Huamachuco
El escritor huamachuquino Aristóteles Cruz Ledesma, gentilmente nos proporcionó esta crónica sobre Estación Sonora Libertad que cumplió este 24 de diciembre sus Bodas de Oro, 50 años. Felicitaciones por el escrito que nos hace recordar y volver a vivir la música y los tiempos de entonces. (Beto Mendoza)
Por: Aristóteles Cruz Ledesma
ESTACION
SONORA LIBERTAD
¡Mucho gusto, buenas
noches! Con ustedes el Programa Favorito de Huamachuco Nocturno “¡FESTIVAL DE
MELODIAS!”
08:00 de la noche en punto. Los
parlantes de la Sonora “Libertad” empiezan a vibrar, dando inicio, como cada noche al carrusel de
canciones dentro de una programación
debidamente estructurado.
En el aire las voces bien
impostadas de los hermanos Carlos y Alberto Flores Ledesma se siguen escuchando nítidamente como hace 48
años. Y aún parece que fue ayer.
*****
-
¡Mamá, voy un ratito a la plaza con Charo!
-
Pídele permiso a tu papá, Sarita.
-
Es que ha salido con sus amigos.
-
Está bien, pero apenas acaba la Sonora, ya está
aquí.
-
Si mamí, eres un ángel, por eso te quiero.
-
¡Seguro!
Las dos amigas más que correr
parecían que volaban, conforme se acercaban a la plaza iban percibiendo las
nota melódicas del argentino Leonardo Fabio: “…Quiero aprender de memoria/
con mi boca a tu cuerpo/
muchacha de abril/ y recorrer tus entrañas/ en busca
del hijo que no ha
de venir…Empezaron a dar vueltas alrededor dialogando sobre sus tareas estudiantiles, de sus profesoras
del Colegio “Florencia de Mora de Sandoval” y
de los chicos de la Gran Unidad Escolar “San Nicolás”. Charo decía:
-
…Y entonces se me acercó y dijo que estaba
enamorado de mí - por fin la declaración
que tanto esperaba -, sentí que unas
mariposas revoloteaban dentro de mi estómago, las piernas empezaron a temblarme
y el corazón golpeaba mi pecho con tanta
fuerza que me impedía hablar. De pronto sentí sus labios en mi boca… ¡Y ya!
-
¿Ya qué?
-
Desde ahí somos enamorados
-
¿Así de
fácil?
-
Claro que esperabas ja,ja,ja.
*****
Allá por el año 1960, don Alejandro
Flores Pinillos recibió la invitación de
la Compañía Alemana “Philps” para que sea distribuidor oficial de la Marca. Dos años después, la señora María Julia
Zavaleta Marino, directora del Colegio “Florencia de Mora de Sandoval”
(funcionaba en la propiedad de la familia Fuentes Revelo, calle Simón Bolívar),
solicita un equipo de sonido para sus actuaciones cívicas, escoge el modelo y
es pedido a Lima, pronto fue enviado y
entregado a la solicitante. Sin embargo, a las pocas semanas pide al señor Alejandro que si fuera posible cambiarlo por otro de menos watts de
potencia y fue aceptado.
En marzo de 1963, don Arístides
Iparraguirre Rodríguez, administrador del Cine Teatro Municipal, muy amigo de
don Alejandro, al ver el equipo de sonido manifiesta.
-
Don Alejandro por qué no lo utiliza y pone
música como propaganda de su establecimiento.
-
Claro, por qué no, y así aprovechamos para
probar los discos que nos envían de promoción.
Y así se hizo, pero quien disfruto
más en la selección de los discos fue Carlos, el hijo mayor de los Flores
Ledesma. Cuantas veces sus familiares han sonreído con sus ocurrencias sobre
todo cuando cogía un vaso y lo utilizaba como micrófono para imitar la
narración de encuentros deportivos, noticias o a presentar un disco sin saber que
el destino le tenía preparado una sorpresa.
Los meses fueron pasando y en
noviembre del mismo año, nuevamente don Arístides llegó por la tienda de
don Alejandro y le dijo:
-
Don Alejandro he visto que clientes y amigos se acercan a su tienda con
la finalidad de escuchar música.
- Así
es mi estimado amigo.
-
Quiero sugerirle algo don Alejandro.
- A
ver, dime de qué se trata.
