Rebaza ha convertido a la mentira en su arma de defensa. |Foto: Archivo
¿Por qué Rebaza Iparraguire miente? Acaso no se da cuenta que sus mentiras solo exacerban los ánimos de la población que busca desesperada protegerse de la influenza.
Sencillo de entender: una autoridad estatal miente cuando su capacidad no funciona a la hora de resolver problemas que involucran a su sector. Por eso, al menos en nuestro país, es frecuente oír o ver a representantes de instituciones mentir o maquillar la verdad, con o sin estilo, aunque ésta no pueda ocultarse.
Henry Rebaza Iparraguirre, actual gerente regional de Salud, es una de las autoridades por quien el presidente del Gobierno Regional de La Libertad, José Murgia Zannier, siempre se la ha jugado. La máxima autoridad de nuestro departamento no ha escatimado hasta en perder la paciencia a la hora de responder, cuando algún periodista le ha cuestionado por qué mantiene por tanto tiempo a Rebaza Iparraguirre en el cargo, pese a que más de una emergencia ha puesto en tela de juicio su capacidad para resolver problemas en el sector.
Hace algunos meses, por ejemplo, cuando en los hospitales de la región habían problemas con las enfermedades intrahospitalarias, el gerente regional de Salud dijo que todo estaba en orden y que esto no había ocasionado la muerte de nadie.
Semanas después, cuando el problema salpicó, se conoció que el despacho de salud conocía de esto y con número de muertos incluidos. Como Rebaza Iparraguirre no supo qué responder, Murgia Zannier salió al frente para poner paños fríos a la situación y decir que ya se habían tomado las medidas del caso. Resumió el debate asegurando que el gerente de Salud continuaría en el cargo.
En las últimas dos semanas, el fantasma de la influenza asomó nuevamente por el país y La Libertad no fue ajena a la lista de regiones con casos sospechosos. Lo primero que había que hacer, además de adoptar las medidas de prevención respectivas para atacar el mal, era vacunarse. Hasta el último martes, los usuarios fueron inmunizados con normalidad. Un día después, y ante el reclamo mayoritario, se conoció que había un desabastecimiento general de vacunas en la región. En este contexto ingresa Rebaza Iparraguirre. Cuando se le consulta a la autoridad departamental de salud sobre el desabastecimiento, éste asegura que no era cierto. Acusó, incluso, que si alguna posta, hospital o centro médico no tenía dosis, lo único que tenía que hacer era solicitarlas a la Gerencia de Salud de La Libertad ¿..?
Para el jueves y viernes, la autoridad de salud insistía en defender lo indefendible. Los representantes de los centros de salud, cansados de los reclamos de los usuarios, no encontraron otra salida que pegar carteles donde se leía claramente: “Se comunica al público que la vacuna influenza está agotada, por favor, no insistir”.
¿Por qué Rebaza Iparraguire miente con absoluta facilidad? Acaso no se da cuenta que sus mentiras solo exacerban los ánimos de una población que, por estos días, busca desesperada una dosis para protegerse de la influenza.
Una autoridad que maneja un despacho de gran importancia social no debe adoptar un comportamiento como éste. A quién pretende proteger o, lo que es más grave, qué gana con hacerlo.
Las ciudades progresan por sus soluciones y no por sus mentiras. Las mentiras, como sentencia el dicho, tarde o temprano se descubren. Y cuando esto ocurre, la población siempre desacredita a quien las promovió. Quizás eso ya le importe poco a Henry Rebaza Iparraguirre. Y sentenciamos esto porque siempre miente. Ha convertido a la mentira en su arma de defensa. Y lo peligroso es que miente en temas de salud. Tengamos cuidado.(la industria)