Redacción Doris Aguirre
Desde la trinchera. El número creciente de contagiados con coronavirus amenaza con superar la capacidad de atención de uno de los cinco nosocomios asignados por las autoridades de Salud en Lima para atender a los enfermos. Médicos y enfermeras demandan equipos de protección para cambiarse todos los días.
“Llegan tantas personas que faltan camas y ventiladores mecánicos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Neumología. Por el momento, hay suficiente personal, pero se requiere de equipos de bioseguridad para que no se contagien los médicos, especialistas, enfermeras, técnicos y laboratoristas”, describió, como si se trata de un parte de guerra, un médico epidemiólogo del hospital Dos de Mayo que prefirió no ser identificado: “Pero va a llegar un momento, del que estamos muy cerca, en el que seremos rebasados por la ola de pacientes”.
“En este hospital hubo un momento en el que la Unidad de Cuidados Intensivos de Neumología llegó a su tope de atención a doce pacientes con coronavirus. Por recomendación de los médicos, la mitad de pacientes tuvo que ser evacuada al hospital de Vitarte. Sin embargo, cada día el número de pacientes aumenta, por lo que estamos a la espera de más camas y más ventiladores. No podemos dejarlo al último momento, de lo contrario, vamos a resultar desbordados”, dijo el especialista que pidió el anonimato.
“Aquí estamos con la moral en alto, pero si no hay camas ni respiradores mecánicos, será terrible”, adelantó el epidemiólogo.
Las autoridades del Ministerio de Salud asignaron al antiguo hospital Dos de Mayo como uno de los receptores de los contagiados por el coronavirus. La República pudo captar algunas imágenes del interior del nosocomio, que al cierre de edición contaba con seis pacientes internados, por el momento en la UCI de neumología. La aplicación masiva de las pruebas rápidas inevitablemente hará crecer el número de sospechosos e infectados que deberán ser atendidos para controlar la propagación de la enfermedad.
La UCI de Neumología forma parte del Pabellón Santa Rosa III, ubicado en el segundo piso del hospital Dos de Mayo. Es un área considerada como crítica, por lo que los pacientes son monitoreados mediante cámaras. En términos bélicos, es algo así como un zona minada.
“Mediante el monitoreo por cámaras de video los observamos permanentemente. La vigilancia es estricta”, dijo una enfermera del mismo hospital que también solicitó el anonimato.
Contra el tiempo
En el pabellón Santa Rosa III también están operativas dos salas donde se encuentran ocho pacientes, pero que no requieren de respiradores mecánicos por el momento. Además, se encuentran otras seis personas bajo sospecha de haber contraído la enfermedad que surgió en Wuhan, China.
“Solo contamos con 25 ventiladores y con otros dos de reserva. Sin embargo, cada día ingresan más pacientes con coronavirus y la situación poco a poco se está haciendo insostenible”, expresó la enfermera.
“El trabajo de evacuación de los pacientes es dinámico. Si uno sale del hospital Dos de Mayo con destino al hospital de Ate, de inmediato otro ingresa a ocupar la cama disponible. Y así sucesivamente. No hay cuándo termine”, relató.
Por el incremento de contagiados o sospechosos de estarlo, las autoridades del hospital Dos de Mayo han dispuesto que en los pabellones San Pedro y Santo Toribio se acoja a más pacientes.
“Actualmente tenemos 62 pacientes con COVID-19, entre confirmados y que están pendientes sus resultados, y algunos pacientes que han salido negativos, pero aún siendo negativos presentan una clínica altamente sospechosa de coronavirus, a los cuales se le repetirán las pruebas”, indicó el médico Víctor Terrones Lévano, de la Unidad de Gestión de Riesgo de Emergencias y Desastres del hospital Dos de Mayo.
“Tenemos una UCI para pacientes de coronavirus en el pabellón de Santa Rosa III, llamada también UCI COVID-19 donde están los pacientes con ventilación mecánica y estamos trabajando para ampliarlo porque la demanda es muy alta. Actualmente, hay seis pacientes graves y estamos trabajando para duplicar ese número”, apuntó Terrones.
