Pese a que hay diferencias entre estos 2 días, el 1 de noviembre celebramos a todos los santos canonizados y el 2 conmemoramos a los difuntos, Huamachuco celebra estas fechas conocida como la fiesta del Barrio Bolívar. Este año se han considerado los permisos y vigilancia ciudadana los días viernes, sábado y domingo.
El Cementerio San Agustín congrega a la mayoría de gente que acude en el propio día o anteriores a limpiar las tumbas, nichos y mausoleos.
Un buen homenaje a quienes nos dejaron son las tradicionales coronas de diferentes modelos, también los ramos de flores de todo tipo y precio.
En el Camposanto San Francisco, también hay visitas a los difuntos para rendirles homenaje.
La parte posterior del cementerio San Agustín llamado el cementerio viejo conserva su ubicación antigua de caminos de tierra y viejas tumbas, algunas abandonadas.
No falta el rosariero que por un precio cómodo reza el rosario a su estilo y poco entendido por el tono y rapidez que lo hacen.
Tradicionales ranchos artesanales que albergan a los visitantes para degustar comida y bebidas con música y baile al paso, no falta algunas riñas que terminan en puñetes de algunos incomprendidos.
El cuy con revuelto de papas, chicharrón con mote y otros platos son el atractivo de esta fiesta que desde antaño es una obligación disfrutarla con la familia y amistades.