Por: Dionicio Mantilla León
Mes de enero, mes de alegría y festejos. Es el primer mes del año y el corazón se insufla de regocijo. Ha llegado la fiesta de la marinera y la fiesta de los carnavales. ¡Vibran los pueblos del norte con los pañuelos blancos al aire! ¡Vibran con los globos de agua y pintura! Son los pueblos del norte, Trujillo y Cajamarca, hermanados de las sabrosas marineras y jubilosos carnavales.
¡Arriba el pañuelo blanco y arriba la coqueta sonrisa! ¡Arriba la galantería y el volar del sombrero de palma! Es la dama y el varón enamorados que se lucen en la danza del cepillado unidos por el son de un solo palpitar, el palpitar de la marinera. Es Trujillo el escenario del 56 Festival Nacional de la Marinera y el 6* Festival Internacional de la Marinera.
¡Que salga Ño’ Carnavalón! ¡Que salga con sus baldones de agua y añilina a mojar y pintar al amigo y amiga! ¡Que salgan los amigos con hacha al hombro a tumbar el frondoso cilulo, el “unsha” ancestral cargado de vistosos regalos! ¡Son los pueblos del norte que vibran de alegría pues han llegado los carnavales! Son los pueblos de Conache, Huanchaco, Las Delicias, Huamachuco, en la Libertad; Cajamarca, Baños del Inca, en Cajamarca, que año a año abren las puertas de su amistad para recibir jubilosos y fraternos a sus visitantes y turistas para gozar de sus fiestas de carnestolendas.
Trujillo y Cajamarca unidos por dos alegres festividades. Dos pueblos hermanos unidos por el indisoluble lazo de la amistad, la historia y el turismo que dicen: ¡Bienvenidos a Trujillo, Capital de la Marinera y la eterna Primavera! ¡Bienvenidos a Cajamarca, capital del Carnaval!
En Huamachuco, pese a ser cuna del autor de la denominación de marinera al baile emblemático de nuestro país, Abelardo Gamarra Rondo, no se practica y, menos aún, se promociona. Y no creo que sea por desamor a lo nuestro sino por falta de iniciativa de nuestras autoridades provinciales que junto a las autoridades del distrito de Sarín y de la UGEL Sánchez Carrión debían estructurar un programa especial de práctica de este baile y de homenaje al ilustre sarinero que destacó no sólo por esta autoría sino por ser un magnífico político, escritor y periodista y cuya vida y obra aún no es conocida ni siquiera en toda su dimensión ni siquiera por sus mismos paisanos de tal suerte que muy pocos conocen de él lo cual es desde ya una criticable omisión. Y no por decir esto sea motivo de enojo de parte de muchos de nuestros oyentes sarineros.
Lo que si, Huamachuco, se inscribe dentro de los pueblos que en estos meses de fuerte calor, aumentado del calor por los embates del calentamiento global y la presencia del fenómeno del niño, se convierte en escenario propicio para la celebración del milenario festejo de los carnavales en los cuales si nuestras autoridades provinciales vienen poniendo interés convirtiéndolo en un elemento importante del turismo de la zona andina de nuestra región que acude en buen número a confundirse con las alegres comparsas carnavaleras.
Un festejo del cual también el autor de esta nota fue participe hace algunos años cuando fungí, por invitación de los organizadores, de jurado del desfile de comparsas que dicho sea de paso tiene un toque sui generis, esto es, muy propio de nuestro querido Huamachuco y a la que, en esa oportunidad, se unió la naturaleza al caer una fuerte lluvia que inundó nuestras calles, pero que increíblemente no fue impedimento para el arrojo de los tradicionales globos de agua.
Marinera y Carnaval dos festejos que motivan la alegría y fortalecen la amistad. Dos festejos que sirven de relax en el cuotidiano quehacer y que incentivan el turismo de nuestros pueblos. ¡Que viva la marinera y que vivan los carnavales!