martes, 2 de febrero de 2021

¡La ola venezolana!

INMIGRACIÓN SI, PERO PROPORCIONADA, QUE NO PONGA EN RIESGO LOS INTERESES NACIONALES Y SOBRE TODO QUE RESPETE LAS NORMAS Y LEYES DE NUESTRO PAÍS.

   


Por: Dionicio Mantilla León

        Sin embargo, otra ola, una ola social, viene azotando el país, pero ahora convertido en un gigantesco tsunami. Se trata de la creciente inmigración venezolana hacia nuestro país  alcanzando cifras impresionantes que bordean los dos millones de personas. Un número que viene creciendo incesantemente  pues, según cálculo de los expertos, aproximadamente de 500 a 800 venezolanos cruzan diariamente nuestra frontera de manera ilegal haciéndolo, incluso, de manera agresiva y lanzando frases injuriantes contra los peruanos y sus autoridades según lo denuncia el Gobernador de la Región Tumbes, Wílber Dios.

       Los extranjeros estando ya en territorio peruano se dedican a buscar trabajo ofreciéndose hasta por la mitad del sueldo que perciben los peruanos; otros, se dedican al comercio informal, y varios, se dedican a la mendicidad tocando puertas y exigiendo derechos que no se han atrevido a hacer a su gobernante, Nicolás Maduro, mientras que un buen número se dedica a la delincuencia y el crimen haciendo la vida imposible a los peruanos sobe todo en Lima, como sino fuera suficiente con los delincuentes y criminales que tenemos en el país. Esto no significa desconocer que existen muy buenos ciudadanos venezolanos instalados en nuestro país, lamentablemente, son muy pocos. 

     Esta ola venezolana comenzó con la apertura de nuestras fronteras del norte dispuesta por el ciudadano norteamericano que ocupara la presidencia de la República, Pedro Pablo Kuczynski, cuando el Perú lideraba el Grupo de Lima. Un gesto de seuda “generosidad” por permitir, inicialmente, el ingreso sin pasaporte gesto que fuera continuado por los sucesivos gobernantes de Martín Vizcarra, Manuel Merino y, hoy, por nuestro inefable gobernante, Francisco Sagasti. Haciéndose todos ellos de la “vista gorda”, demostrando así una censurable indiferencia e irresponsabilidad.

    De no haber sido por el video grabado y difundido por las redes sociales por un ciudadano peruano en Tumbes donde se visualizan varios trailers y camiones repletos de invasores venezolanos que cruzan las calles tumbesinas rumbo al sur de nuestro país, este escandaloso asunto no hubiese salido a la luz. Recién con este video el gobierno se puso en alerta disponiendo el traslado de 54 tanques de guerra y 1,200 efectivos del EP para la custodia de nuestra frontera norte- Algo que honestamente no pasa de ser más que un “pantallazo para la prensa” pues no es la solución y es motivo hasta de risa y burla de los venezolanos.   

   La verdadera solución pasa por la expulsión de todos los venezolanos que hayan ingresado ilegalmente a nuestro país así como de todos los extranjeros delincuentes y criminales que hoy pululan las calles de nuestros pueblos. Son dos millones de venezolanos que han quitado la oportunidad de trabajar a nuestros connacionales, han incrementado la mendicidad, la delincuencia y criminalidad y, como yapa, probablemente vienen trayendo el coronavirus del Covid 19 dado que pasan sin ningún tipo de control sanitario.

     Asimismo, para que tengan efecto las medidas de contención de este desproporcionado e irregular ingreso de extranjeros a nuestro país es necesario fortalecer nuestra frontera norte con puestos policiales fronterizos permanentes así como con el establecimiento de las llamadas “fronteras vivas” que no son más que agrupaciones de peruanos carentes de vivienda que deseen fundar pueblos en toda la línea de frontera, comunidades debidamente organizadas por el Gobierno y dotadas de lo mínimo para llevar una vida digna. Sin embargo, para hacer lo que proponemos se necesita coraje y decisión virtudes que, al parecer les falta a nuestros actuales gobernantes.

EL CURIOSO RECLAMO DE JUAN GUAIDÓ

       LA LUCHA CONTRA LAS DICTADURAS SE HACE DENTRO DEL PAÍS Y NO HUYENDO FUERA DE ÉL EN BUSCA DE OTROS PARA QUE LO HAGAN.            

De otro lado, resultan totalmente insólitas las declaraciones de Juan Guaidó (Aquel ciudadano que funge de Presidente de Venezuela en el exterior) quien ante el justo despliegue militar del Perú en la frontera norte pide “protección para los migrantes venezolanos y expresa su preocupación por la medida de militarización de la frontera” medida instaurada con el propósito de disuadir el ingreso irregular y agresivo de sus connacionales.

    Con esta petición Juan Guaidó avala el ingreso ilegal y sin control sanitario, con una pesada mochila de antecedentes policiales y judiciales y, de yapa, una probable carga letal de la pandemia del Covid 19. Más aún su Comisionado de Relaciones Exteriores en un vano intento de justificar el éxodo de sus compatriotas afirma que “la inmigración se produce porque ellos huyen del régimen de Nicolás Maduro y que sólo la salida de la dictadura podrá frenar el éxodo”.  O sea que si no sale el Dictador, “caballero nomás”, los peruanos tenemos que soportar y quedarnos calladitos ante la incontenible invasión de nuestro país.

    Ah, pero como Juan Guaidó es muy buenito, nos plantea una alternativa de solución:  “la salida de la dictadura” pero no dice porque ellos no lo hacen y en lugar de eso huyen, un luchador jamás huye o emigra a otros países dejando al dictador haciendo de las suyas de su Patria. ¡Señores un luchador nunca se corre de las dictaduras la hace frente hasta lograr su derrocamiento. Un luchador social, un autentico revolucionario, lucha por defender y recuperar su Democracia, pero dentro de su patria y no fuera de ella. No busca que otros lo hagan mientras ellos gozan de las comodidades que les ofrecen caritativamente los países vecinos.

     En el Perú, nuestros lideres democráticos jamás han salido fuera del país para sacar a los dictadores un claro ejemplo es que el último dictador y corrupto, Alberto Fujimori, hoy está tras la rejas y hasta cinco ex Presidentes de la República, vienen siendo investigados por corrupción.

    ¡Inmigración si, pero, proporcionada y que respete las normas y leyes peruanas y no propicie riesgos a nuestro país!.