Pese a que menor de edad sindicó a autor de disparado y detenidos confesaron su participación en atraco.
El caso del asalto en bus, por seis asaltantes, que hirieron de bala a una mujer policía, parecía cerrado, pero ayer se conoció lo inesperado. La jueza supernumeraria (suplente) de Paiján, Liana Fabiola Argomedo Pérez, decidió otorgar comparecencia restringida contra cinco de los detenidos, entre ellos el supuesto autor del disparo que hirió a la agente, a quienes se los sindica como presuntos integrantes de la banda ‘Los injertos de El Milagro’. Con todas las pruebas del caso, el fiscal Hermes Hidalgo Romero cumplió con solicitar prisión preventiva por un lapso de 9 meses, pero esta fue negada por la magistrada.
Para darles libertad, Argomedo determinó que el arma de fuego, una pistola calibre 380, marca Bersa, de serie B31262, no se le encontró entre las pertenencias de los implicados, menos de Moya Rodríguez, sino dentro del vehículo. De igual manera, indicó que no le fueron alcanzados los resultados de los exámenes de absorción atómica practicados a José Moya Rodríguez, por lo tanto no podía determinar si es que este disparó o no. Entre el sábado y el domingo no le habían alcanzado esa pericia a la jueza. Otro de los argumentos que planteó la magistrada para dejarlos en libertad es que no contaba con la testimonial de la suboficial que en esos momentos estaba siendo atendida en un hospital de Trujillo. Señaló, además, que los detenidos no presentan peligro de fuga, ya que se encuentran plenamente domiciliados en el centro poblado El Milagro de Trujillo.
Prueba: sí disparó
Si la liberación de los detenidos, de por sí, ya es un escándalo, este se agranda aún más con lo que se conoció ayer. La pericia de absorción atómica, practicada por la Oficina Criminalística de la PNP, arrojó que José Luis Moya Rodríguez sí disparó. Las muestras tomadas en su mano derecha arrojó que en la misma había adherencias de plomo, bario y antimonio, los tres elementos químicos compatibles para restos de disparos de arma de fuego. La pericia concluye, además, que en las manos de los otros detenidos, incluido el menor de edad, solo se halló restos de plomo y bario y no de antimonio, por lo tanto la probabilidad de que hayan disparado era de un 70 %. El informe, cuyo resultado no esperó la jueza para tomar su decisión, fue certificado ayer, lunes, por el perito Mario Aliaga Escalante.
De la suboficial Zegarra Chávez se sabe que después de recibir el disparo tenía dificultades para respirar y era ayudada con un aparato artificial; sin embargo poco a poco fue recuperándose.La bala solo le desgarró una membrana del hígado producto del disparo. La policía herida, felizmente, está fuera de peligro, pero los presuntos asaltantes no están a la alcance de la Justicia.(la industria)