Tres mineros informales perdieron la vida en el Cerro El Toro cerca de Huamachuco, cuando realizaban sus trabajos de extracción de mineral.
La víctimas fueron identificadas como José Vargas Vera (53) y sus hijos Osber Vargas Alvarado (18) y Johnny Vargas Calderón (20).
Los familiares contaron que el hecho ocurrió cuando estas personas se introdujeron en el socavón y producto de la humedad de la mina por las lluvias continuas y la falta de seguridad al interior, fueron sepultados, muriendo en el acto.
Lo más indignante es que la fatal tragedia no se dio a conocer a los familiares al parecer para ocultar el hecho, y luego de dos días, recién se enteran los familiares por lo que exigieron al propietario de la mina Nicolás Pizán entregue los cadáveres.
Este se resistió y manifestó que lo haría ayer en horas de la noche para que nadie se diera cuenta. Sin embargo ante la exigencia los cadáveres fueron entregados por la tarde.
Cuenta la familia que uno de los cadáveres estaba de cuclillas cubierto con una frazada similar a un fardo funerario y que el propietario de la mina manifestó que ellos no murieron en el socavón sino se habrían suicidado.
El fiscal Diego Dongo junto a efectivos de la Policía Nacional quienes estaban vestidos de civiles decidieron esperar a los mineros dueños de la mina en la casa de duelo en forma discreta porque llegar hasta el Cerro El Toro es peligroso por la situación violenta que se pueda generar.
Allí detuvieron a los mineros que trajeron a los cadáveres, trasladándolos luego a la Dependencia Policial para las investigaciones.
Se conoce que José Vargas Vera crió a sus dos hijos desde pequeños ante el abandono de las madres de los ahora fallecidos y que por motivos económicos decidieron trabajar en estas minas.(Beto Mendoza) http://conlafeylaverdad.blogspot.com