“El español es la lengua más cohesionada del mundo…” (Gregorio Salvador)
Cuentan que en cierta reunión de intelectuales en torno a las lenguas del mundo, uno de los presentes se dirigió a Víctor Hugo, poeta, dramaturgo y político, considerado uno de los más importantes escritores románticos franceses.
-- Maestro --le dijo-- ¿Cuál es su opinión al respecto:..?
Sin pensar ni un instante, el destacado personaje respondió:
-- El inglés es ideal para hablar de negocios, el alemán se hizo para las ciencias, el francés es el lenguaje del amor y el español. Ah, el español, es el idioma para hablar con Dios…
Y no se equivocó. Con esos términos excelsos, el erudito resumió su apreciación sobre la magnificencia de nuestra manera de hablar.
En efecto, el español se distingue por su riqueza expresiva, flexibilidad sintáctica, vitalidad, versatilidad y abundante cantidad de sinónimos que sirven para otorgarle brillantez a las ideas.
Nacido en Castilla, actual comunidad autónoma de España, como producto de la combinación y transformación del latín y el griego, ha invadido el mundo entero.
En el momento que usted lee este artículo, nuestra lengua es empleada por alrededor del quinientos millones de personas y, dentro de poco. se habrá convertido en la segunda más trascendente del planeta.
Su actualidad y vigencia se acrecienta al compás del desarrollo tecnológico, pues los ciento cincuenta y tres millones de usuarios que posee en la red la incluyen en la tercera lengua más utilizada en internet.
Esta evocación surge a propósito de la instauración del denominado Día del Idioma, con la finalidad de renovar la memoria de Miguel de Cervantes Saavedra, quien falleció el 23 de abril de 1616.
Es el autor de la obra cumbre de las letras españolas “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”, calificada por el escritor francés Gustavo Flaubert como “El libro de los libros”.
El documento, escrito para todas las edades y épocas, describe las distintas particularidades de la existencia humana, incluyendo su esplendor y desdicha.
Valorar la grandeza del vehículo que nos sirve como principal instrumento de comunicación debe comprometernos a hablarlo y escribirlo con corrección y propiedad.
Ese será el mejor homenaje que podemos brindar al idioma ideado para “hablar con Dios…” (Freddy Gálvez Delgado)