Congreso de la República prepara nueva moción que busca la destitución de los integrantes del colegiado.
Un sector del Congreso se apresta a intentar una nueva moción de sanción contra los miembros de la Junta Nacional de Justicia, esta vez por haber separado a la fiscal de la Nación del cargo.
En esta ocasión, es una moción de orden del día para sacar a los siete integrantes del Pleno de la JNJ por haber suspendido temporalmente a Patricia Benavides mientras duren las investigaciones fiscales bajo el cargo de haber liderado una organización criminal en el MP.
Lo más delicado de este nuevo intento de destitución es que participarían o votarían a favor de la moción los mismos que pactaron o se sometieron a arreglos bajo la mesa con el asesor principal de la separada fiscal de la nación.
Se conoce de por lo menos 40 congresistas que aceptaron o intervinieron en las negociaciones cuyo objetivo era pactar impunidad a cambio de votos contra tres proyectos en los que Patricia Benavides tenía interés: la elección del defensor del Pueblo, la acusación constitucional contra la fiscal suprema Zoraida Ávalos y la destitución de los siete integrantes de la JNJ.
El rol del defensor es básico para la conformación de la nueva JNJ, pues preside el comité evaluador de sus nuevos integrantes y se hace cargo de designar la secretaría técnica. Es decir, controla el proceso y al final, influye en el resultado. Por eso su carácter clave.
Los otros dos casos corresponden a movidas internas. Retirando a Zoraida Ávalos de la Junta de Fiscales Supremos se descabezaba una instancia que podía interferir en los manejos, al dejarla sin quorum. La necesidad de controlar la JNJ corresponde a las investigaciones internas que mantiene en ese nivel y que la han puesto en jaque, debido básicamente a inconductas durante el ejercicio de sus funciones.
Son casos conocidos los problemas de su CV que tiene inconsistencias y falta de documentación probatoria; el apartamiento de una fiscal de la investigación por cobros ilegales a narcotraficantes contra su hermana jueza; y por haber recibido una distinción de manos del alcalde de Lima, acusado de lavado de activos.
Parece una conducta impropia de los congresistas involucrados y que, por el contrario, deberían estar preparándose para responder por los graves cargos, sin embargo, se alistan ahora para ensayar un nuevo cargamontón contra la JNJ, con la esperanza de salvar a su socia.