Por: Dionicio Mantilla León
Nos encontramos finalizando Septiembre, un mes del emerger de las flores, de la alegría, de la primavera, de la amistad y de la paz. Es el mes de la juventud. Es el mes de la juventud aquel vocablo más sublime que la Humanidad haya podido brindar a esta etapa de la vida humana. En efecto, decir juventud, es decir, esperanza, optimismo, proyecto de vida, en síntesis, JUVENTUD ES LA PRIMAVERA DE LA VIDA HUMANA. En este mes oportuno es recordar una parte de los versos contenidos en mi poemario: “Veinte cantos y una esperanza” creados con pasión y afecto y lanzados, junto a 20 poemas, como vigorosas arengas a la juventud: (Tenemos listo otro poemario que canta a la juventud de la vida)
“¡Juventud, despierta, levántate y anda! ¡Juventud, tú, no eres lozanía de 15 años! ¡Eres esperanza en el hoy y en el mañana! ¡Eres cúmulo de sueños, proyectos, anhelos e iniciativas!
¡Juventud, ser joven significa tener sed y tener hambre de acción y de amor! ¡Juventud, tú eres principio y no final! ¡Tú eres sinceridad en la sonrisa y honestidad en el llanto!
¡Juventud, camina! ¡Por tus venas corre el caudal de la lucha generosa en contra de las fallas y los vicios del hombre adulto! ¡Más tu lid debe ser franca y consecuente, pues, combatir no significa sólo destruir es, también y, sobre todo, un construir constante, inacabable! ¡No sólo es censura, es un plantear de soluciones positivas!
¡Juventud, camina, qué tú eres energía! ¡Fuego que calcina! ¡Brasa que quema! ¡Juventud, tú no eres ceniza que el viento se lo lleva! ¡Tú eres el oxígeno que da vida!
¡Joven! ¡Si deseas integrar la falange (BATALLÓN) de la auténtica juventud deberás nacer cada día con el alba, sin haber muerto con el crepúsculo del ayer!
¡Juventud, despierta! ¡La Humanidad te espera, levántate y anda! ”
El día 23 de septiembre, es el día de la juventud y la primavera de la vida el autor de esta nota vierte esta sentida arenga como un homenaje a la juventud y como un ferviente llamado de atención a la sociedad en esta hora en que los adultos, consternados, observamos la paulatina aparición del lado oscuro de la juventud. Grupo de jóvenes perdidos en los difíciles caminos de la vida como caras visibles de un hogar que se fractura cada día.
Jóvenes sin un norte, sin una guía, sin una esperanza que les sirva de luz en la oscura senda del destino. Frutos de una sociedad en crisis, de un Estado desidioso que implementa una educación equivocada que no gira en torno del estudiante sino del mezquino interés de gobernantes insensibles, sinverguenzas e incapaces preocupados más en sumergirse cada día en el lodo de la corrupción, de medios de comunicación haciendo, cotidianamente, apología a la violencia y criminalidad (Vespertino Satélite de Trujillo, periódicos limeños y la mayoría de canales de TV) ofreciendo informaciones y programas basura y creando, en sus vitrinas, paradigmas del desvalor, la violencia absurda, la banalidad y la incultura.
¿Con este panorama negativo cómo no va a aparecer aquel horrendo fenómeno social conocido como sicariato juvenil? ¿Grupo de seres inescrupulosos que por unas monedas matan sin piedad haciendo escarnio de la vida? ¿Cómo no surgir jóvenes marcados por la frivolidad y sin un ápice de valores morales?
Urge revertir o cambiar este escenario social. En este mes dedicado a la juventud dediquémosle unos minutos a reflexionar: Así como la sociedad se junta para rendir culto a la primavera y la belleza femenina en el Festival de la Primavera de Trujillo porque no reunirnos para autoevaluarnos sobre el comportamiento que tenemos con nuestros jóvenes?
Preguntarnos: ¿Qué
estamos haciendo para rescatar a esa juventud sin norte que cada día es
conquistada por las bandas criminales? ¿Por qué no hacemos la firme promesa de
ofrecerle modelos de esperanza, capacidad, honestidad, de respeto a la vida y
la propiedad ajena y de amor a la Patria? Pero, fundamentalmente, formarlos
como los lideres (políticos, económicos, culturales, sociales, que con urgencia
requiere la Patria conducido hoy por un Presidente impresentable, incapaz y
sinvergueza, pero también por un Congreso lleno de políticos corruptos y
ladrones.