-
Simplemente que extienda esta
hermosa secuencia melódica, pero con más
parlantes. Y si usted lo permite, yo ofrezco mi tienda como centro de operaciones
y por supuesto un parlante pondré en mi balcón ¿Qué dice usted?
-
Bueno si tú te encargas de administrarlo
y hacer de locutor. ¡Está bien!
- Yo
también acepto, pero que nombre le ponemos.
-
¿Cuál sugiere don Arístides?
-
Propongo que sea Estación Sonora Libertad.
-
Mmmh… Me parece bien, de acuerdo.
El equipo se instaló como se había
acordado, empezando a funcionar el 24 de diciembre de 1963, a las 09 de la
noche en la casa asignada con el número 430 de la calle José Balta, frente a la
Plaza de Armas, teniendo como único locutor a don Arístides Iparraguirre
Rodríguez. Un cajabambino de 29 años que llegó a Huamachuco el 06 de abril de
1959 (fue administrador de Cine Teatro Municipal hasta
1979).
Ya en el aire, la música se escucha de una guitarra que brota de los
surcos negros de un disco. Notas imposibles que rasgan los nervios, la
nostalgia y penetran en las pequeñas cosas que se van diluyendo. Son notas que
trae la ausencia y que pese a todo no logran desprenderse del vacío irrisorio y
cruel de un mundo que no tolera quedarse afuera cuando dos se funden en su propia música. El hombre y su guitarra eso
era Jimmy Hendrix
Por aquellos días llegaban a la
ciudad muchos comerciantes en sus camionetas a ofrecer una serie de artículos
como telas, mercería etc. y se instalaban
tendiendo sus carpas y amarrándolas a los clavos que ponían en los muros
del Campanario, uno de ellos al escuchar la música, le dijo al otro:
-
Escucha, no conozco otra ciudad que tenga una Estación Sonora.
- Sí pues, que interesante ¿Verdad?
Quien hubiera imaginado que esa
sencilla frase: “Estación Sonora”
agregado a la expresión más grande del género humano: “Libertad” perduraría a través de los años. Y fueron
pasando los días y pronto se instalaron
parlantes en las cuatro esquinas de la plaza y a solicitud de los moradores de
las “Cinco Esquinas”, quienes ofrecieron el cordón para el tendido, el parlante
se instaló sobre el balcón de la casa de
la actual familia Acosta, identificándose en Jirón Lara N° 499, igual pedido
hicieron los moradores de la calle Bolívar y se instaló en la intersección de
la calle Sánchez Carrión y Bolívar, hoy “Hostal Ramírez”.
Un año después se cambia de local para
funcionar en el jirón Castilla (actual Hotel Colonial),asumiendo la
responsabilidad administrativa y en la locución Carlos Flores Ledesma hasta
fines de 1965, que viaja a la ciudad
de Lima
y trabaja en varias emisoras
radiales, posteriormente en Radio “Unión”
y al poco tiempo en Radio “América”, que se caracterizaba por tener muy buenos
programas y por donde desfilaron Nicomedes Santa Cruz, Pablo de Madelengoitia,
el Carreta Jorge Pérez, Humberto Velásquez, Jorge Peláez Rioja y Carlos Rojas ,
entre otros grandes personajes. Y fue en Radio “América” donde grava junto a su hermano Alberto, la
característica que identificaría la apertura del programa de la Sonora,
utilizando el tema “Popsy” de Ray
Conniff y para identificar uno de los
programas clásicos de las 08 a 10 de la noche : “Festival de Melodías” utilizan el tema “Pantalones de Fantasía” de Al Hirt.
Posteriormente Carlos empieza a trabajar en Canal 4 de Televisión junto a
Arturo Pomar y Raúl Ferrero Colton.
Pasaron algunos años de trabajo intenso combinado con estudios de periodismo en
la Universidad Católica del Perú y a comienzos de 1972 gana un concurso de la
“Organización de Estados Americanos”
como Oficial de Información en Lima, lo que significó su renuncia a Radio
“América” y Canal 4, para iniciar una larga e impecable carrera en la OEA lo
que lo llevó a instalarse en Washington, donde se desempeño primero como Jefe
de Radio y posteriormente como Jefe de Prensa con la responsabilidad de
proyectar la imagen de la OEA a nivel internacional, al mismo tiempo formar
parte de las Misiones de Observación en la mayoría de países de América Latina.
