Las mejores flores se colocaron en el anda del Taita Pancho, cargada por los negros y devotos que reciben milagros y hacen peticiones.
Los "negritos esclavos del barrio Cruz Blanca" hacen una cruz en su recorrido. Una llovizna pasajera cayó en la procesión.
El "capataz o mandón de los negros" escenificado por el profesor Francisco Jara Sancho "panchito gallo" con látigo en mano y cadena lista para el castigo, llamó la atención de propios y extraños por su singular baile y vestimenta. Entre varios negros exclamábamos: ¡hay que cuidar a panchito gallo porque no hay otro igual"
Hermosas alfombras con la novedosa expresión artística. El responsable de la actividad Segundo Moreno impuso lo novedoso para este año y que debe continuar: en el jirón Castilla se expresó la vida de San Francisco, en Balta la tradición y leyenda de "los negros del Taita Pancho", Sánchez Carrión con los milagros de San Francisco y en San Román: San Francisco y el medio ambiente.
Las sahumadoras acompañaron toda la procesión.
Entregando los claveles rojos.
Mucha creatividad en las alfombras.
La familia Ramírez Armas obsequió globos rojos lanzados en el trayecto de la procesión. Los hermanos Ramírez Lavado, Edwin y "Pelé" se encargaron de hacerlo.
El jirón San Román quedo pequeño ante la inmensa masa de negros que bailó antes de los altares.
Los "negritos esclavos" incansables esperaron al Santo de Asís para despedirlo.
¡Taita Pancho! ¡Taita Pancho! es el grito con palmas, cohetes, lágrimas, peticiones y banda de músicos, que los negros despidieron al Caballero de Asís. ¡Hasta el próximo año!
Fotos y Texto: Beto Mendoza.