A favor y en contra. Carlos Tapia y Roberto Pereyra de IPYS dicen que la exposición senderista había pasado inadvertida hasta que el ministro hizo su aparición. Sin embargo, Wilfredo Pedraza destaca que se trató de una "respuesta política" necesaria.
Enrique Patriau
Dos especialistas consultados por La República coincidieron en que el enfrentamiento entre el ministro del Interior, Daniel Urresti, y Manuel Fajardo, abogado del cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, sirvió al final para promocionar al Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef).
Roberto Pereyra, abogado del Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS), dijo que la aparición del ministro en una galería de arte donde se exponían pinturas y esculturas de sentenciados por terrorismo terminó dándole publicidad gratuita al Movadef, "cuando ya nadie se acordaba de ellos, poniéndolos, de nuevo, en la palestra por una tontería, por una escaramuza".
Carlos Tapia, uno de los que más ha estudiado a Sendero Luminoso, ofreció una impresión similar. Según él, el enfrentamiento Urresti-Fajardo, que fue ampliamente cubierto por los medios de comunicación, sirvió para publicitar una exposición "de la que casi nadie sabía nada". "Se le dio tribuna (al Movadef)", señaló.
La reseñada líneas arriba es la posición de analistas que no pertenecen al gobierno.
Pedraza respalda
Una mirada parcialmente distinta es la del ex ministro del Interior, Wilfredo Pedraza. En su opinión, si bien es cierto que el duelo verbal del viernes supuso darle publicidad a la exposición, también es verdad que Urresti ofreció una "respuesta política" al Movadef.
"Si me lo pregunta, puede haber sonado estridente, pero la actitud (de Urresti) es buena, porque permite luchar contra el Movadef en el plano político", señaló.
Según Pedraza, los partidos políticos, que deberían ser los encargados de confrontar ideológicamente a los simpatizantes del senderismo, no están en capacidad de realizar esta tarea porque se encuentran "disminuidos, reducidos".
Libertad de expresión
La exposición que se había iniciado el 12 de diciembre incluía obras de reconocibles senderistas como Elena Iparraguirre y Maritza Garrido Lecca, detenidas desde 1992.
Aparte de la conveniencia o no de que Urresti se enfrascara en una disputa verbal con Fajardo, otra pregunta que quedó dando vueltas tras el incidente es si se estaría vulnerando el derecho a la libre expresión de quienes exponían sus trabajos.
"A mí, como a la mayoría de los peruanos, no me gusta el Movadef. Pero es muy peligroso lo que ha ocurrido. Se ha transitado por una línea muy peligrosa", declaró Pereyra.
El abogado del IPYS explicó que, hasta donde ha podido ver a través de la televisión, las obras no califican como "apología" al terrorismo.
Por su parte, Tapia indicó que no existe disposición legal que prohiba a los presos expresarse artísticamente, siempre y cuando no infrinjan la ley. Reconoció que algunas pinturas o esculturas podrían calzar dentro del delito de apología al terrorismo, aunque otras no.
"Por lo que he podido ver, (las pinturas) son parte de una corriente artística de onda retro, lo que se llamaba el socialismo realista", explicó.
Tapia se preguntó por qué si las obras son apología terrorista para el Estado, instituciones como el INPE o los servicios de inteligencia no impidieron que la exposición se organizara: "Alguien debió haber impedido la salida de esas pinturas, ¿no?".
¿Cómo combatir al Movadef?
Una mezcla entre inteligencia para la acumulación de indicios y pruebas con una adecuada estrategia legal es el mecanismo más adecuado para enfrentar al Movadef, señaló Roberto Pereyra, del IPYS. "Lo otro, lo que hemos visto, es victimizar a una organización que busca propaganda", dijo.
Carlos Tapia sostuvo que lo mejor que se puede hacer es plantear un combate de ideas. "No se les puede impedir que hablen, al contrario. No hay que darles oportunidad de que se victimicen, de que se digan perseguidos por sus ideas", explicó.
Finalmente, Wilfredo Pedraza insistió en la importancia de hacer un seguimiento continuo de las actividades del movimiento.
Claves
galería. La exposición en un local de Jr. Camaná llevaba abierta una semana.
irrupción. Daniel Urresti se apareció el viernes acompañado por jefes policiales, por el procurador contra el terrorismo, Julio Galindo, y por periodistas.(la república)