La Dirección de Información Agraria de La Libertad estima que al menos 120 mil campesinos trabajan en las productivas tierras. Otuzco, ubicada a 75 kilómetros de Trujillo es una buena alternativa para celebrar el 24 de junio.
El Perú celebra cada 24 de junio, el Día del Campesino. Esta fecha que se remonta a la época incaica rinde homenaje a quienes luchan por obtener lo más preciado de la riqueza agrícola.
"Esta festividad tiene sus raíces en el Inti Raymi incaico. Antiguamente el Día del Campesino se conocía como ´Día del Indio´
Tienen el rostro marcado por el inclemente sol serrano y las manos callosas de tanto arar la tierra. Son las mujeres y hombres del campo que día a día ofrendan su existencia para proveernos del elemental sustento no solo a la región La Libertad, sino a todo el país.
El Día del Campesino intenta homenajear a esos seres, a veces discriminados por los citadinos. Sin embargo, prestos a seguir con su titánica lucha, se funden con la tierra que los vió crecer para arrancar la fuerza telúrica que los hace indestructibles.
La festividad tiene sus raíces en el “Inti Raymi” incaico. En esa época, cada 24 de junio, se recordaba la llegada del solsticio de invierno en los andes para agradecer al llamado dios Sol por sus beneficios.
Cuenta Garcilaso de la Vega en sus obra Comentarios Reales, que los incas "dedicaban hasta nueve días para comer , beber y regocijarse con licencia de la deidad”.
Durante el transcurrir de los años, la fecha se conocía como “Día del Indio”, peo fue con la Ley número 17776, promulgada en el gobierno de Juan Velasco Alvarado, que la denominación cambió a “Día del Campesino”.
En la actualidad, cada 24 de junio es motivo de alegría con tinte típicamente andino. Baile, danza y costumbres ancestrales se juntan en un amasijo de fortaleza y respeto por nuestra digna historia, plena de sabiduría, coraje y emoción sin límites.
La Dirección de Información Agraria de La Libertad estima que al menos 120 mil campesinos trabajan en las productivas tierras de esta pujante región norteña. Ellos forman parte del 25 por ciento de la población rural arraigada en su sembrío a pesar del olvido y el desprecio que muchas veces deben afrontar.
No obstante, la llegada de la tecnología y la aparición de entidades interesadas con fervor en la problemática, consigue avizorar con cierto optimismo el todavía precario estado de su sacrificada faena. Los campesinos se orientan entonces a la agroexportación y a la formación de cadenas productivas como alternativas de desarrollo.
Tal vez de esa manera, la globalización les pague al menos una parte de la enorme deuda que tiene contraída con el campesino peruano, dador de la papa, herencia que hoy muestra con orgullo y que se ha convertido en alimento indispensable en las mesas de todo el mundo.
Por lo pronto, Otuzco, provincia liberteña ubicada a 75 kilómetros de Trujillo es una buena alternativa para celebrar el 24 de junio. Allí se realizarán exposiciones agropecuarias y exhibición de productos de primera calidad, además de un colorido y rítmico “huaynotón”.
Los campesinos celebran su día y con ellos millones de corazones palpitantes de peruanidad.
(RPP)