En esta nota de prensa podemos ver como hace ocho años un grupo de defensores y difusores del Patrimonio aqueológico de Huamachuco con sus propios medios y recursos llevan un jugete y un pozuelo de chocolate a las familias que viven en el complejo arqueológico de Marcahuamachuco, verdaderos guardianes de nuestra joya mas preciada. Logicamente ellos no ganan jugosos sueldos ni tienen el aval y protección de padrinos politicos y empresarios culturales que desde Lima manejan a sus operadores en Huamachuco. Mientras estos paisanos defienden lo poco que nos queda de nuestro Patrimonio, otros, defienden con uñas (largas) y dientes (filudos) sus cargos y sueldos.
Marcahuamachuco sigue muriendo de pie, ojalá podamos salvar algo de lo que queda.
marco lopez
www.wamachuko.com