¡MOVÁMONOS!
Tratando de ver que ha pasado con el Santuario de Purrumpampa me acabo de encontrar con un lugar maravilloso, un oasis dentro de ese desierto en que se está convirtiendo, en algunas partes, Huamachuco.
Casi detrás del estadio existe un pantano en el cual se reúnen y se encuentran decenas de aves como: garzas blancas y negras, patos silvestres y liclics. La gran mayoría de estas aves asientan en este pantano que hace parte de una de sus escalas en ese largo recorrido que hacen dentro de su proceso migratorio. No se sabe en realidad desde dónde vienen y hacia dónde van. Hablaba con un profesor y me decía que algunas aves venían desde Canadá. Es todo un espectáculo verlas comer, juntarse, alzar el vuelo y todo lo hermoso que se transforma el paisaje con su presencia. No sé si nuestros maestros llevarán a sus alumnos a hacerles una clase en vivo y en directo porque mejor oportunidad no creo que se presente, aparte que estaríamos sensibilizándolos para que quieran, respeten y cuiden a la naturaleza.
Como no hay cuento en el cual todo sea felicidad, encontramos que el río que alimenta estos pantanos está totalmente sucio, con llantas viejas tiradas por todas partes, botellas de plástico por doquier, desmonte y desperdicios que ya se están haciendo muros. Apenas a unos metros de esta única zona podemos ver a una maquinaria pesada que está preparando un terreno seguramente para construir más casas.
Traté de ver si el lugar estaba delimitado pero no encontré ninguna señal de nada. Ojalá que por dónde vaya este escrito alguien nos pueda conectar con alguna institución o algún profesional en ecología, ambiente o algo afín a estos pantanos para que nos puedan visitar y así elaborar un diagnóstico y ver qué podemos hacer por este lugar que a simple vista no podría significar nada pero en realidad tiene mucho que ver con nuestro propio ciclo biológico y hábitat natural.
(Marco Lépez)