El drama de los sobrevivientes del accidente de Horna y una historia que debe contarse. Violeta Rojas quedó postrada en silla de ruedas
Violeta Rojas abriga el sueño de poner caminar algún día| J. Albán
Para Violeta Rojas Baca no hay mejor medicamento que una sonrisa. Tal vez esa sea su mejor tratamiento para no darse por vencida. Violeta, quien dedicó más de quince años de su vida a la música, es una de las seis sobrevivientes de la mayor tragedia ocurrida en los últimos años en las pistas de la región.
La mujer de 31 años viajaba en el bus siniestrado de la empresa Horna que cayó el 13 de abril del 2013 a un abismo de 200 metros cerca del desvío a Otuzco. Aunque tuvo la fortuna de sobrevivir, aún padece lesiones graves que la han postrado a una silla de ruedas.
Violeta sonríe para maquillar el pesar que a diario la embarga. Y también lo hace para guardar viva su esperanza. En su humilde morada del jirón Bolognesi 1012, en Huamachuco, se recupera lentamente de las heridas y los malos recuerdos a la espera de que los dueños de Horna la indemnicen.(la industria)
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