domingo, 29 de agosto de 2010

TACNA: EL RETORNO A LA PATRIA


Por: Dionicio Mantilla León

La negativa era tajante. No había permiso para izar la bandera:” No se puede izar una bandera extranjera en este lugar porque es territorio chileno.”La increíble respuesta era de un intendente chileno y los solicitantes, un grupo de ciudadanos tacneños que deseaban izar la bandera peruana en territorio peruano, pero desgraciadamente ocupado por las huestes chilenas. Era 28 de julio de 1901,y meses atrás el gobierno chileno había prohibido el izamiento de la bandera peruana en esa heroica ciudad.
Sin embargo, el pueblo tacneño henchido de patriotismo y coraje insistió planteando el permiso para pasear dicho símbolo nacional por las calles de la ciudad. Ante ello el jefe chileno acepta pero bajo la condición de no proferir expresiones como: ”¡Viva el Perú y muera Chile!”. Los tacneños aceptan. Momentos después, los tacneños se congregarían en la iglesia matriz y en los alrededores de ella. En el interior, el párroco, Alejandro Manrique, pronuncia un sentido sermón que la historia ha denominado “La Cruz y la bandera”, acicateando el sentimiento nacionalista procediendo luego a bendecir el estandarte nacional.
EL PASEO DE LA BANDERA.-
Minutos después un portentoso hecho se produciría: Al sacar el estandarte peruano del templo, sin previo acuerdo e impulsados por una irresistible voluntad misteriosa, 10,000 tacneños con incontenibles lágrimas nacidas de un profundo amor patrio caen de rodillas extendiendo los brazos hacia la enseña bendita de la Patria como un acto de gigantesca pleitesía. Minutos después la masa humana la pasea por las calles de la ciudad cautiva, como procesión, mudos, pero llenos de unción patriótica.
En silencio, también, como película de suspenso, nuestros compatriotas van recordando los aciagos sucesos de la batalla del “Alto de la alianza”, acontecido un 27 de mayo de 1880,- a pocos kilómetros de allí- en que el débil ejército patriota sucumbiera ante el poderío de los invasores. Último evento bélico de la guerra con Chile, que trajo consigo la suscripción del Tratado de Ancón (Octubre de 1883) y, consecuentemente, la pérdida de nuestra rica provincia salitrera de Tarapacá.
Las entonces provincias de Tacna y Arica serían retenidas por Chile durante 10 años al cabo de los cuales se decidiría su destino mediante un plebiscito. Algo que nunca ocurrió dándose comienzo más bien a una cruenta represión y chilenización de la población para lo cual clausuraron escuelas y templos, destruyeron las imprentas de los periódicos y se dio paso a la ejecución de torturas, persecuciones y asesinatos por doquier. Asimismo, se prohibió el izamiento de la bandera peruana y cualquier otra manifestación popular. Poco después, en 1919, Chile establecería el S.M.O. y como consecuencia de ello, inició el enrolamiento de los jóvenes peruanos.
Ante esto miles de varones emigraron al norte peruano quedando en la ciudad sólo mujeres, ancianos y niños. Salen así de la ciudad futuras personalidades tacneñas como: Jorge Basadre, Jiménez Borja, entre otros.
EL RETORNO.-
El 3 de Junio de 1929, durante el gobierno de Augusto B. Leguía, el Perú suscribe el “Tratado de Lima”; por el Perú lo hizo el embajador Pedro Rada y Gamio y por Chile, Emiliano Figueroa. Esto significó el final del conflicto suscitado en la frontera sur, pero la aceptación del cercenamiento de nuestro territorio pues se acordó que el Departamento de Tacna sería para l Perú y Arica, para Chile. De esta manera, un 28 de Agosto de 1929, se concretaría la REINCORPORACION DE TACNA al suelo patrio, un pueblo que jamás dejó de ser peruano. Con este motivo se organizó una histórica ceremonia que incluía, por supuesto, el izamiento del sagrado pendón bicolor.
Es así como el heroico pueblo de Tacna con profunda emoción patriótica y pletóricos de peruanidad entre lágrimas y suspiros vieron el ondular de la sacrosanta bandera peruana izarse para acariciar el firmamento azul que ese día también acompañaba al Perú en su júbilo por cuanto lucía esplendoroso. Como nunca las sagradas notas del Himno Nacional del Perú emergieron vibrantes de las ardientes gargantas cuyos corazones quemaban y palpitaban al unísono con los millones de peruanos que a lo largo y ancho del país saludaban este singular acontecimiento histórico. Culminado el acto se dio paso a la histórica “Procesión de la Bandera” encabezada por las damas tacneñas de toda condición social y económica.
Un acontecimiento que si bien corrobora el patriotismo de Tacna no debería haberse producido jamás si es que los gobernantes de aquel entonces no hubieran incurrido en los más descarados y condenables desatinos de debilitar nuestra economía con el cáncer de la corrupción. Gobernantes que no quisieron darse cuenta que el ambicioso país del sur desde hacía muchos años nos acechaba en pos de nuestras riquezas naturales. Que se olvidaron de fortalecer nuestras fuerzas Armadas a fin de darle el poder disuasivo necesario y que creyéndose súper poderosos tendieron sus “brazos proteccionistas” a Bolivia sin tomar conciencia de su propia debilidad.
Son lecciones que hoy más que nunca debemos tomar en cuenta a fin de que la historia no se repita. Lamentablemente, pareciera que las lecciones que nos deja la historia aún no son aprendidas pues, hoy, la corrupción viene corroyendo todos los niveles del Estado con gravísimas consecuencias para nuestro presente y futuro.(http://conlafeylaverdad.blogspot.com)