“Una de las razones de la cuarentena era tratar de evitar el colapso de los centros de salud. ¿Qué significa esto? Que tenemos una cantidad limitada de ventiladores en todo el país y nosotros trabajamos en base a lo que tenemos. Pero si tú me dices que van a venir cien pacientes que requieren ventiladores mecánicos, el hospital no va a poder asumir”, expresó Víctor Terrones.
“Nosotros atendemos de 80 a 100 personas diarias, y entre 6 a 7 pacientes son hospitalizados cada día, ya sea en la UCI de Neumología o en las salas que no requieren ventiladores, pero que son evaluados a cada momento por el cuerpo médico”, explicó el especialista del hospital Dos de Mayo.
El médico consultado por este diario precisó que al menos 7 pacientes fallecieron por la enfermedad, entre hombres y mujeres cuyas edades fluctúan entre 45 a 70 años.
La mayoría de las víctimas presentó cuadros de insuficiencia respiratoria, neumonía, asma bronquial, hipertensión y obesidad. Son los más vulnerables al coronavirus.
Recordó que el primero de los fallecidos era un hombre de 47 años que ingresó al hospital con insuficiencia respiratoria y shock séptico. El hecho se registró el 19 de marzo, cuando se reportaron las primeras muertes por la epidemia en el país.
Precisamente, el lunes 6 de marzo falleció un paciente de sexo masculino que se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos. Ingresó por un cuadro de insuficiencia respiratoria y neumonía y, pese esfuerzos del equipo médico, dejó de existir.
Prepararse para lo peor
“Esto puede subir en cualquier momento”, señaló la fuente: “Y aquí falta mucho para enfrentar la situación. De momento bajó la tensión con el traslado de 6 pacientes al hospital de Ate. ¿Y cuando se complete la capacidad del hospital?”, reflexionó el médico consultado por este diario.
A un extremo de la parte posterior del hospital Dos de Mayo, exactamente donde se ubica una canchita de fútbol, fueron habilitadas 3 carpas para atender a las personas con síntomas de contagio. La idea es que cuando llega un supuesto enfermo, pasará por un triaje atendido por una enfermera. Luego será sometido a un examen de hisopado por un médico, para comprobar o descartar si tiene el coronavirus. Si el resultado es positivo, inmediatamente el paciente será hospitalizado.
Los médicos residentes asignados al área de tratamiento a los contagiados por coronavirus en el hospital Dos de Mayo, comunicaron a las autoridades del nosocomio que se encuentran vulnerables de contagio porque no cuentan con los equipos de bioprotección necesarios.
Un profesional de salud contagiado es un soldado menos en la dura batalla contra la expansión del coronavirus.
“La protección del personal de salud es fundamental para darle continuidad a la prestación de servicio asistencial de salud a nuestra comunidad (...), por lo que pedimos apoyo para la adquisición urgente de 576 mascarillas N-95 y mandiles y ropa quirúrgica descartables, así como 192 unidades de lentes herméticos”, señalaron los residentes.
Personal vulnerable
De acuerdo con la información de estos, son 48 los residentes que despliegan 12 guardias para la atención de los pacientes infectados, “por lo que por cada guardia o día es necesario que renovemos nuestras mascarillas, ropa quirúrgica y mandiles”, señalaron.
Las enfermeras son también vulnerables al contagio. “Las técnicas de Salud recomiendan que los equipos de bioseguridad personal deben ser cambiados todos los días para protegernos del contagio del coronavirus. Tenemos un stock para el personal, pero ya se están acabando”, advirtió a este periódico una enfermera de la UCI de Neumología.
“Nosotras somos más propensas en adquirir el virus porque estamos cara a cara con los pacientes, y si no contamos con los equipos de protección, estamos condenados a convertirnos en un paciente más”, manifestó.
Una parte importante de los médicos también está expuesto al contagio por la edad que tienen, sin embargo, siguen al frente en la trinchera contra el avance de la epidemia.
“En el hospital Dos de Mayo, el 30 por ciento de los médicos son de 60 años, con algunas enfermedades renales, diabetes, asma y con hipertensión, y así estamos trabajando. Si la gente no nos ayuda quedándose en casa cumpliendo con la cuarentena, terminaremos contagiados con el virus”, expresó otro médico de la especialidad de infectología.(LA REPÚBLICA)