Hombres y mujeres de las rondas campesinas y urbanas, corrigieron a varios menores de edad entre hombres y mujeres, incluso personas adultas por haber estado consumiendo licor en cantinas clandestinas, previo a la fiesta de navidad.
Los intervenidos fueron conducidos a la casa del rondero donde les hicieron hacer planchas, llamando a sus padres para asumir compromiso de mayor control.
La propietaria de una de las cantinas también recibió su castigo por hacer trabajar a varias menores de edad y permitir el consumo de bebidas alcohólicas.