Por: Dionicio Mantilla León
Era finales de 1820 cuando el General José de San Martín, establecido en Huaral, conocedor de que el norte peruano era la región más débil de las fuerzas realistas y deseando asegurar la independencia invita al Intendente de Trujillo, José Bernardo de Tagle y Portocarrero, Marqués de Torre Tagle, a proclamar la independencia de Trujillo y plegarse a las fuerzas patriotas. Invitación que fuera aceptada por este dedicándose íntegramente a ello.
La alianza entre Torre Tagle y San Martín fue determinante para aislar a Lima de las provincias del Norte y expulsar al Virrey La Serna hacia el Cusco. El sueño de la independencia estaría asegurado si se lograba comprometer a la población del vasto territorio norteño conformado por 9. Conocedor de esto el obispo español José Carrión y Marfil dio aviso a las fuerzas realistas asentadas en Cuenca (Ecuador) las que designaron al Coronel Tolrá a deponer de la Intendencia a Torre Tagle; empero, este tomó preso a los oficiales del militar hispano para luego ordenar la captura del Obispo y designar a su sucesor.
Enseguida, el 24 de diciembre, convocó en la Intendencia, a los personajes más ilustres de la ciudad con el fin de dar a conocer la convocatoria de San Martín y disponer los preparativos de la independencia señalando como fecha para ello, el 29 de diciembre de1820. Mientras tanto, el General San Martín con el propósito de preservar el magno acontecimiento de cualquier incidente que lo entorpezca envía, un día antes, al Batallón N-6 que arriba a Huanchaco en medio de la algarabía de los huanchaqueros; asimismo, Torre Tagle envía al ex Obispo y 16 soldados hispanos al cuartel general de Huacho donde se hallaba el Libertador.
Eran las 2 de la tarde del día 29 y el pueblo trujillano asistía masivamente a la Plaza de Armas, mientras las autoridades y elementos notables se congregaban en la Sala Consistorial del Ayuntamiento. La hora de gloria había llegado. La llama bendita de la libertad se había prendido para no apagarse jamás. Como bravos centauros con hambre de libertad y a las eufóricas exclamaciones de ¡Libertad! ¡Libertad!, cientos de independentistas liderados por Torre Tagle salieron del local de la Intendencia (Hoy, Casa de la Emancipación) para dirigirse al Ayuntamiento donde fueron recibidos por el Alcalde, Juan Manuel Cabero y Muñoz, 12 regidores, dignatarios y personalidades.
La asamblea fue presidida por Torre Tagle quien pidió que se deliberase si se juraba y proclamaba la libertad y la independencia de la Patria. Según el historiador huamachuquino, Nicolás Rebaza Cueto: ”No hubo oposición alguna y por unanimidad” los asambleistas optaron por la independencia. En gesto inesperado el Marqués de Torre Tagle hizo entrega, entonces, del cargo de Intendente y pidió “permiso para pasar a las filas del ejército y derramar su sangre hasta la última gota en defensa de la Patria”. Sin embargo, los concurrentes “no admitieron la renuncia y, por el contrario, invitaron que continuase al frente del Gobierno esta vez a nombre de la Patria Independiente” convirtiéndose así en el Primer Presidente de la Patria Libre. Indudablemente que el rol histórico desempeñado por Torre Tagle debía continuar porque la jornada no había concluido. Fortalecido con ese respaldo sale al balcón del ayuntamiento y lanza un vibrante discurso:
“¡Pueblo mío! ¡Acabamos de jurar y proclamar la libertad y la independencia de Trujillo! ¡Desde este momento y por la voluntad general del pueblo, Trujillo es libre e independiente! ¡Pongo nuestro Destino y el del pueblo bajo la protección del cielo!”. Enseguida, batiendo el flamante pabellón nacional creado por San Martín, exclama: “¡Viva Trujillo! ¡Viva la Patria libre! ¡Viva la Libertad! ¡Viva la Independencia! ”
LAS NUEVAS LIGADURAS
Han transcurrido ya 194 años de este magno acontecimiento y las voces de libertad que pronunciaran nuestros antecesores aún resuenan en nuestros oídos insuflándonos de satisfacción y patriotismo por la destrucción de las ligaduras que nos oprimían y la consecuente libertad política lograda. Satisfacción incrementada por algunas obras de envergadura existentes en Trujillo y la región orientadas al desarrollo; s194 in embargo, existen otras ligaduras que nos queman, ligaduras que laceran nuestra alma inmersos como estamos en una realidad en donde campea la podredumbre de la corrupción y el cáncer de la delincuencia y la criminalidad.
Deprimente realidad a la que se añade el ambiente de injusticia y desigualdad existente graficado por la abismal diferencia de sueldos, el irrespeto a las reivindicaciones de los trabajadores (Ley Servir, AFP para trabajadores independientes, Ley de empleo Juvenil) y las muchas promesas incumplidas. Aun así, mantenemos la esperanza de un mañana mejor para este digno y hermoso pueblo que se precia de haber sido la cuna de la libertad de la Patria. ¡Viva Trujillo!