domingo, 28 de noviembre de 2021

El problema minero

 

Por: Dionicio Mantilla León

         De que la minería es una de las actividades económicas generadoras de importantes ingresos al fisco nacional, es verdad; pero, también es verdad, de que un buen número_ no todas_ de empresas mineras son contaminadoras del medio ambiente y no cumplen el rol social que la ley les obliga, ni que decir de la minería ilegal que, en su totalidad, se ha convertido en una suerte de pesadilla para miles de peruanos pues destruyen la ecología y la salud de los pueblos que tienen la mala suerte de vivir en las inmediaciones de sus centros de operaciones. Una negativa realidad que provoca, como es lógico, la protesta de los afectados surgiendo así conflictos sociales que, lamentablemente, no son atendidos oportunamente por nuestras autoridades y si lo hacen es para encender aún más la hoguera.

         Es lo que ha ocurrido recientemente en varias comunidades de Ayacucho. específicamente en donde operan cuatro empresas mineras ubicadas en las provincias de Lucanas, Parinacochas y Paucar del Sara Sara: las que fueron cerradas de manera unilateral por disposición de la Premier, Mirtha  Vásquez, generando un problema con grandes repercusiones socioeconómicas en el acontecer nacional y como siempre, días después, el Presidente de la República aparece declarando, contradictoriamente, que su gobierno “promueve una minería responsable, moderna y sostenible y respeta el orden jurídico.” Y, antes que él, el Vice Ministro de Energía y Minas, Jorge Chávez Cresta, aclarando que el gobierno está dispuesto a otorgar una prórroga a las operaciones mineras. O sea el mundo al revés: primero se cierra y luego se busca el diálogo para no cerrar. Una cosa de locos.  ¿Empero, cuál fue la raíz del problema?

                                                     LOS PORMENORES DEL PROBLEMA

  Como es conocido todas las empresas mineras formales antes de iniciar sus operaciones tienen que presentar al Ministerio de Energía y Minas y el Ministerio del Medio Ambiente su “Plan de Cierre” por la compresible razón de que es una actividad no permanente y al acabarse el mineral lógicamente acaban sus operaciones. ¿Y cómo fue el caso de las 4 minas de Ayacucho? Una de ellas estuvo a punto de cerrar y las otras persistían en una ampliación del permiso de operaciones. El problema fue que algunas de ellas, asentadas en cabecera de cuenca, no respetaban la norma de no contaminación entre ellas Apumayo, afectando las aguas de sus ríos y la salud de la población esto encendió la chispa que motivara hechos violentos que desencadenaron en el incendio de las instalaciones de dicha minera.

         Para atender este conflicto las dirigentes de los pueblos afectados pidieron la intervención del gobierno motivando el viaje apresurado de la Premier. Mirtha Vásquez, quien, sin previa coordinación, lanzó la solución: ”No habrá ninguna ampliación más para procesos de exploración y explotación. Vamos a exigirles que terminen y cierren lo más inmediato posible”.  Una declaración que causó un terremoto político en el sector empresarial privado lo que motivara que saliera en plan de contención el Vice Ministro de Energía y Minas, el Presidente de la República y el mismo Congreso de la República que la invitó a aclarar sus expresiones. Ante este convulso escenario nuevamente salió la Premier a declarar, pero todo al revés: “Nos ratificamos en lo que hemos venido sosteniendo el gobierno respeta el estado  de derecho, no hay cierre unilateral”

         Considero que temas trascendentes como el minero debe ser tratado con suma prudencia y capacidad gubernativa siendo el Presidente de la República el responsable de liderar el equipo político y técnico orientado a analizarlo y viabilizar su solución antes de que un representante salga al público, así estaría enterado y no haría lo que él hace hoy: Dejar toda la responsabilidad a la Premier reservándose para él sólo las ceremonias protocolares, visitas inoportunas a Chota   e  incendiarios discursos en mítines. Un estilo gubernativo que trae consigo este tipo de conflictos que perjudican al país y producen inestabilidad. Y pensar que existen en ciernes más de 200 conflictos sociales sin resolver.  

         La falta de capacidad gubernativa del actual Presidente de la República motiva su gran desaprobación ciudadana que llega al 58 % y es argumento para que el Congreso esté planteando su vacancia. ¿Cambiará este negativo comportamiento? Para bien de la Democracia esperamos que si, de lo contrario, Pedro Castillo podría no llegar a terminar su gobierno.