Escribe: Dionicio Mantilla León
¿CUÁL ES EL SALDO QUE RECIBE EL NUEVO AÑO DEL AÑO QUE PASÓ Y QUE DEMANDA URGENTE ATENCIÓN DE CARA AL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL?
Y comenzó el año 2016. Damos el primer paso en el año que se inicia. Atrás, dejamos el 2015 con su carga de problemas y necesidades, de insatisfacciones y angustias, de realidades y vacíos. Se abre, hoy, una puerta que, esperamos, nos conduzca hacia un horizonte de cambios y esperanza para la Patria. Un horizonte nuevo, venturoso y colmado de satisfacciones. Un horizonte que signifique bienestar y seguridad; justicia y paz; crecimiento y desarrollo para todos.
Un abrir de puerta que significa, hoy, la oportunidad de premunirnos de las herramientas que nos permitan eliminar los eternos problemas sociales que nos afligen desde hace buen tiempo; eliminación que requiere, para ello, de la común voluntad de pobladores y autoridades para concretar las reformas pertinentes, reformas que deben operarse con la voluntad sincera de los 19 ciudadanos que postulan a la Presidencia de la República, 18 de ellos de conocida ideología de derecha y una, de izquierda. Cambios consignados como propuestas formales en un plan de trabajo que debía ser bien sustentado y no plagiado, pero que, increiblemente, recién lo están elaborando.
Comenzamos así, un año electoral el mismo que, inusualmente, está marcado por el signo del “transfuguismo” que torna más envilecido y decepcionante el actuar de nuestra clase política peruana. Con candidatos que pisotean sus principios y enlodan su actuar anterior por lograr un puesto en las listas de postulantes presidenciales y congresales. Candidatos que no han vacilado en hacer un “sancochado” de sus listas de candidatos colocando en ellos a enemigos irreconciliables movidos sólo por el interés de los caudillos de llegar al poder “como sea y con quien sea” con tal de salvar la valla electoral.
Iniciamos un año electoral con un crecimiento económico de 2.8% y con un costo del dólar del orden de 3.4 soles, con una baja evidente del precio de los minerales en el mundo, una disminución ostensible del nivel de nuestras exportaciones, y , una clara repercusión en nuestro país de la desaceleración económica mundial. Con un tratamiento indiferente al desarrollo productivo del agro, ganadería e industria de la sierra y la selva. Lo iniciamos, también, con una agudización del endémico cáncer del incremento de la delincuencia y la criminalidad y, la ausencia de una política gubernamental de seguridad ciudadana, eficiente e eficaz que ha dado como consecuencia el enseñoramiento de una suerte de “terrorismo urbano” a lo largo y ancho de nuestro país.
Las garras del neoliberalismo, (Nutrido por el “capitalismo salvaje” denunciado por el Papa Francisco), que comenzara a agudizarse a partir de 1990, vienen dejando sus huellas con la suscripción de TLC con diversos países del mundo con claro desmedro de los intereses nacionales y provocando graves daños al mediano y pequeño empresariado del país; con una mínima inversión pública y un excesivo incentivo a la inversión privada, principalmente extrajera (Entre ellas, Telefónica), condonando, incluso, sus cuantiosas deudas que tienen con el Estado sumando un monto aproximado de 20,000’ 000,000 de soles (Según el Mag. Luis A. Latínez, ex Jefe de la SUNAT y ex Presidente del Instituto de Administración Tributaria); con la entrega en concesión de nuestros recursos naturales y empresas estratégicas a compañías transnacionales en desmedro del interés nacional, con una minería irresponsable que no respeta el medio ambiente e incumple su responsabilidad social de acuerdo a Ley.
Con un tratamiento injusto y abusivo a los derechos laborales, con el incremento de los niveles de corrupción en la mayor parte de las instancias gubernativas, con bajísimos presupuestos a sectores sensibles como Educación y Salud , y , sus secuelas de baja calidad de sus servicios, con el funcionamiento de programas sociales que incentivan el asistencialismo, elevados niveles de desnutrición crónica infantil, un marcado desempleo y subempleo, con desesperantes niveles de pobreza y extrema pobreza, con pueblos de frontera y del Perú profundo abandonados y una política exterior que deja mucho que desear.
Una pesada posta
Este es el pesado paquete contenido en la posta que deja el 2015 al 2016, en un año electoral en donde 19 agrupaciones políticas buscan el poder político, la mayoría de ellas defensoras del sistema neoliberal imperante lanzando propuestas muchas de ellas risibles, simplistas y gaseosas como la construcción de “un tren rápido en la costa”, “sumar los esfuerzos de la PNP, Serenazgo, y FF.AA.”, “mayor número de policías y comisarías”, “creación de un Ministerio de la Juventud”, “shock de inversiones”, entre otras. Propuestas que no tocan en su verdadera dimensión la solución de los problemas centrales que aquejan al país, ofreciendo así, un panorama nada halagüeño para el próximo quinquenio, más aún, si tenemos en cuenta que estaremos recordando el Bicentenario de la Independencia Nacional demostrando, de esta manera, una pavorosa carencia de visión de país.
Pese a todo ello, en el inicio de este nuevo año, debemos buscar, siempre dentro del campo democrático, alternativas viables que nos conduzcan hacia un horizonte venturoso de cambio y esperanza.