lunes, 22 de noviembre de 2021

La evaluación docente

 

Por: Dionicio Mantilla León

Las evaluaciones, la meritocracia y un excelente desempeño en una ocupación son conceptos  íntimamente ligados en el campo laboral y es la clave del éxito de los países desarrollados, pero es la causa del atraso en que se encuentran sumidos los países subdesarrollados como el nuestro donde se valora más el amiguismo y la mediocridad.  Esto viene a colación con lo que viene ocurriendo en el sector Educación y, específicamente, en la última evaluación docente organizada por el Ministerio de Educación a cargo del inefable Carlos Gallardo. Un evento en el que  participaron más de 250, 000 profesores y en cuya aplicación se habrían filtrado las respuestas.

    Una evaluación irregular que ha motivado el rechazo de la dirigencia del SUTEP, de los padres de familia y  varios congresistas quienes están pidiendo la anulación de la evaluación así como la renuncia del referido Ministro quien por lo demás venia siendo cuestionado por su militancia en el FENATEP gremio de profesores vinculado al MOVADEF, así como por haber nombrado como Vice Ministros a varios dirigentes de dicho gremio y, hecho declaraciones extrañas como que va a “generar en las escuelas un movimiento ideológico a nivel nacional”. ¿Qué significa esto? Expresiones que merecen ser aclaradas.

    Pero al margen de cuan verídico sea lo acontecido, lo cual debe ser investigado de manera exhaustiva, traemos al recuerdo algunos antecedentes que pueden servir de pista para esclarecer este bochornoso hecho. Como recordamos durante la huelga del 2017 liderada por Pedro Castillo se enarbolaba ya como principal reivindicación gremial la eliminación de las evaluaciones y la incorporación automática de profesores desaprobados hasta 10 veces a la Carrera Pública Magisterial pedido que provocara el rechazo del MINEDU y la sociedad. Luego, durante la campaña electoral presidencial nuevamente se hizo hincapié en lo mismo.

   Ya durante la Presidencia de Pedro Castillo se hizo hincapié en la situación anómala de 90,000 profesores contratados que habiendo sido desaprobados pedían ser incorporados a la Carrera Publica Magisterial instancia laboral que, irónicamente, el gremio del FENATEP pedía su eliminación. Algo al que por supuesto el ex Ministro de Educación Juan Cadillo, considerado como uno de los 50 mejores maestros del mundo, se opuso por constituir un serio atentado contra la meritocracia, posición que le costara su grosero despido del cargo por parte de Pedro Castillo y peor aún lo hizo sólo mediante whatsapp y sin dar las gracias.

      Dicho maestro fue reemplazado por Carlos Gallardo quien desde un inicio declaraba su apoyo a los 90,000 docentes desaprobados y su posible incorporación automática a la carrera magisterial; empero, ante la repulsa ciudadana se abstuvo de seguir declarando, el que si lo hizo, pero veladamente, fue el Presidente Pedro Castillo en Huamanga, durante su discurso por sus 100 días de gobierno. Algo más, meses atrás, cuando se le cuestionaba por la designación como Ministros de personas sin mayores requisitos de idoneidad, lanzó un absurdo afirmando que “En las designaciones él no tomaba en cuenta el pasado de sus Ministros sino su presente y su  desempeño futuro” constituyendo esto un serio atentado contra la meritocracia. Los resultados de este  pensamiento lo vemos hoy: 10 ministros con hoja de vida negativa y de pésimo desempeño ahora han sido expectorados y 2 están en capilla. Todo un ´récord histórico.

      Estos antecedentes nos sirven para despejar la inquietud de hacia donde habría apuntado la irregularidad de las evaluaciones docentes. Evaluaciones que deben ser anuladas, pero elaborando pruebas no engorrosas, anulando las calificaciones eliminativas haciéndolas sumativas priorizando el desempeño pedagógico. Así mismo la elaboración de las pruebas debe estar a cargo de instituciones idóneas rodeándolas de estrictas medidas de seguridad. Además, Carlos Gallardo debe renunciar como Ministro y designarse a alguien que se aboque a atender la problemática educativa y no los intereses de un sindicato. ¿Lo hará Pedro Castillo?

POR UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD                                                      

       Si queremos una educación de calidad no debemos olvidar que el eje principal del sistema educativo es el alumno y junto a él deben girar elementos coadyuvantes a su formación e instrucción como: Un Maestro idóneo como facilitador de la senda a recorrer, un escenario escolar adecuado, la  participación de los padres de familia y el aporte, con programas positivos, de los medios de comunicación..