¡Ahora, a cumplir las
promesas de cambio!
Por: Dionicio Mantilla León
Luego de 43
días de zozobra y superar mil dificultades creadas para boicotear el
proceso electoral el JNE procedió el último lunes a proclamar y luego, el día
de ayer, a entregar las credenciales al Profesor Pedro Castillo Terrones como
nuevo Presidente de la República del Perú. Un trascendente acto que se realiza dejando
poco margen de tiempo para la transferencia de los sectores del actual gobierno
a los nuevos responsables de conducir los destinos del país a partir del
próximo 28 de julio.
Castillo Terrones, será
el quinto gobernante nacional elegido democráticamente luego de la dictadura de
Alberto Fujimori y el primero de las canteras de la izquierda política lo que
de por si abre el telón de las expectativas en el seno del pueblo, pero también
el temor de los sectores del empresariado y la derecha habida cuenta del
crítico desempeño de las dictaduras de izquierda entronizadas en Venezuela,
Nicaragua y Cuba, en este ultimo caso, agravado por el asfixiante bloqueo
económico de parte del gobierno de EE.UU. que ha explotado en violentas
protestas de cientos de cubanos. Casos con los que se pretende opacar, adrede, el
ejemplo de países con gobiernos de izquierda democrática exitosos como Bolivia,
Argentina y Uruguay.
Nacido el 19 de octubre de 1969 en una cuna
humilde allende el Perú profundo en el Centro Poblado de Chugur, distrito de Anguía, Provincia de
Chota, región de Cajamarca Pedro Castillo ofrece como currículum para ejercer
la Presidencia su honestidad, ser Profesor de Educación Primaria, con estudios
de Maestría en Psicología Educativa, con más de 20 años de servicio docente en el
caserío de Puña, distrito de Tacabamba; además ser, agricultor, rondero y
dirigente magisterial. De formación cristiana,
asimismo, haber incursionado en política candidateando para Alcalde de
su distrito por el partido Perú Posible y, desde Setiembre del año pasado, invitado
a participar en las filas del partido de izquierda, Perú Libre, y luego, a postular por ese partido en el
presente proceso electoral presidencial. Un partido de la ultra izquierda de 10,000
militantes y al que arribó aportando más de 20,000 seguidores la mayoría de
ellos ronderos y profesores.
La cercanía de Cerrón: un obstáculo para Castillo y gran peligro para la Democracia.
El nuevo gobernante del
Perú ha pagado caro su noviciado en política al dejarse influenciar,
inicialmente durante la campaña electoral, por las ideas extremistas del líder
de Perú Libre, Vladimir Cerrón, autor de un Ideario con el logo de “marxista,
leninista” y con un contenido decididamente atemorizante que rompe el esquema
democrático de nuestra convivencia nacional de allí que, con la cercanía del
partido de izquierda democrática “Juntos
por el Perú” liderada por Verónica Mendoza,
a las que se unió la plana mayor de sus seguidores dio paso a un nuevo
programa de gobierno denominado “Plan del Bicentenario” moderando el sentido de
sus ofertas electorales con las que comenzó y poniéndolos a tono con la
coyuntura democrática que vivimos sin abandonar la orientación de izquierda de
cara a satisfacer las necesidades de las grandes mayorías nacionales planteando
así un gobierno democrático, inclusivo, de unidad, con respeto al estado de
derecho, la propiedad privada, la libertad de expresión y con el objetivo de
convertir al Perú en un país digno y desarrollado.
La tarea a emprender a partir del 28 de julio
de este año no será fácil para el profesor cajamarquino pues tiene frente así
el gran virus de la corrupción para el cual aún no se ha hallado una vacuna
efectiva, corrupción enraizada sobre todo en la casi totalidad de partidos de
la derecha ahora agravada con el surgimiento de la ultra derecha investigada
judicialmente que hasta el líder de RP lo ha amenazado asesinar, así como la aparición del grupo fascista fujimorista “La
Resistencia”.
Ante este difícil escenario Pedro Castillo
cuenta con el apoyo de una bancada de 37 congresistas a los que se suman los de
Juntos por el Perú (5) Somos Perú, ( 6 ) y el partido Morado,(3). Del grupo
congresal de Perú Libre, 15 pertenecen al grupo de sus seguidores y 27 son
seguidores del líder del partido, Vladimir Cerrón, sentenciado por actos de corrupción e
inhabilitado para desempeñar cargos públicos; un oscuro personaje desubicado, convertido
en un gran obstáculo para su futura gestión.
Ante los aires triunfalistas de los líderes de Perú Libre es preciso hacerles recordar que el pueblo ha votado por el “cambio en democracia y sin corrupción” representado por Pedro Castillo y no por el ideario de ese partido y mucho menos por su corrupto líder Vladimir Cerrón y su banda delincuencial “Los dinámicos del Centro”, líder de la extrema izquierda que el 2016 obtuviera menos del 1 % de votos, mientras que Castillo ha obtenido hoy el 50.1 % de votos. Es por ello que el pueblo ve indignado como Cerrón se da el lujo de seleccionar a los integrantes del futuro Gabinete Ministerial de Pedro Castillo cuando nadie ha votado por ese corrupto personaje con aires de dictador. Urge que este se separe de aquel y geste su propio partido.
Otro obstáculo lo
constituye el revanchismo de Keiko Fujimori, quien ha amenazado con “seguir
buscando la verdad”, es decir, buscando pruebas de un imaginario fraude
electoral y, con la amplia experiencia que tiene de intriga y vacar presidentes
la gobernabilidad del país pende de un hilo habida cuenta que tiene a su favor
a todos los grupos de la ultra derecha. Otro peligro son los oportunistas y
vividores de la política que le han ido a ofrecer sus servicios y… sus
intereses mezquinos y deslealtades. Mucho cuidado con ellos!
A partir del 28 de julio al flamante
Presidente le esperan prioritarias tareas: acabar con la pandemia y lograr la reactivación
económica, pero también con su propia obsesión de convocar a una Asamblea
Constituyente para cambiar la Constitución Política medida esta última, que según
mi punto de vista, no es prioritaria en la actual coyuntura. Con este panorama político suigeneris, Pedro
Castillo, iniciará su gobierno estando obligado a cumplir sus promesas de
cambio con honestidad y capacidad acciones que aplaudiremos cuando se hagan
realidad, pero en caso de incumplir, lo señalaremos.
Es con este escenario o contexto que los peruanos nos aprestamos a arribar al
28 de julio y celebrar nuestro Bicentenario de la Independencia Nacional fecha
en la que estaremos renovando nuestro compromiso de bregar todos unidos por la
construcción de una patria con justicia social, democrática, libre y desarrollada.