En el año de 1975 fue llamado por
Panamericana Televisión para trabajar en el noticiero “24 Horas” y el programa “El Público Quiere Saber”. En el año 2003
decide jubilarse y actualmente conduce
un programa de tipo cultural “De Canto a Canto” en Radio “Filarmonía”.
Pero volvamos al año 1966, luego que
la “Estación Sonora Libertad” se sumiera en el silencio asume la posta Alberto Flores Ledesma, hasta
que, a fines del año 1969, viaja a la
ciudad de Trujillo y trabaja en Radio
“Primavera” por un espacio de ocho meses, luego
viaja a la ciudad de Lima y trabaja en Radio “Santa Rosa”,
posteriormente en Radio “América” (1970)
y llega a formar parte del staff de
locutores profesionales participando en los noticieros y en los programas de música del recuerdo,
luego en el Noticiero de “Canal 4” en el
programa ”Hoy”; años después ocuparía el cargo de Secretario de Organización de
la Asociación de Locutores del Perú. En el año de 1982 viaja a Miami (EE.UU.)
para contactarse con el presidente de la
Federación de Locutores de Estados
Unidos, el cubano Guillermo Stenós, quien le pide que durante su estancia sea el narrador de noticias de Radio “Reloj”
de WQBA “La Cubanísima”. Al cabo de seis meses regresa al Perú a reintegrarse a
sus labores de Radio “América” y “Canal
4”, hasta el año de 1985 que viaja a Washington a trabajar en Radio
“Marti” en el programa de “La Voz de
los Estados Unidos de América” hasta
1997, cuando una empresa particular de Miami contrata sus servicios para
trabajar en un programa de noticias a nivel nacional, donde permanecería hasta
el 2004 tiempo que decide dejar definitivamente la locución y volver al
terruño.
Seguramente que ni sus padres ni nadie de la familia podían
imaginar que con la creación de la “Estación Sonora Libertad”, a los hermanos
Flores Ledesma, ya les estaban dando una profesión
*****
9:55 PM.
Una jornada más, uno de los tantos que va llegando al final de la transmisión del programa
“Festival de melodías”. En eso, unos pasos se acercan tropezando hasta la ventanilla de la cabina donde se
encuentra el conductor y con voz aguardentosa manifiesta:
-
¡Pucha, llegue a las justas! Oye colorao – se refería a Alberto “Betín”
Flores” -, toma tu sol y ponme “Pa todo el año”
-
Cómo no, mi estimado Elmer – la respuesta era para Elmer “Zarquillo
Zegarra uno de los hermanos “Cunshyos” -, enseguida daremos cumplimiento a su
pedido.
-
Pásalo completito colorao – al
salir se fue de muelas contra el suelo y desde allí aún pudo decir -, yo
voy a estar escuchando…
En unos segundos el aire se fue
llenando de la voz inconfundible del mejicano José Alfredo Jiménez: “Por tu
amor que tanto quiero/ y tanto extraño/ que me sirvan
una copa/ y muchas más/ que
me sirvan de una vez/ pa
todo el año/ que me siento seriamente emborrachar…”
El hombre, con paso vacilante se fue
perdiendo en las sombras de la noche degustando de su canción y cantando a su
manera la letra que le traían recuerdos
de viejos amores: “Si te dicen que me vieron/ muy borracho/ orgullosamente diles/ que es por
ti…”
Al silenciarse la Sonora, en la plaza no quedaba ni un alma, todos se
recogían a sus hogares o buscaban refugio en el bar “El Danubio” con el
pretexto de contrarrestar el frío de la noche con exquisitas copas de thermolín
preparadas por el señor Segundo Quipuzcoa Zavaleta
A inicios de 1971, para cubrir la
ausencia de Alberto Flores, muchos huamachuquinos, animosos convencen a don Alejandro para la reapertura
de la Sonora. Desfilando en la conducción: Mario Ramírez, Hernán Rebasa Jara,
Américo Chávez Viera, Humberto Moreno Díaz,
Lucio Pastor Layza, Amada
Violeta Flores Ledesma, Carlos Altuna, Juan Gamarra Vargas, Nicanor Castillo, todos
ellos aficionados a la locución, fueron los eslabones para que la Sonora no pierda la vigencia de sus
actividades y programas como la de dar
espacio abierto a la efemérides, actuaciones cívicas, programas establecidos debidamente estructurados y
horarios rígidos de lunes a viernes (1era. audición: 1 á 2 de la tarde, 2da.
