Han transcurrido ya exactamente 43 días de la declaratoria del estado de emergencia decretado por el gobierno de Martín Vizcarra para contener la mortal pandemia del COVID 19 que viene asolando el mundo y nuestro país. Como un preámbulo del apocalipsis vienen cayendo miles de seres humanos víctimas de este terrorífico mal que nos obliga a confinarnos en nuestras viviendas para evitar el contagio que hasta ahora viene dejando un fatídico saldo de supera los 3 millones 20 mil contagiados en el mundo y, en nuestro país, hasta ayer, 28,699 infectados y 782 fallecidos.
Un drama que va dejando dolorosas huellas, pero también enérgicos llamados a la auto evaluación de nuestro comportamiento para con el planeta que nos alberga el mismo que pareciera que hoy se regocija al observar la purificación de la naturaleza y el respeto a la ecología. Sí, la faz de la Tierra pareciera cubrirse de un manto propio del jardín del Edén bíblico cubriéndose de belleza. Mientras la Humanidad se va cubriendo del negro crespón de la muerte, nuestro planeta se va cubriendo de vida, paz y armonía tal como así fue creado por las manos divinas.
EL DIA INTERNACIONAL DE LA TIERRA
¿Fue oportuna la aparición del COVID 19 y el Coronavirus para hacernos recordar que estamos incumpliendo nuestras obligaciones de guardianes del Hogar que el Divino Hacedor nos brindó como morada? Considero que sí. Y la lección ya fue aprendida. A fuerza de incertidumbre, angustia, dolor y lágrimas la hemos aprendido y creo que la inmensa mayoría de seres humanos, cuando acabe la pandemia, habremos de cambiar de actitud para con ella.
El pasado 22 fue el Día Internacional de nuestra “Madre Tierra” la que, amorosamente nos acoge en su seno cuando vemos la primera luz de la vida al nacer, cuando con cariño nos alimenta, nos da de beber, nos da los insumos y oportunidades para trabajar, nos provee de los medicamentos y el ambiente apropiado para crecer saludables y, al morir, nos vuelve a acoger con afecto en sus entrañas. Hoy más que nunca debemos entender que este y todos los virus y plagas han aparecido por nuestra inconducta ante nuestra Madre Tierra, por el trato erróneo que damos a la ecología, a la naturaleza, a la que diariamente contaminamos y destruimos sin misericordia. Urge, por ello, un cambio de conducta con ella.
LA CUARENTENA: 15 DÍAS MÁS.
El gobierno peruano, considerando que aun, ni siquiera mínimamente, hemos llegado a la meseta de la curva de la pandemia por el excesivo número de infectados y fallecidos que día a día crece y, tomando en cuenta la opinión del Consejo de Estado e instituciones ligadas al quehacer de la salud como es el Colegio Médico del Perú ha decidido extender por otros 15 días más la vigencia del Estado de Emergencia que vivimos desde el 16 de marzo. Un plazo que se ubica dentro del tiempo señalado como proyección como fase de contención siendo las otras la recuperación gradual de las actividades económicas y sociales y, finalmente, la fase de reactivación económica en un ambiente apropiado de recuperación socio económica.
¿Será esta la última extensión del período de contención del COVID 19? Podría ser. Empero, el problema estriba en que estamos bordeando el colapso en la logística sanitaria existente en el país. Los nosocomios y ambientes para pacientes del Covid 19 están siendo copadas y el gobierno realiza esfuerzos para cubrir las falencias de la falta de ambientes de UCI: camas, personal de salud, respiradores y ventiladores mecánicos. En este contexto o realidad vienen surgiendo las acciones de solidaridad humana que conmueven como la iniciativa del Alcalde de Lima, Jorge Muñoz, de crear la “Casa para todos”, un albergue temporal para indigentes que pululan en Lima. Un albergue que busca dar VIDA en un escenario destinado a dar MUERTE a los toros: “La plaza de Acho”.
LOS GESTOS SOLIDARIOS
Muchos gestos de solidaridad han surgido fundamentalmente de gente no adinerada que vienen compartiendo lo poco que tienen con aquellos que no tienen nada, la participación de miles de jóvenes que arriesgan su salud como voluntarios, el trabajo de científicos de las universidades construyendo equipos médicos, la participación de algunos empresarios de clínicas que prestan sus instalaciones sin interés. Nuestra gratitud para todos ellos.
Sin embargo, observamos que quienes se creen los dueños del país, los multimillonarios vienen haciéndose los sordos y ciegos ante la desgracia peruana y no se manifiestan. Ante esta indiferencia ha surgido la iniciativa de crear un “impuesto fijo a la riqueza” que según los expertos tributaristas debe ser de 1% a los bienes y dinero de los multimillonarios del país. Impuesto a aplicarse desde Mayo a Diciembre de este año, esto es, mientras dure las dos primeras fases de la pandemia y no un “Impuesto a la Renta” porque afectaría a la clase media que también es golpeada por la pandemia y, además, empezaría aplicarse muy tarde: el 2021 o 2022.
La idea es aplicar un “impuesto solidario temporal” sólo a los millonarios (¿César Acuña, Dionicio Romero, José Luna, Roque Benavides, familia Brescia, etc, etc?; las grandes compañías transnacionales.) los que esperamos no se muestren renuentes a cumplir. Ya el gobierno viene tomando del Tesoro Público buena cantidad de dinero para paliar la pandemia, y , ha puesto en venta bonos internacionales por un monto de 3,000 millones de dólares, pero en este esfuerzo todos tenemos la obligación de participar solidariamente, pero mucho más los que más tienen.
Hoy se cumplen 43 días del “Estado de Emergencia” y “Toque de Queda” y, felizmente, de toda nuestra región 5 provincias aun no han sido afectadas entre ellas la nuestra, Sánchez Carrión, ¿No será porque nuestras fronteras provinciales son custodiadas por nuestros hermanos ronderos? Si es así nuestra gratitud para ellos. ¡Ojalá que pronto termine esta pesadilla! ¡Ojalá, y que Dios nos bendiga!