Por: Dionicio Mantilla León
No, no es el título de una película de suspenso, tampoco de una tele novela melodramática. Se trata sencillamente de graficar la preocupante realidad socio económica de un sector muy importante de la sociedad peruana que luego de haber entregado lo más preciado de su vida como es su etapa laboral activa en la formación de las nuevas generaciones peruanas permanece en el más completo olvido, es decir, marginado.
Por esta razón, a través de esta nota pretendemos hacer un llamado de atención muy severo a los estamentos estatales para que fijen su mirada colmada de egoísmo e indiferencia hacia aquellos hombres y mujeres que durante muchos años dieron parte de su existencia a favor de la formación de la niñez y la juventud de la patria en los claustros o templos del saber hoy denominados ponposamente instituciones educativas.
Seres que, hoy, en sus cuarteles de invierno, deberían de estar gozando del merecido descanso laboral percibiendo lo que por derecho les corresponde, pero que sin embargo, siguen en la brega porque la pensión pecuniaria que perciben no les alcanza. Más aún, luego de haber sido el líder de muchas inquietudes comunales, el protagonista de muchos acontecimientos populares, hoy, en el descanso, muy poco se le toma en cuenta a pesar de ser conscientes de la valía de sus conocimientos y experiencias y la limpieza de su actuar anterior.
Un rol de asesoramiento que la comunidad requiere para la superación de multiples problemas y necesidades y que debe ser tomado en cuenta siempre no por vanidad sino por que es una indiscutible realidad.
Y no se les toma en cuenta a nivel comunal como tampoco a nivel de las leyes de reinvindicación laboral y profesional docente como en la última Ley de Reforma Magisterial en donde sólo figura una proyección de lo que será la realidad pensionaria de los futuros maestros jubilados, indicando que el 65% de la Remuneración Integra Mensual será pensionable monto que el SUTEP discrepa planteando el 100 %., pero para nada mencionan a los actuales docentes cesantes y jubilados. Como si ellos no existieran y se partiera de cero.
Lamentablemente para nuestros gobernantes y la mayoría de nuestras autoridades el sector de maestros jubilados constituyen una rémora laboral como si ellos jamás fueran a pertenecer a dicho sector.
Todo bajo el torpe argumento de que ya no están en actividad, y más aún, con la aberrante afirmación de que ya no tienen mayores necesidades como un maestro en actividad. Y dichos gobernantes y autoridades piensan así porque ellos están en la otra orilla: la del sector laboral privilegiado constituida por la CLASE TECNÓCRATA integrada por funcionarios de alto nivel del Poder Judicial, Universidades, entidades estatales, y la CLASE POLÍTICA, por ex Presidentes de la República, ministros, congresistas, ex presidentes de gobiernos regionales, ex consejeros regionales, alcaldes, percibiendo jugosos sueldos y cuando se jubilan pensiones ostentosas que les alcanza para comprar palacios como es el caso de los ex presidentes Alan García y Alejandro Toledo cuyos costos pasan de los 2 millones de soles y 12 millones de soles, respectivamente.