sábado, 27 de julio de 2013

¡Viva la Patria! ¡Viva el Perú!


Por: Dionicio Mantilla León 

Transcurrían los años iniciales del siglo XVIII y al Perú lo encontramos en plena efervescencia revolucionaria. Luego de tres siglos de soportar la invasión y sojuzgamiento hispano los peruanos sintieron el aguijonear de la independencia y la libertad. El abuso, la explotación y la humillación llegados al grado extremo fueron los factores determinantes para sentir la necesidad de zafarse de las ligaduras de la opresión. La ocurrencia de magnos acontecimientos históricos a nivel mundial como la independencia de los EE.UU. (1776) y la Revolución Francesa (1789), remecieron las conciencias de los pueblos del país de los incas. A esto se añadió, el surgimiento en Europa de eminentes pensadores e ideólogos cuyas obras doctrinales fueron los nutrientes esenciales para el surgimiento de los llamados próceres y precursores de la Patria que de la libertd hicieron una inmaculada bandera.

Precursores, que brillando con la lucidez de sus ideas emancipistas hechas manifiesto a través de la riqueza doctrinal de sus obras literarias, su verbo incendiario y su emblemático liderazgo coadyuvaron a formar la conciencia independentista teniendo como ágora de su gesta revolucionaria las páginas del periódico “El Mercurio Peruano” y “La Sociedad Amantes del País”. Junto a los precursores aparecieron los próceres, que tomando las armas convencionales lucharon directamente contra la dominación colonial. Los primeros, como los heraldos que marchaban adelante sembrando la semilla de la liberación y señalando el anchuroso horizonte de la futura grandeza de la Patria; los segundos, como los aguerridos soldados que con coraje y patriotismo bebieron el néctar libertario y rompieron las cadenas del oprobio del invasor ibérico enfrentandose en una guerra santa. Ambos, participando activamente en aras de lograr una patria libre y soberana.

Hoy, a 192 años de la reconquista de nuestra libertad política. Hoy, a los 8 años que nos separan del BICENTENARIO DE LA LIBERTAD DE LA PATRIA que se cumple el 2021 hacemos un alto para rememorar con respeto y gratitud los hechos del pasado y la acrisolada vida de nuestros precursores y próceres que la ofrendaron con su sangre inmaculada para legarnos una Nueva Patria. Acontecimiento histórico que nos colma de alegría, alimenta nuestro patriotismo y nos obliga a renovar nuestro compromiso de defender su independencia.

Es 28 de julio y tenemos un motivo de júbilo. Es hora de lanzar vivas por la Patria. Es hora de oir el tañir cantarino de nuestros corazones y de mirar alborozados las riquezas de nuestro suelo bendecido por las manos de Dios. De saludar al mundo con estentorea voz e insuflarnos del sano orgullo de llamarnos peruanos, de haber nacido en esta hermosa tierra del Sol, de ser hijos de legendarios seres. De honrar nuestra bandera, de honrar a nuestros héroes y martires, de hundir nuestras solidarias manos en el vientre de nuestra madre tierra para extraer el fruto que hará grande a la Patria.

En esta histórica fecha, no olvidemos, sin embargo, que aún existen ligaduras que nos queman y que impiden nuestra grandeza y desarrollo, trabas como la injusticia y la corrupción que traen consigo atraso, pobreza e inseguridad, que no vienen solas que tienen un solo origen, un origen injusto y desigual que desde siglos nos han impuesto los paises desarrollados y del que aún no podemos deshacernos: El modelo económico neoliberal. Un modelo que hace más pobres a los pobres y más ricos a los ricos.

Es 28 de julio y es hora de agradecer a los bravos generales, San Martín y Bolívar, que como centauros mitológicos trasmontaron las montañas de América trayendo las luces de la libertad y la esperanza. Luces que en nuestra patria avivaron nuestros héroes y mártires. Luces que, como gigante heraldo, enarboló nuestro Gran Tribuno José Faustino Sánchez Carrión. Luces que aún se encuentran prendidas como llama votiva en el corazón de todo buen peruano y que hoy, 28 de julio, cobran mayor brillo.

¡Viva la Patria!¡Viva el Perú!