audición: 6 á 7 de la noche y la 3era. audición: 8 á 10 de la noche), los días
sábado y domingo la programación era más extensa, tanto en la mañana, tarde y
noche donde no faltaba la selección de la mejor música, mensajes, dedicatorias,
bajo la más estricta norma de ética y las buenas costumbres. En pocas palabras:
“un medio de difusión abierto a la Cultura”
Las ondas radiales de la Sonora
siempre fueron de gran utilidad para los jóvenes enamorados, quienes en cortos
mensajes se enviaban temas musicales con gran contenido poético como: “Cuanto
te amo” interpretado por Jimmy Fontana, “Si las Flores pudieran hablar” de
Nelson Ned, “Amor en el aire” de Rocío Dúrcal, “Nunca te dejaré de amar” de
Palito Ortega, “Yo soy aquel” de Ráphael, “Quiero llenarme de ti” de Sandro,
“Fuiste mía en verano” de Leonardo
Fabio, etc., muchas veces se escogían temas que manifestaban la ruptura de un
romance como: “La cadena se rompió”, “Pobrecito” de V Parlamento, “Media
vuelta” de Javier Solís, “Compasión” de Django. También se buscaba la manera de decirle al ser amado
que todavía podía haber otra oportunidad y allí estaban el Greco con su “Nave
del Olvido”, Los Iracundos con “Chiquilina” y “Te siento más distante”, Nilthon
César y “Cerca de los ojos, lejos del corazón”, Nicola Dibari con “Liza de los ojos azules”, Roberto Carlos y
su “Gato en la oscuridad” José, José con “El triste”, Piero con “Si vos te
vas”. Y una gran lista para todos los gustos.
Años después, el equipo y demás accesorios de la Sonora fueron transferidos, en
propiedad al señor Mario Carbonel Vega, llegando a funcionar en el jirón Miguel
Grau N° 490, conocido como “la Calle del Correo”. En esta etapa los nuevos
locutores fueron: Ciro Meléndez Galarreta, Jorge Ávila Cisneros, José Morales
Cabrera, Moisés Zarate, Oswaldo “Joao”
Rojas Caballero, Henry Aldo Cabrera Medina.
La Sonora pese a haber cambiado de
dueño seguía manteniendo su estricta programación y sus mensajes musicales. Sin embargo en
algún momento el corazón de un locutor no
pudo sustraerse al encanto de una bella mujer que residía cerca a las “Cinco
Esquinas”, entonces poniendo toda su
pasión lanzó al aire su inconfundible voz con la plena certeza de ser escuchado.
-
Es “Festival de Melodías” en Huamachuco Nocturno
y don Julio Iglesias nos entrega el tema
“Júrame” – aquí el locutor vierte toda su sensualidad masculina y exclama con
verdadera pasión -: ¡Para ti, que me estas escuchando!
En la puerta de su tienda la hermosa
fémina, de tez morena cual suave terciopelo, abanica sus grandes ojos negros y sus labios tiemblan
pero callan al deseo de ser besados.
Ella sabe que cada noche a la misma hora
su amor imposible le enviará una canción directo al corazón para acunarse bajo el embeleso de ser correspondido silenciosamente,
sin atreverse a gritarlo a los cuatro vientos
porque la sociedad con sus normas hipócritas no lo entenderían. De
pronto, mira el cielo estrellado y ahoga
un suspiro, pero no puede evitar que sus turgentes senos se estremezcan debajo de la blusa de seda
El locutor dentro de la cabina escoge otro disco, lo coloca en el torna mesa y el platillo
comienza a girar, las notas melódicas
del grupo “Fresa Salvaje” invaden la calle Lara, la noche se llena de
encanto y el interprete a manera de suplica empieza a canta r: No sé
mi negrita linda/ que es
lo que tengo en el
corazón/ que ya no como
ni duermo/ vivo pensando sólo en tu amor/
Hay muchos que me aconsejan/
que te abandone, que me
haces mal / y yo no sé
lo que pasa/ que
cada día, te amo más…-
En estos precisos momentos el locutor que ya no puede con sus angustia
manifiesta -: ¡Para ti, que me estas escuchando!
