viernes, 30 de enero de 2015

“Mis gemelas estaban en una incubadora y no las encuentro”

En escombros. Las instalaciones de la maternidad se vinieron abajo con la explosión del camión cisterna. Todavía buscan víctimas entre los escombros.
Tragedia en México. La explosión de un camión cisterna cargado con gas destruyó una maternidad en la capital mexicana. Las cifras de víctimas aun no está determinada.

Paula Chouza.

María Concepción, de 28 años, está buscando con desesperación a sus sobrinas, unas gemelas que nacieron hace una semana. "Se encontraban ingresadas en una incubadora y después de la explosión no hemos vuelto a saber nada de ellas", explica frente a la puerta del hospital Enrique Cabrera de la Ciudad de México, donde están ingresados nueve adultos y seis bebés que resultaron heridos en la explosión de gas ocurrido en un hospital materno-infantil.

Los familiares de los afectados tratan de encontrar respuestas a las interrogantes que los carcomen desde que a primera hora de la mañana supieran que una maternidad voló por los aires en Cuajimalpa, un distrito limítrofe del DF, donde había más de cien personas dentro, entre pacientes y trabajadores.

La enfermera general Lilia Gutiérrez, de 55 años, estaba ahí y su marido Rodolfo Ramírez necesita con urgencia saber dónde está. La sanitaria entró a trabajar a las siete de la mañana, pocos minutos antes de la explosión. Rodolfo llora y pide a los medios que ayuden a buscar a su esposa. Su hija, al otro lado del teléfono, le pide que vuelva a casa: "Vente con cuidado, te necesito aquí, papá".

Las autoridades cifran provisionalmente en dos fallecidos, así como 60 heridos, siete de ellos bebés, cuya gravedad aún no se ha hecho pública. La deflagración se produjo a las 7.15 durante la carga de gas del centro sanitario, en la zona de cocinas, situada junto a emergencias.

“Había ocho bebés”

"Estuve diez minutos entre los escombros", cuenta una enfermera que quedó atrapada tras la explosión. Ivonne, de 43 años y 16 de servicio en el centro infantil, abandonó el hospital donde le atendieron de las heridas poco después de las dos de la tarde. Estaba a punto de acabar su turno cuando se vio envuelta en un infierno de hierros y cascotes: "Había ocho bebés en mi sala. Gracias a dios pude salir viva. Tengo hematomas, nada grave".

Miguel espera en la entrada de barrotes con taquicardias. Ruega a la seguridad del hospital que le deje pasar a ver a su esposa y a su bebé, Manu, nacido el martes por la tarde. "La felicidad, y después, esto", lamenta su mala suerte. Los responsables del hospital le dicen que se tranquilice, que su mujer y su hijo están estables. Miguel, de 31 años, viste pantalones cortos, camiseta y gorra. Le dicen que debe cambiarse de atuendo –uno más formal– para entrar en el hospital. Al otro lado espera la ilusión de encontrar a los suyos con vida.

Dora Flores ha recibido hace unos instantes una buena noticia y otra muy mala: su hermana está hospitalizada –está, que no es poco– pero la hija que tuvo de madrugada, su sobrina, no aparece por ningún lado. “¿Cómo dejan entrar un camión pipa cargado de gas en un sitio de bebés? No me lo puedo creer”, dice indignada Dora. Más que indignada, furiosa. Se está dando cuenta –lo está viviendo en sus carnes– que no hay peor dolor ni nada más injusto que perder a un recién nacido.


Detienen al conductor

El conductor del camión cisterna de gas que explotó al frente del hospital Materno Infantil de la capital mexicana y dos de sus ayudantes fueron detenidos.

El conductor Julio César Martínez y sus ayudantes intentaron solucionar la fuga de una manguera de la pipa de gas que abastecía al centro médico y al ver que no podían llamaron al cuerpo de bomberos, indicó Serrano.

La explosión se registró cuando los bomberos llegaron al lugar y miembros de este cuerpo de emergencia resultaron heridos, indicó.
El fuerte estallido provocó el colapso de la mayor parte del hospital público, ubicado en el oeste de la capital mexicana.

Al principio se difundió la muerte de siete personas. A media tarde, las autoridades oficializaron dos muertos, incluidos cuatro menores, y 58 heridos, pero las labores de búsqueda continúan entre los escombros. Al menos 17 bebés, varios recién nacidos y otros con semanas de vida, fueron rescatados entre los escombros y trasladados a otros hospitales.(la república)