Respaldos. En congreso de Perú Libre anunció que renunciará al sueldo presidencial y que presentará un proyecto de ley para bajar a la mitad las remuneraciones de congresistas y ministros. Dijo a partidarios que su Gobierno se deberá al pueblo más que a una organización política.
Por: David Pereda, Pamela Palacios, LR Sur
Refiriéndose al título de su participación en el encuentro, “Expectativas, objetivos y metas irrenunciables del Gobierno de Perú Libre”, Castillo advirtió: “Y esas cosas irrenunciables como lo que se ha dicho, primeramente, e invoco a la bancada, que llegando nosotros a asumir ya oficialmente este mandato vamos a renunciar al sueldo presidencialista… Vamos a conducir los destinos del país con el sueldo de maestro, con ese sueldo que vengo de la escuela. Y vamos a proponer inmediatamente al Congreso solicitando que el sueldo de los ministros y los congresistas bajen a la mitad”.
“Eso lo tenemos claro, para eso estamos acá”, remarcó.
El anunció recibió aplausos aunque no satisfizo a todos. Ya desde antes había un pulseo entre quienes se identifican con la apertura política que proclama Castillo y quienes quieren un gobierno de izquierda dura.
“¡No al sectarismo, no al sectarismo!”, fue uno de los gritos que acompañó la alocución de Castillo en distintos momentos.
Antes, Cerrón había advertido que el partido debía corregir al Gobierno si se desvía del camino y que seguía en el esfuerzo de hacer una revolución y enfrentar a quienes se le oponen.
“En las tareas más difíciles tiene que estar el partido. Si el gobierno dice: ‘Vamos a pelear por una Asamblea Constituyente y necesitamos ir a un referéndum’, es el partido el que tiene que conseguir las firmas para llevarlo a la práctica. Si el Gobierno está amenazado, compatriotas, es el partido el que tiene que organizar la resistencia. Y si el Gobierno se desvía, camaradas, es el partido el que tiene que rectificar la línea”, manifestó.
“El partido ha ganado solo el asiento de Palacio. (...) tenemos que construir el poder. (...) todavía no hemos ganado nada, empezaremos recién la tarea de construir ese espacio de gobierno de poder. Como dicen, tenemos una condición especial, que es este triunfo electoral, pero no es haber triunfado todavía sobre el sistema”, dijo.
Desde temprano, Cerrón se mostró coordinando en la entrada de la Casa del Maestro, en el Centro de Lima, ante las cámaras de la prensa. Castillo lo tuvo esperando y llegó cerca de la una de la tarde. Una hora después, el presidente electo salió hacia el local de Perú Libre, ubicado a unos pocos metros.
En su alocución, Castillo agradeció el apoyo de Perú Libre en la campaña, pero dijo que no estaba obligado a seguir posiciones radicales, que la Constitución se cambiará “si el pueblo lo pide”, que está hablando con todas las fuerzas políticas dispuestas a dialogar, que no puede aceptar planteamientos de un solo partido y que no puede designar funcionarios en el Gobierno solo por ser de Perú Libre, según fuentes consultadas.
Partidarios afines a Cerrón consideran que la organización política tiene legitimidad para exigir presencia porque se llegó al poder por todo lo que hizo Perú Libre, que se negaría al electorado lo ofrecido si no se consideran los planteamientos de la agrupación, que esta es la oportunidad para hacer cambios de fondo y que Perú Libre podía considerar como traición alejarse de sus postulados y hasta evaluar acciones opositoras.
Luego de este congreso, la mayoría de los congresistas electos de Perú Libre se reunieron en otro lugar y decidieron respaldar a Castillo, según fuentes del partido. Además, acordaron apoyar para la mesa directiva del Parlamento a Betssy Chávez, pese a que la carta de Cerrón era su hermano Waldemar y, después, Alex Paredes.
En la mañana, Chávez había llegado al departamento que aloja a Castillo en el distrito limeño de Breña a conversar con el presidente electo. Ante la prensa, negó que el Congreso partidario buscaría definir el gabinete ministerial o la lista para la mesa directiva del Congreso.
“No creo que sea la finalidad, ha sido un evento que se ha postergado hace mucho tiempo porque estábamos esperando la proclamación. En todo caso, se van a sentar algunas generalidades importantes con la militancia que se van a tomar en cuenta, pero no significa un mandato imperativo hacia Castillo”, dijo la parlamentaria.
“No vamos a traicionar al pueblo. El pueblo ha votado por Pedro Castillo, por una bancada que tiene que respaldar al Gobierno y la organización política entendemos será la estructura para realizarlo. Nosotros vamos a trabajar de la mano con la ciudadanía, no nos vamos a someter a ningún líder político, ni siquiera a nuestra propia organización política”, aseguró.
Más tarde, afuera de la Casa del Maestro, se pronunció en otro sentido la parlamentaria Silvana Robles. Aseguró que el profesor y mandatario electo Castillo Terrones estaba viendo la conformación del gabinete.
“Lo están viendo en este momento el profesor Pedro Castillo, cuya función es el Ejecutivo. La bancada ha sido elegida por un partido y el partido tiene un ideario, entonces vamos firmes sobre esa premisa. No hemos tenido una hoja de ruta, hemos tenido un plan del bicentenario, puesto que no se habían tocado temas de la pandemia”, adujo.
El ala dura de la bancada sería minoritaria y la mayoría habría comprometido su respaldo a Castillo, aunque su apertura política no sea del agrado de los más ortodoxos de Perú Libre.
Con este pulseo, se viene la elección de la mesa directiva del Congreso y la conformación del gabinete ministerial. Roger Nájar, la carta de Cerrón, no tendría asegurado su lugar al frente del Consejo de Ministros. Castillo mantendría su lema de que “habrá sorpresas”, aunque algunos cercanos a Cerrón consideran que son frases más para la tribuna que lo que se viene. ❖
La división en Puno, un bolsón clave
Las bases de Perú Libre en Puno están divididas. La zona sur está bajo el liderazgo del secretario regional, Adolfo Iruri, adepto a Vladimir Cerrón, y el legislador Óscar Zea, más afín a Pedro Castillo, quien tomó control de la zona norte de Puno.
La aparente unidad se partió tras la llegada de Castillo al altiplano en la campaña de segunda vuelta a fines de mayo.
A Castillo, en el Huaynarroque en Juliaca, lo recibieron más de 12 mil personas. Para Perú Libre en Puno, la organización fue de comités provinciales. Zea se la habría adjudicado y buscado ser ministro. “Siempre hemos trabajado en la zona norte (…). Iruri no ha estado en la campaña de primera y segunda vuelta”, nos dijo Zea.(LA REPÚBLICA)