Por: Luis Flores Prado
“INFORME DEL SUBPREFECTO DE LA PROVINCIA DE HUAMACHUCO, SOBRE SU ACTUACIÓN EN LA REVOLUCION APRISTA DEBELADA.
Señor Coronel Prefecto del Departamento:
S.C.P.
En la mañana del 7 del presente recibí la circular telegráfica Nº 3414 de esa Prefectura, en la que se me comunicaba haber estallado la revolución en la madrugada del indicado día en Trujillo, ordenándoseme tomara las disposiciones del caso.
En vista de esto, de acuerdo con el Jefe de Línea de la Guardia Civil, Alférez Guzmán se dispuso la reconcentración a esta ciudad de la pareja de guardias del Puesto establecido en la hacienda Chuyugual, orden que no pudo cumplirse, por encontrarse uno de dichos guardias enfermo. De manera que sólo se contó para la defensa de esta Plaza con el Alférez y cuatro guardias, restándose la eficiencia del Cabo Arróspide, Jefe del Puesto, por encontrarse enfermo.
En la noche nos apostamos en los balcones y ventanas del Cuartel y de la Subprefectura, con las luces apagadas, listos a repeler cualquier ataque. Grupos sospechosos aparecieron en las bocacalles convergentes a la plaza y al percatarse de las disposiciones tomadas no se atrevieron a mayor actitud, retirándose dichos grupos a las dos de la madrugada.
…
Los elementos apristas de Huamachuco que ya tenían conocimiento de lo ocurrido en Shorey y de nuestros propósitos por los preparativos que hacíamos, se apostaron en el puente de acceso a la ciudad, precediendo a quitar los rieles. Se mandó una pareja en reconocimiento, la que fue copada por los revoltosos, quienes acto continuo emprendieron el ataque a la plaza, iniciándose un fuerte tiroteo, que duró tres horas, quedando la plaza libre y los atacantes se retiraron al puente en un numero de sesenta aproximadamente.
….”
Este informe hace patente la importancia histórica del antiguo local del Cabildo como figura en el plano topográfico de Martínez de Compañón a finales de 1700, desde la adaptación de Plaza Incaica mencionada por J. Topic; la Plaza de Armas española, cuyo patrón de distribución es similar en varias ciudades del Perú.
La preservación y restauración de la fachada del Palacio Municipal de Huamachuco, debe hacerse respetando el edificio antiguo en su integridad, aquella que data de finales de 1800 hasta aproximadamente 1980, en donde a raíz de un atentado, es demolida y construida sin ningún criterio histórico, la parte que más tarde se destinó a la “Biblioteca Computarizada Néstor Gastañadui Sánchez”. Ya Luis Manuel Castillo Vazallo, en su artículo cita hechos históricos que la hacen merecedora de Patrimonio, agregado a esto el testimonio del subprefecto de 1932, durante la “Revolución Aprista”, antes transcrito, hacen del lugar un referente histórico de la identidad de la Ciudad de Huamachuco. Testimonios orales, ubican al poeta huamachuquino Néstor Gastañadui Sánchez, en el día de la toma de la Plaza de Armas, por las huestes apristas, subiendo a la torrecilla del reloj, y desde ahí enarbolando la bandera aprista.
Como podemos apreciar en las fotos de principios del siglo XX, la fachada conserva el portón principal de ingreso que, posiblemente, cuando asumieron funciones las Intendencias de Policía alrededor de 1840, se destinaría al Cuartel Policial, (“los Loros”, que los llamaban así nuestros abuelos, pues vestían uniforme verde con franjas rojas) quedando la parte principal destinada a la Municipalidad, cuyo nombre ha sido resultado del devenir político y administrativo del Perú, desde Ayuntamiento, Cabildo, Intendencia, Concejo, Municipalidad.
Esta parte se adaptó en una de las puertas laterales del Portón, dándole el realce con una escalera encaracolada que llevaba al salón principal, los ambientes del segundo piso fueron oficinas administrativas del municipio huamachuquino. Al ingreso, en la fachada estaba desde principios del siglo XX una pesada placa de bronce, el primer homenaje tangible al coronel Leoncio Prado Gutiérrez, héroe de la batalla de Huamachuco.
En 1918 gracias a la gestión del alcalde Manuel R. Llaury, se consigue instalar el reloj, por diciembre de 1924 se concluye el pintado de la esfera, y se pide que se pinte toda la torre,[1] en 1925 es la fecha en que se da por inaugurado este instrumento; en 1930 a la caída de Leguía hay evidencias de su mantenimiento por parte de R. Revoredo[2], y de su funcionamiento aún en la década del 1970.
Un complejo, un área es patrimonio cultural no solamente por el valor artístico, sino en él están simbolizadas etapas, quiebres históricos, agregado a esto, se tiene la función que sigue cumpliendo, ya sea de carácter mítico, religioso o administrativo, un fragmento de muro como el que dividía a las dos alemanias es patrimonio, ilógico sería tratar de hacer un muro con materiales modernos y mejor terminado que haga en vez del fragmento y todo su contenido tangible, simbólico. Pruebas históricas que hacen de este local patrimonio histórico, motivo para preservar, no solamente en beneficio del turismo, sino sobre todo en la afirmación de la identidad colectiva de Huamachuco.
Los aportes son sólo con el afán de consolidar una discusión alturada, para un buen destino.