En el año de 1980, siendo alcalde el
señor Ricardo Wolcoot Morales es aconsejado que la “Estación Sonora Libertad”
debería continuar en el aire, sobre todo
porque era parte de la historia de Huamachuco, por su aporte a la cultura y la
nostalgia que sienten los coterráneos al regresar a su lugar materno, desde
entonces, empieza una nueva generación
de locutores iniciándose con el señor Raúl Ledesma Paredes, posteriormente Robbie Rojas Muñoz, Alberto Villanueva,
Fernando Polo Rodríguez, César Lescano Gavidia, Marcos Roncal Campos, los
cuales se convirtieron en “Maestros de Ceremonias” en actos públicos como lo sigue haciendo el señor Juan Joseph Díaz Mauricio, último “sobreviviente” de toda una Pléyade de
comunicadores sociales aficionados a la locución que imparten cultura con un
fondo melódico que llega hasta la fibra más sensible del ser humano.
Si tuviéramos que enumerar cuantas
personas se llegaron a enamorar paseando alrededor de la plaza, sería
imposible, solo podemos decir sin lugar a equivocarnos que muchas de de ellas
se juntaron jurándose amor eterno, llegaron al matrimonio y hoy son respetables
ciudadanos y abuelos, que deben sentir la nostalgia de aquellos tiempos que
fueron mejores, donde los temas musicales eran verdaderas obras de arte
poético.
El mundo seguirá girando
interminable, se compondrán muchas
melodías, pero como aquellas que
llegaron al alma de una hermosa, pero efímera juventud, ninguna.
******
La noche esta tachonada de picaros
centelleos, con esa luna dormida que
incitaba a soñar, en la plaza las parejas de enamorados pasean planificando su
romance, nadie se percata que en una
banca de madera, bajo un añoso eucalipto, a pocos pasos del local de la Policía
Nacional del Perú. Fernando R. miraba sin ver a la nada, se encontraba
completamente sólo, en una soledad que le desgarraba el corazón, su mundo en
esos instantes era gris donde todo parecía haber sido olvidado por la vida,
donde la luz se ha ajado como un papel viejo. La mujer que un día lo hizo soñar
ya no estaba, se fue, no volverá. El locutor de la Sonora va anunciando la
canción que él ha pedido en la voz de Carlos Javier Beltrán.
“Sólo ayer, tan sólo ayer,
yo te deje partir sin poder comprender
que eras tú la luz de mi existir
y
tarde me di cuenta cuando me equivoque.
Pensar que solo ayer jugaba con tu amor,
creyendo que en mi vida tú eras una más
de tantas aventuras; que triste es comprender
cuando es muy tarde ya y todo terminó.
Realidad que viene del ayer,
ya nunca te tendré, ya no vendrás a mí,
muy sólo y triste, sé que todo se perdió,
tu amor, mi juventud, nuestra tierna ilusión.”
Fernando es consciente
que sus ojos se van anegando en llanto,
siente una sacudida violenta en todo sus ser, un crujido áspero en el cerebro y
luego una oscuridad total en una inconsciencia absoluta.
*****
Cuando abrió los
ojos y pudo pensar se dijo: ¿Esto es el tránsito de la vida a la muerte? ¿O simplemente un despertar en
el otro mundo? Entonces se percató que no estaba sólo, ella estaba a su lado.
Era como vivir un sueño increíble, un mágico hechizo que, en cualquier momento,
podía romperse, para despertar a la realidad cruda y lógica, descubriendo que
nada de aquello era verdad.
Ella frente a él le miraba dulce
y tristemente con sus hermosas e inquietantes pupilas.
- Sí.- afirmó ella, con un pestañeo
melancólico – sí soy yo, te he buscado porque no puedo ya vivir sin ti. Porque
he comprendido que el amor lo perdona todo.
Fernando tras unos
instantes de aturdimiento y perplejidad se da cuenta que está en la misma banca
y bajo el eucalipto donde se puso a escuchar la canción. También se percató que
la Sonora estaba por finalizar su audición.
- ¿Entonces no estoy muerto?
- Muerta de angustia estuve yo, por el susto
que me has dado con tu desmayo.
- ¿Qué yo me...Quéeee...?. – puso los ojos
como de borrego moribundo sin llegar a concluir su pregunta.
Una risa musical,
melodiosa, escapó de los labios de la joven mujer. Sus ojos miraron el rostro
varonil con triste dulzura, acercó su boca a la de él y los dos se sumieron en
un dulce embeleso. No fueron conscientes
que el locutor en esos instantes decía:
- ¡Transmitió para ustedes Estación Sonora
Libertad. “La Voz de la Sierra Liberteña”.
Unas cuantas notas ribetearon el
final, luego ¡Silencio!