Durante la mañana de ayer, el director del centro penitenciario El Milagro, Jorge Luis Izquierdo Quijano, brindó entrevistas a varios periodistas, mediante el hilo telefónico, y otros fueron a visitarlo hasta el reclusorio para que les informe sobre la exitosa requisa que había realizado el último jueves por la noche.
El último jueves a las 10:00 de la noche, Jorge Luis Izquierdo dirigió la primera requisa nocturna. Seis horas después, había decomisado 38 celulares, dos de los cuales contenían mensajes extorsivos. Tras un breve descanso, participó de una reunión en la que se recordaba el décimo aniversario del fallecimiento de Juan Quintana Guerra, trabajador del INPE que fue acribillado en los exteriores del reclusorio trujillano.
Luego de atender a uno que otro reportero, Jorge Luis Izquierdo se dirigió en compañía de doce compañeros de labor a un pequeño restaurante llamado "Puerto Escondido", situada en la manzana Ñ del sector III, en el centro poblado El Milagro, a pocos metros de la correccional.
Tras cruzar un angosto callejón, se sentaron en unas mesas bajo un techo de esteras, pidieron fuentes de cebiche.
EL CRIMEN. En cierto momento, un sujeto fornido, de rostro moreno y pelo crespo ingresó al rústico establecimiento, pero al poco rato se retiró.
Los minutos corrían y el mismo individuó se dejó ver en el local, pero en esta ocasión se acercó raudamente a Jorge Luis Izquierdo y le disparó a quemarropa, ante la sorpresa de sus compañeros. El funcionario recibió un balazo en la espalda y otro proyectil le impactó cerca de la quijada (entre el cuello y el mentón)
Pese a encontrarse herido de gravedad, Jorge Luis Izquierdo se levantó y se escondió en la cocina para evitar que sigan disparándole. Ante ello, el sicario optó por retirarse, y se habría escapado en una moto lineal, aunque fuera del local también se avistó un auto que se puso en marcha tras el atentado.
En esos instantes la víctima fue auxiliada por sus amigos, quienes lo sentaron y luego lo trasladaron al Hospital Regional en un taxi. En el trayecto, el corazón de Jorge Luis Izquierdo dejó de latir. Es preciso indicar que ningún trabajador portaba algún tipo de arma, que hubiera permitido responder al ataque.
No se sabe con exactitud por qué mataron al director del penal; sin embargo, trascendió que venía preparando el traslado de cien reos de alta peligrosidad a otros penales del país para descongestionar El Milagro.(correo)