Las tradicionales "candeladas" que se tiene el 14 de agosto en la noche al rededor de la Plaza de Armas, no debe morir, porque se ha venido observando que año a año van disminuyendo. El motivo es que ya no hay quien asuma esta responsabilidad de organizar y de armar los tercios de leña por cada cierta distancia que luego se le agrega kerosene, se prende y a la vez se cuida.
También ocurre que las tradicionales calienteras, aquella mujeres que venden el licor llamado calientes, que son preparados con alcohol y agua, se roban la leña para sus fogones, por lo que es necesario la vigilancia.
Esta actividad es parte de la comisión de fuegos artificiales, que debe tener en cuenta que los propios y extraños, a parte de abrigarnos con el calor del fuego, es una tradición y a la vez un atractivo turístico. No lo dejemos morir y ojalá este año se tengan más candeladas (BM)
Foto: Robbie Rojas.