domingo, 4 de septiembre de 2011

ENCUENTRO DESCENTRALIZADO EN HUAMACHUCO

Por: Dionicio Mantilla León
En un marco de gran expectativa y emotividad y, en determinados momentos, de un ardoroso debate y apasionamiento se desarrolló, el 1 de este mes en nuestra ciudad, el I Encuentro Descentralizado del Gobierno Regional con la población huamachuquina, organizado por el Consejo Regional de la Libertad.
Un evento considerado como histórico por cuanto es la primera vez que acontece en nuestra provincia y cuyos resultados se auguraba iban a ser muy positivos para la superación de los múltiples problemas y necesidades que afligen a nuestro pueblo, pero que, sin embargo, nos deja una sensación de extrañeza, decepción y desconfianza. Al margen de las buenas intenciones de los organizadores, sobre todo del anfitrión, nuestro Consejero Regional, Carlos Sandoval de la Cruz, considero que el citado evento no ha colmado las expectativas que se generaron días antes considerando la trascendencia del mismo.
Para nadie es desconocido el ingente potencial que posee nuestra provincia en cuanto a recursos naturales, riqueza agrícola, pecuaria, cultural y turística lo cual la ubica en un envidiable sitial de ser un polo de desarrollo económico y cultural de nuestra región, potencial que requiere sólo la iniciativa, dinamismo y responsabilidad de nuestras autoridades provinciales y regionales para hacerlos patente, siendo eventos como el Encuentro desarrollado en nuestra ciudad una magnifica oportunidad para realizar una evaluación de lo hecho por nuestras autoridades regionales en pos de su concreción.
Empero, ¿qué es lo que se entregó?, un informe en varios de los casos desalentador, como el que ofreciera el Gerente de Trabajo y Promoción del Empleo que se limitó a centrar su información en cuanto al problema del trabajo infantil en la minas del Toro y, lo que es indignante, afirmar que “era un problema difícil”, “que no se ha podido hacer nada” y que debe ser tarea de un Comité provincial a formarse aquí obviando planes para promocionar el empleo en nuestro medio. Lo mismo ocurrió con el gerente de Energía y Minas quien consideró a la minería informal como un tema complicado en el cual poco se puede hacer. En suma estamos condenados a soportar los embates de la minería informal en nuestra ecología y la explotación infantil. De otro lado, ¿Cuál es el aporte de la Gerencia de Cultura y Turismo y Medio Ambiente a favor de nuestra Provincia? ¿Cuál el de Agricultura? Ninguno.


Al contrario, lo realizado en Educación, Salud e Infraestructura Vial concita nuestro reconocimiento por el avance que ha tenido esperando una aceleración de los proyectos que se vienen impulsando sobre todo en cuanto a la petición hecha por la comunidad de contar con una nueva infraestructura para los 2 nosocomios locales Leoncio Prado y ESSALUD, así como el rescate vial de nuestra hermana provincia de Bolívar y nuestro enlace con regiones vecinas a través de la apertura de buenas carreteras a lo que debemos añadir el asfaltado de todas las vías a nuestros distritos.
Lo que sin embargo produjo nuestra extrañeza fue la ausencia de proyectos y peticiones formales de parte de nuestras autoridades municipales provinciales y distritales con la solitaria excepción del Alcalde de Sartimbamba. La falta de liderazgo en este evento fue muy notoria, incluso de parte de nuestro Alcalde provincial, quien perdió la oportunidad de demostrarlo exponiendo nuestra aguda problemática provincial. ¿Qué pasó? Algo que fue suplido, sin embargo, en parte y de manera espontánea, por varios ciudadanos. Quedando aún en el tintero temas de envergadura que nos afligen y que deben ser atendidos en cooperación con el Gobierno Regional bajo el “principio de la subsidiaridad” entre ellos el agua potable, el relleno sanitario, el local de la UNCA, el aeródromo, entre otros. Al margen de este principio pero que requiere, intervención regional urgente es: el desarrollo agrícola y pecuario, la minería informal, la explotación infantil y las medidas de prevención frente al impacto ambiental de las mineras formales, entre otros.
En el evento fue notoria, además, la carencia de un reglamento orientador del evento lo que produjo la limitación excesiva de la intervención de los asambleístas, requiriéndose, asimismo, de parte de los organizadores, un mayor trabajo de sensibilización en las instituciones ediles y sociales de base participantes quienes debían haber realizado sesiones previas de consolidación de informes y proyectos.
Aún así, con desconfianzas, yerros y omisiones, saludamos esta iniciativa democrática de los organizadores que nos permite conocer el dinamismo o desidia de nuestras autoridades regionales y locales quedando pendiente sólo una preocupación: NUESTRO DESARROLLO PROVINCIAL NO PUEDE ESPERAR, siendo obligación de todos hacerlo una pronta realidad.