar a dudas la más importante de las viviendas de la época, ya que en ella, el Marqués José Bernardo de Torre Tagle un 6 de diciembre de 1820 convocó a los principales personajes de la ciudad planificando de esta manera la independencia de Trujillo la cual fue proclamada el 29 de diciembre de ese año.
Además esta casona sirvió como sede del Primer Congreso Constituyente y casa de gobierno del presidente José de la Riva Agüero, tras la ocupación de Lima por los españoles ocurrida en el mes de junio de 1823.
Este inmueble ha sido convertido en un centro cultural y sala de exposiciones que recibe diariamente a miles de visitantes entre nacionales y extranjeros y da a los artistas la posibilidad mostrar sus trabajos. Por su legado histórico y todo lo que significa para el Perú el 28 de diciembre de 1972, por Resolución Suprema N° 2900-ED/72 esta casona fue declarada monumento histórico.Un motivo más para sentirnos orgullosos de esta linda ciudad.
Por: Martín Vazallo (RPP)