Editorial
Según un informe, se muestran groseras irregularidades en el manejo de la gestión edil apepista
La Comisión de Fiscalización del Congreso de la República emitió un informe
Los funcionarios que hoy están en la Gobernación Regional y que acompañaron a César Acuña Peralta en el tiempo que duró su presencia en esta entidad, y anteriormente en la Municipalidad Provincial deTrujillo (MPT), han relativizado el contenido del informe
de la Comisión de Fiscalización del Congreso de la República.
Esto pese a que la investigación efectuada por ese grupo de trabajo de muestra groseras irregularidades en el manejo de la gestión edil apepista.
En realidad, el propio ex gobernador regional y hoy seguro candidato por su partido a la Presidencia de la República mantiene un discurso que pretende consolidar la idea de que nunca hubo desmanejos y que todo es obra de sus enemigos políticos, envidiosos por el éxito que él ha alcanzado en la vida y en los negocios.
Esta versión despreocupada se ampara en el poder que otorga el dinero y desdeña lo formal, le saca la lengua a la ley y reincide en las faltas que todos vemos.
Lo importante acá no es que los investigados puedan salir libres de polvo y paja de las acusaciones que se les han formulado. Puede ser que, tras ahondarse las investigaciones, el subgrupo de trabajo decida remitir sus conclusiones a la Contraloría de la República (que ya ha hallado graves faltas cometidas durante el periodo 2007-2014), al Ministerio Público y al Poder Judicial.
Y puede ser, también, que se ratifique lo que repiten todoel tiempo los apepistas: que las denuncias fueron archivadas y que todo está en orden, en cuanto a las responsabilidades de ellos.
Sin embargo, lo verdaderamente importante es que se ponga en evidencia (en realidad, ya se ha hecho) que este modo de actuar, sin asumir responsabilidades, minimizando todo el tiempo lo actuado, y echando la culpa a las empresas que incumplieron con las obras, resulta lesivo a los intereses de la ciudadanía.
Y lo es porque se adoptó una actitud contemplativa y no se hizo el menor esfuerzo por cortar de raíz lo que ya pintaba mal. Por ejemplo, enel caso de la empresa Alpamo, que presentó hasta seis cartas fianza falsas para que se le diera la ejecución de una obra emblemática en el parque La Rinconada.
A sabiendas de que esta firma cometió trampa, y originó un forado a la MPT, ésta le permitió proseguir las obras como si nada pasara.
Por estas y o tras actitudes, creemos que existe una responsabilidad moral, que se debe hacer extensiva a quienes actuaron de igual manera, en otras municipalidades locales y de la región.
La ciudadanía no se merece excusas ni subterfugios acomodaticios que tanto daño le han hecho al país y que lo mantienen relegado, cuando debería ser lo contrario. La clase política que ahora sostiene su discurso en un manejo transparente debería dar muestras de consecuencia.(la industria)