INMIGRACIÓN SI, PERO PROPORCIONADA, QUE NO PONGA EN RIESGO LOS INTERESES NACIONALES Y SOBRE TODO QUE RESPETE LAS NORMAS Y LEYES DE NUESTRO PAÍS.
Sin embargo, otra ola, una ola social,
viene azotando el país, pero ahora convertido en un gigantesco tsunami. Se
trata de la creciente inmigración venezolana hacia nuestro país alcanzando cifras impresionantes que bordean
los dos millones de personas. Un número que viene creciendo incesantemente pues, según cálculo de los expertos, aproximadamente
de 500 a 800 venezolanos cruzan diariamente nuestra frontera de manera ilegal haciéndolo,
incluso, de manera agresiva y lanzando frases injuriantes contra los peruanos y
sus autoridades según lo denuncia el Gobernador de la Región Tumbes, Wílber
Dios.
Los extranjeros estando ya en territorio
peruano se dedican a buscar trabajo ofreciéndose hasta por la mitad del sueldo
que perciben los peruanos; otros, se dedican al comercio informal, y varios, se
dedican a la mendicidad tocando puertas y exigiendo derechos que no se han
atrevido a hacer a su gobernante, Nicolás Maduro, mientras que un buen número se
dedica a la delincuencia y el crimen haciendo la vida imposible a los peruanos
sobe todo en Lima, como sino fuera suficiente con los delincuentes y criminales
que tenemos en el país. Esto no significa desconocer que existen muy buenos
ciudadanos venezolanos instalados en nuestro país, lamentablemente, son muy
pocos.
Esta ola venezolana comenzó con la
apertura de nuestras fronteras del norte dispuesta por el ciudadano
norteamericano que ocupara la presidencia de la República, Pedro Pablo
Kuczynski, cuando el Perú lideraba el Grupo de Lima. Un gesto de seuda
“generosidad” por permitir, inicialmente, el ingreso sin pasaporte gesto que
fuera continuado por los sucesivos gobernantes de Martín Vizcarra, Manuel
Merino y, hoy, por nuestro inefable gobernante, Francisco Sagasti. Haciéndose
todos ellos de la “vista gorda”, demostrando así una censurable indiferencia e
irresponsabilidad.
De no haber sido por el video grabado y
difundido por las redes sociales por un ciudadano peruano en Tumbes donde se
visualizan varios trailers y camiones repletos de invasores venezolanos que
cruzan las calles tumbesinas rumbo al sur de nuestro país, este escandaloso
asunto no hubiese salido a la luz. Recién con este video el gobierno se puso en
alerta disponiendo el traslado de 54 tanques de guerra y 1,200 efectivos del EP
para la custodia de nuestra frontera norte- Algo que honestamente no pasa de
ser más que un “pantallazo para la prensa” pues no es la solución y es motivo hasta
de risa y burla de los venezolanos.
La verdadera solución pasa por la expulsión
de todos los venezolanos que hayan ingresado ilegalmente a nuestro país así
como de todos los extranjeros delincuentes y criminales que hoy pululan las
calles de nuestros pueblos. Son dos millones de venezolanos que han quitado la
oportunidad de trabajar a nuestros connacionales, han incrementado la
mendicidad, la delincuencia y criminalidad y, como yapa, probablemente vienen trayendo
el coronavirus del Covid 19 dado que pasan sin ningún tipo de control
sanitario.
Asimismo,
para que tengan efecto las medidas de contención de este desproporcionado e
irregular ingreso de extranjeros a nuestro país es necesario fortalecer nuestra
frontera norte con puestos policiales fronterizos permanentes así como con el
establecimiento de las llamadas “fronteras vivas” que no son más que
agrupaciones de peruanos carentes de vivienda que deseen fundar pueblos en toda
la línea de frontera, comunidades debidamente organizadas por el Gobierno y
dotadas de lo mínimo para llevar una vida digna. Sin embargo, para hacer lo que
proponemos se necesita coraje y decisión virtudes que, al parecer les falta a nuestros
actuales gobernantes.
EL CURIOSO RECLAMO
DE JUAN GUAIDÓ
LA LUCHA CONTRA LAS DICTADURAS SE HACE DENTRO DEL PAÍS Y NO HUYENDO FUERA DE ÉL EN BUSCA DE OTROS PARA QUE LO HAGAN.
De otro lado,
resultan totalmente insólitas las declaraciones de Juan Guaidó (Aquel ciudadano
que funge de Presidente de Venezuela en el exterior) quien ante el justo
despliegue militar del Perú en la frontera norte pide “protección para los
migrantes venezolanos y expresa su preocupación por la medida de militarización
de la frontera” medida instaurada con el propósito de disuadir el ingreso
irregular y agresivo de sus connacionales.
Con
esta petición Juan Guaidó avala el ingreso ilegal y sin control sanitario, con
una pesada mochila de antecedentes policiales y judiciales y, de yapa, una
probable carga letal de la pandemia del Covid 19. Más aún su Comisionado de
Relaciones Exteriores en un vano intento de justificar el éxodo de sus
compatriotas afirma que “la inmigración se produce porque ellos huyen del
régimen de Nicolás Maduro y que sólo la salida de la dictadura podrá frenar el
éxodo”. O sea que si no sale el Dictador,
“caballero nomás”, los peruanos tenemos que soportar y quedarnos calladitos
ante la incontenible invasión de nuestro país.
Ah, pero como Juan Guaidó es muy buenito, nos
plantea una alternativa de solución: “la
salida de la dictadura” pero no dice porque ellos no lo hacen y en lugar de eso
huyen, un luchador jamás huye o emigra a otros países dejando al dictador
haciendo de las suyas de su Patria. ¡Señores un luchador nunca se corre de las dictaduras
la hace frente hasta lograr su derrocamiento. Un luchador social, un autentico revolucionario,
lucha por defender y recuperar su Democracia, pero dentro de su patria y no fuera
de ella. No busca que otros lo hagan mientras ellos gozan de las comodidades
que les ofrecen caritativamente los países vecinos.
En el Perú, nuestros lideres democráticos
jamás han salido fuera del país para sacar a los dictadores un claro ejemplo es
que el último dictador y corrupto, Alberto Fujimori, hoy está tras la rejas y
hasta cinco ex Presidentes de la República, vienen siendo investigados por
corrupción.
¡Inmigración si, pero, proporcionada y que respete las normas y leyes peruanas y no propicie riesgos a nuestro país!.