lunes, 17 de agosto de 2020

Walter Martos: “No podemos reactivar la economía si vemos que la gente se está muriendo”

En entrevista con La República, el primer ministro sostuvo que el Ejecutivo fomentará el diálogo con los congresistas ante la ola de interpelaciones y posibles censuras contra los integrantes de su gabinete ministerial. 

 
Redacción :Diego Quispe 

 El primer ministro, Walter Martos, conversó con La República acerca de su relación con el Congreso, el sustento del Gobierno para aplicar, nuevamente, el toque de queda de los domingos y sus proyecciones en esta crisis sanitaria. 

 Aparte de este discurso de unión, ¿qué de distinto cree que ha hecho usted para recibir 115 votos de confianza, a diferencia de su antecesor Pedro Cateriano? 

 Por encima de cualquier diferencia ideológica o de decisiones que podamos tener, entre el Ejecutivo y el Congreso, yo tengo la plena seguridad de que tenemos algo en común: el amor por el servicio a los peruanos. Traté de encontrar, de sensibilizar a los señores congresistas. Y que aflore ese amor y cariño por sus pueblos. 

 Pero también hubo un giro de prioridades: su discurso fue de 46 páginas y la tercera parte estaba referido a la salud. Y antes, el anterior premier solo le dio cuatro páginas. 

 Nos abocamos a lo que más aqueja a la población: esta pandemia. Tenemos que trabajar con esa mirada. Primero la salud y, luego, salir de la crisis económica que ha causado esta pandemia. Equilibrar la parte de salud y con la reactivación económica. Indudablemente tiene mayor peso y prioridad la salud. No podemos reactivar la economía si vemos que la gente se está muriendo. 

 No ha mencionado en ningún momento la palabra minería, ¿fue para no despertar anticuerpos en las bancadas y evitar que le rechacen la confianza? 

 Somos conscientes de que es uno de los elementos importantes en el desarrollo económico (...) Ahora existe una minería diferente y hay otra tecnología que respeta más el medio ambiente. Pero además de respetar el medio ambiente, tiene que encontrar el consenso en la sociedad. 

 En TV Perú usted dijo que no hay que bajar la guardia en la pandemia. Usando esa frase con el Congreso: queda menos de un año y el presidente ya no puede interponer una cuestión de confianza o disolver el Congreso, ¿cómo no bajarán la guardia con los congresistas que proponen interpelar a ministros? 

 La mejor herramienta que tenemos es el diálogo. Cuando perdemos la vía de la comunicación, eso va creciendo y formando resentimientos y enfrentamientos. Creo que como presidente del Consejo de Ministros, vamos a tender todos los puentes para limar cualquier tipo de diferencias. 

 ¿Pero cómo hacen con agrupaciones como UPP que proponen la censura del ministro de Educación, Martín Benavides? 

 Yo respeto las posiciones de cada uno de los líderes de las bancadas, pero nuevamente: tenemos que tender puentes de diálogo y dejar que los ministros se dediquen a la lucha contra la pandemia y que no estén asistiendo la mayor parte de su tiempo al Congreso a responder interpelaciones. 

 Entonces, ¿no es incoherente que promuevan interpelar o censurar si días antes le dieron la confianza? Algunas bancadas también plantean interpelar a su ministra de Economía. 

 Ellos tienen derecho: ese instrumento está en la Constitución. Nosotros como Ejecutivo tenemos que hacer la ponderación. Estamos tendiendo los puentes para dar explicaciones en vez de estar citando a los ministros al Congreso. Esta relación más armoniosa se va a ir desarrollando en el tiempo. 

 Pasemos a la pandemia. Algunos especialistas cuestionan la cuarentena de los domingos porque, sostienen, esto no funcionó antes. 

 Los domingos funcionó en la primera cuarentena que tuvimos. Si usted inmoviliza en un día a las personas, indudablemente en un día el nivel de contacto entre personas se paraliza. Y nosotros estamos volviendo a eso para bajar el nivel de contacto. 

