Radicales amenazan con bloquear todas las entradas a la región, mientras los transportistas pierden S/.85 mil diarios.
Desde todos los tonos los promotores del paro indefinido en Cajamarca contra el proyecto Conga han rechazado los actos de violencia, pero hasta el momento se insiste en hostigar a la prensa y en mantener medidas extremas, como el bloqueo de carreteras y calles de la ciudad que ocasiona enfrentamientos entre pobladores y las fuerzas de orden.
El jefe de Estado, Ollanta Humala, advirtió que las protestas en Cajamarca son promovidas por personas con intereses políticos y electorales.
“Hay gente que está buscando una lucha política como se ha podido ver ayer (jueves), no es un tema de agua, porque hay agua en Cajamarca, lo que hay que hacer es represarla y administrarla, eso ha debido hacerlo el Gobierno Regional, pero no lo hizo”, manifestó a RPP Noticias.
Aunque el Ejecutivo trata de minimizar la protesta, los pobladores sufren por las constantes paralizaciones y viven en una situación de zozobra, lo que les recuerda la huelga de noviembre último.
PÉRDIDAS MILLONARIAS POR BLOQUEOS.
Las pérdidas son considerables en dos días de paro. Para muestra, el presidente de la Asociación de Industriales Lácteos, Rolando Piskulich, precisó que se han dejado de acopiar entre 40 mil a 50 mil litros de leche, una industria que mueve millones en esta región del país.
Así también el sector transporte es otro de los más afectados. La presidenta de la organización de transportistas de Cajamarca, Teresa Cueva, estimó una pérdida de 80 mil a 85 mil nuevos soles diarios por los bloqueos sistemáticos dentro de la ciudad y las vías que conectan a la capital provincial con otros distritos.
La dirigente teme también que los huelguistas cumplan su amenaza anunciada en la Plaza de Armas luego de una masiva movilización: quieren cerrar todas las entradas a Cajamarca desde la noche o madrugada.
EXTORSIONES EN LOS PIQUETES.
Cueva denunció que los radicales se aprovechan de la necesidad de los transportistas al exigirles pagos de 20 a 30 soles por unidad de transporte de pasajeros en cada piquete y hasta 150 soles a los choferes de camiones.
Si bien la Policía ha trabajado incansablemente en despejar las vías con ayuda de maquinaria pesada, los manifestantes se adueñan de otros puntos de la carretera y obligan a choferes y pasajeros a bajar de los vehículos.
Quienes se resisten sufren como consecuencia el pinchazo de llanta o quiebra de las parabrisas de las unidades tras ser rodeados por 10 a 12 personas. Incluso, los ronderos tienen impunidad para aplicar sus propias leyes contra los pobladores.
De acuerdo a la dirigente, el kilómetro 66 de la carretera a Bambamarca y la vía de salida a la costa permanecen bloqueados. Pero lo que más le preocupa es un eventual desabastecimiento si continúan estos bloqueos y posterior carestía de los productos de primera necesidad, lo cual haría presagiar el escenario de noviembre de 2011.
En uno de los principales incidentes, campesinos y estudiantes bloquearon unos tres kilómetros de la carretera que une a Cajamarca con Chiclayo, según declaró a los periodistas el fiscal provincial Waldo León.
El fiscal dijo que los manifestantes colocaron piedras, vidrios y palos en la carretera y que luego se marcharon cuando llegó la policía, por lo que no hubo detenidos.
Medios locales informaron que en otras localidades de la región también se presentaron bloqueos de carreteras, mientras que un grupo de manifestantes realizó una marcha en la Plaza de Armas sin que se presentaran incidentes violentos.
El gobernador de Cajamarca, Ever Hernández, aseguró, por su parte, que la mayoría de comercios e instituciones cumplieron sus actividades con normalidad, al igual que el transporte público.
Hernández añadió que las universidades privadas reanudaron sus actividades, aunque el acceso a la universidad estatal sí se mantuvo restringido.(RPP)