Por: Dionicio Mantilla León
Al cúmulo de
errores, torpezas y muestras de incompetencia de la mayoría de congresistas peruanos
revestidos del más evidente populismo y demagogia se añade una más. Esta vez la
puntería del dardo malévolo de nuestros “padrastros de la patria” se orientó a
la Educación pues resulta que el día de ayer en la tarde, aprovechando que un buen número
de peruanos nos encontrábamos atentos al debut de nuestro seleccionado de fútbol,
dichos padrastros, desoyendo la elemental lógica humana así como las leyes
laborales y educativas contenidas en nuestra Constitución Política dieron un
duro golpe a la meritocracia docente emitiendo un dictamen de ley que dispone
la integración a la carrera publica magisterial de catorce mil profesores que
bordean los 65 años de edad desaprobados en la evaluación.
Y, lo que es peor, según da a
conocer la Vice Ministra de Educación, “careciendo del título pedagógico”. Un
hecho aberrante existiendo más de 100 mil profesores titulados que aún no
tienen plaza y se encuentran a la espera del concurso pertinente para ingresar
a la carrera publica magisterial. A esto se añade también la intención de
incorporar a sus plazas a 10,700 directores y sub directores desaprobados en
concurso.
Quienes integramos la
digna profesión de profesores forjadores
de la educación e instrucción de miles de niños y jóvenes peruanos
exteriorizamos nuestra más enérgica protesta por este aberrante atropello a la
educación que si bien es cierto es aún un dictamen de ley demuestra la intención
populista y la calidad de congresistas que tenemos que no vacilan en sacar
normas lesivas al mejoramiento de la calidad educativa.
Nadie está en contra
del sagrado derecho al trabajo de las personas y, es más, a lo largo de muchos años quien escribe esta
nota ha luchado a nivel sindical como
dirigente del SUTEP por la defensa de los derechos laborales del magisterio,
pero para exigir respeto a nuestros derechos es indispensable cumplir con
nuestro deber acatando las leyes vigentes
en un marco de justicia y respetando el inalienable principio de la
meritocracia que es garantía para la eficiencia y eficacia educativa. No es
posible que desde el 2014 a miles de docentes intitulados contratados ilegalmente
se les dé la oportunidad de obtener su titulo pedagógico pero desaprueben las
evaluaciones y, consecuentemente, no logren obtener su titulo, pero como premio
a esta incapacidad el Congreso populista
y demagogo que tenemos intente hacerlos ingresar a la carrera pública
magisterial.
Dar pase a esta aberrante e inconstitucional intención congresal
significa restarle validez a las evaluaciones presentes y futuras. Entonces
según el pensamiento “seudamente justiciero”
de los “iluminados” del Parlamento actual mejor que se anule todo tipo
de evaluación e ingresen todos en multitud a la carrera magisterial así tengan
o no tengan título profesional y con ello echar por la borda la educación
peruana.
El congresista, Luis Reymundo Dioses, Presidente de la Comisión de Educación que impulsa este despropósito, no puede justificar esta torpeza indicando que “esto dejó pendiente el Congreso anterior y era necesario darle pase” y que “además muchos de los docentes intitulados vienen ejerciendo ya la docencia en el sector público como contratado por lo tanto tienen un derecho adquirido” sin explicar porque desde el 2014 a pesar de que el MINEDU les ha dado facilidades no han aprobado la evaluación para lograr el título. Además, no puede justificarse diciendo que “es herencia del Parlamento disuelto” pues a pesar de eso debía haber sido anulado. Tenemos la plena confianza de que el MINEDU no dejará prosperar esta aberración.
LA VACUNA PARA NIÑOS
De otro lado, resulta
preocupante las declaraciones del Presidente de la República en el sentido de
que para marzo del próximo año se desarrollarán las clases presenciales indicando
que, “para esos días se habrá logrado la vacuna contra el Covid 19” sembrando
así la ilusión del retorno de niños y jóvenes a las aulas algo que sinceramente
no es posible afirmar todavía en un 100 %. de certeza. Tal como lo vienen
indicando muchas personalidades educativas el regreso a las aulas debe estar
supeditado o condicionado a la adquisición de la vacuna y su aplicación
principalmente a maestros y alumnos.
Algo que abona más a
nuestra inquietud es lo anunciado por el Vice Ministro de Salud, Luis Suárez, quien
refiere que los laboratorios mundiales no han iniciado los ensayos clínicos con
niños y que sus vacunas estarían dispuestas recién a mediados o al final del
otro año.
Reiteramos nuestra
posición principista de defender el respeto a la meritocracia docente base del
quehacer de la educación de nuestra niñez y juventud el que debe ser impartido
en un marco de eficiencia y eficacia y con las medidas de bioseguridad
pertinentes.