 En el caso de Lima, ¿ha evaluado cuarentenas focalizadas? se lo pregunto porque según el semáforo epidemiológico de ragi Y. Burhum la mayoría de distritos se encuentran en rojo. 

 La restricción y la cuarentena focalizada ya las habíamos evaluado mucho antes en el Ministerio de Defensa. Ahí tenemos un equipo de evaluación del desarrollo de la pandemia. El gran problema es que podemos sacar la norma, pero en la realidad no se va a ejecutar. Porque en los distritos de Lima, la gente no solo circula dentro de los distritos, sino que la gran mayoría tiene sus centros de trabajo en otros distritos. En San Juan de Lurigancho, con la población que tiene, un cuarto de millón va a trabajar a otros distritos. 

 En esta circunstancia que vivimos, ¿cómo va a quedar la fase 4 de la reactivación económica? 

 Todo depende de cómo vaya evolucionando la pandemia. En este momento, que estamos en un crecimiento de varias regiones y hay un rebrote en Lima, no podemos abrir aquellas actividades económicas de diversión: los bares, los ambientes sociales. Eso se comenzará a implementar cuando tengamos la seguridad de que la pandemia en una región o provincia está en bajada, que nos permita garantizar que las personas que vayan no se infecten. 

Disculpe que sea pesimista, pero en Lima ¿cree que pueda haber una bajada? 

 Según la experiencia que hemos tenido, la manera en cómo se desarrolla el virus en un determinado sitio es que comienzan pocos infectados y luego van a una fase intermedia y luego creciente, y esa fase creciente tiene una temporalidad de dos a tres semanas. Y eso es lo que está pasando en Tacna, Puno y Cusco. Acá de tres o cuatro semanas, va a comenzar a bajar. ¿Eso es lo que le dicen sus expertos? Es lo que dicen. 

 Hoy (domingo) publicamos una encuesta en la que se ve que ha bajado la aprobación al presidente Vizcarra. 

 Nosotros en el gabinete no trabajamos en función de los niveles de aprobación, trabajamos conscientemente en según la gestión y el esfuerzo que tenemos que hacer. Indudablemente en esta situación de guerra que estamos viviendo hay desgaste, y seguramente la población tiene una foto del momento como la que tú estás expresando. Pero seguimos trabajando con la misma intensidad. 

 ¿No debería haber una autocrítica en el Gobierno? 

 En una etapa de guerra, hay un grado de incertidumbre. En ese grado de incertidumbre, indudablemente se pueden cometer aciertos y errores, pero la intención es sacar lo mejor posible para obtener el objetivo. Después del partido de fútbol, todos son entrenadores y todos son generales porque es fácil mirar hacia atrás y decir: debieron hacer esto. 

 En otro tema, sobre las vacunas, mencionó en su discurso ante el Congreso que el Gobierno está en negociación con varios países. Pero no mencionó a Rusia. 

 Tenemos la apertura a negociar con cualquier país o laboratorio que tenga lo más inmediato la vacuna. Tienen que tener los estándares internacionales que requieren. ¿Dentro de su grupo de ministros han conversado si tienen una posición sobre el Acuerdo de Escazú? No lo hemos conversado, lo está manejando el ministro de Relaciones Exteriores. 

 ¿Usted tiene una posición personal? 

 Yo tengo la posición de que esto tiene que seguir conversándose. Y la mejor decisión es que sea lo mejor para el país. Desde mi punto de vista, no creo que ningún peruano crea que un organismo supranacional tenga que tomar decisiones en decisiones que podemos tomar los peruanos. 

 Sobre el Pacto Perú, ¿en qué se va a diferenciar ello sobre lo ya trabajado en el Acuerdo Nacional? 

 El Pacto Perú, el señor presidente indicó los lineamientos para dar continuidad al trabajo del Gobierno en el mediano y largo plazo. Este va a ser un espacio para conversar. 

 ¿Solo entre el Ejecutivo y Legislativo? 

 También el Ejecutivo y los partidos.

(LA REPÚBLICA)