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iglesias existen en el centro histórico de Trujillo.
Las iglesias trujillanas albergan en algunos casos cuatro siglos de historia y son parte del acontecer social y religioso.
La iglesia llega a América Latina con la conquista española y a Perú, uno de los últimos países colonizados, en el siglo XV. Con la fundación de la villa de Trujillo, nombre en homenaje a la ciudad de España cuna del conquistador Francisco Pizarro, se asentaron catedrales de una belleza intacta hasta la actualidad. El templo de San Francisco es uno de los más preferidos para los matrimonios.
"Sobre esta piedra edificaré mi iglesia", expresó Jesús en el Evangelio de San Mateo, dirigiéndose al apóstol Simón, a quien posteriormente llamó Pedro por la fe en su palabra para ser la roca firme de la iglesia en los albores del mundo.
La iglesia llega a América Latina con la conquista española y a Perú, uno de los últimos países colonizados, en el siglo XV. Con la fundación de la villa de Trujillo, nombre en homenaje a la ciudad de España cuna del conquistador Francisco Pizarro, se asentaron catedrales de una belleza intacta hasta la actualidad.
Los libros de nuestra historia resaltan el rechazo y arrojo de la Biblia por parte del inca Atahualpa entregada por el padre Valverde. Sin embargo, la conquista total y colonización del Tahuantinsuyo, impuso la edificación de iglesias en cada rincón del territorio con las características medievales de la época.
En Trujillo, con 478 años de fundación, se edificaron hasta 12 iglesias entre los siglos XVI y XIX que resisten al paso del tiempo como la Catedral de Trujillo, iglesia y Monasterio El Carmen, iglesia La Merced, iglesia San Agustín, iglesia San Francisco, iglesia San Lorenzo, iglesia Belén, iglesia Santa Rosa, iglesia y Monasterio Santa Clara, iglesia Santa Ana, iglesia de Santo Domingo y el templo de la Compañía de Jesús.
Fuera de las murallas que rodeaban al centro histórico de Trujillo, fueron construidas las iglesias indígenas de Huamán, considerada como la única de barroco mestizo del norte del Perú y la de Mansiche.
El encanto y las bodas en iglesias
La magia de los santuarios se vive con las creencias, el fervor, los rezos, el temor a Dios, la nostalgia, la música, el canto coral, el silencio, las imágenes de santos, el incienso, las campanas, la arquitectura, las cúpulas, los retablos, las murales y lienzos que preservan un valor histórico incalculable a lo largo de sus más de cuatro siglos de algunos templos trujillanos.
La celebración de los sacramentos como el Matrimonio suelen ser especiales en Trujillo al momento de elegir una iglesia. Una de las favoritas, aparte de la Catedral, es el templo de San Francisco, que seguramente como en muchas se ha podido oír al pianista de turno compartiendo lo mejor de Richard Clayderman.
La marcha nupcial de Félix Mendelssohn, el Ave María Schubert, la Salve Rociera de Manuel Pareja o Va Pensiero de la ópera Nabucco de Verdi; acompañados de coristas, tenores y sopranos, dan un brillo especial al juramento de la pareja ante Dios en esta iglesia coincidentemente lleva el nombre del actual papa Francisco.
El templo fue beneficiado de la campaña “Rescatando Gigantes” durante el 2012. Este año el municipio trujillano organizará matrimonios recreados en la época colonial mediante el programa “Matrimonios eternos” en el mes de mayo como una forma de generar recursos para mejorar la infraestructura colonial del santuario.
Ir a la iglesia es una forma de acercarse a Jesús en esta Semana Santa, en el Jueves Santo es una tradición recorrer unas siete. Reflexión, meditación y el ofrecimiento del perdón a Jesús en estas fechas, genera en los cristiano-católicos la identificación con una fiesta que tiene al fervor religioso albergado en un recinto como el que Jesús forjó para acercar el espíritu con lo carnal y terrenal.
Por: Davinton Castillo (RPP)