Anders Tegnell, artífice del modelo sueco, se pronunció ante las cifras que deja la COVID-19. "¿Qué más podíamos haber hecho? Fue como si el mundo se volviese loco".
Suecia ha registrado 5.161 muertos por coronavirus (COVID-19), con una tasa de 50.30 por 100.000 habitantes. Foto: EFE.
Al principio, la ruta de Suecia para hacerle frente al coronavirus (COVID-19) no se veía mal: no había toques de queda ni cuarentena ni restricciones severas. Las guarderías, escuelas primarias y restaurantes funcionaban con normalidad.
En rigor, las autoridades suecas apelaron a la responsabilidad de sus ciudadanos. El principal epidemiólogo del país, Anders Tegnell, recalcó que las intervenciones drásticas no tendrían buen éxito.
“Encerrar a las personas en casa no funcionará a largo plazo”, dijo en abril pasado. Agregó que la gente saldría de todos modos. Una infección era tolerable “porque aumenta la inmunidad en la población”.
El objetivo era reducir los efectos del virus y proteger a los grupos de riesgo, siguiendo un “modelo clásico” contra una pandemia, explicó Tegnell, sorprendido por el giro adoptado por muchos países.
Pero las estadísticas de defunciones de las últimas semanas muestran la magnitud del fracaso del modelo sueco. En abril y mayo murieron significativamente más personas que el promedio a largo plazo.
Suecia hoy registra 5.161 muertos por coronavirus (COVID-19), con una tasa de 50.30 por 100.000 habitantes, cinco veces más que Dinamarca, nueve que Finlandia y diez que Noruega, aunque por debajo de España, Italia Bélgica y Reino Unido.
“Las cifras de muertos son terribles y deberían poder haberse evitado. Eso ha sido lo peor de la pandemia y la pregunta me sigue carcomiendo: ¿qué más podíamos haber hecho?”, se quebró Anders Tegnell, este miércoles 24 de junio, en el popular programa “Verano en P1” de la radio pública.
“Creímos que nuestra sociedad segregada por edad evitaría una situación como la de Italia, donde varias generaciones viven a menudo juntas. Pero se demostró que estábamos muy equivocados. La cifra de muertos subió de forma dramática”, afirmó.
Suecia dejó a Francia atrás en términos de muertes. Italia, España y Gran Bretaña tienen números ligeramente más altos.
Bélgica es, con mucho, el peor en Europa occidental, pero esto también puede tener relación con el hecho de que las personas fallecidas en los hogares de ancianos a veces se registraban como víctimas de coronavirus (COVID-19), incluso sin una prueba.
La mayoría de países ha logrado —o está en camino de— “aplanar la curva”; Gran Bretaña y Suecia están fuera de esa línea. Las curvas son algo más planas al final que al principio, aunque aún hay un aumento claramente reconocible día a día.
Anders Tegnell: “Aún no tenemos una buena respuesta”
Como explicación de las muchas muertes por coronavirus (COVID-19) se citan repetidamente las infecciones masivas en hogares de ancianos. Según Anders Tegnell, la mitad de todos los muertos de Suecia provienen de estos centros.
La ministra de Asuntos Exteriores, Ann Linde, respaldó esta premisa en una entrevista reciente con Deutsche Welle. Sin embargo, las muertes en hogares de ancianos no son un fenómeno restringido a este país. Hay otras razones, claro está.
“Fue como si el mundo se volviese loco y que todo lo que habíamos discutido pareciese olvidado. País tras país cerraron sus fronteras y sus sociedades completamente”, sostuvo Anders Tegnell.
En la emisora pública también destacó que el virus es “impredecible” y es difícil saber qué métodos tienen mejor efecto, pero el aislamiento puede traer consecuencias negativas para la salud a medio y largo plazo.
“Creo que aún no tenemos una buena respuesta a qué podíamos haber hecho. Hay diferencias claras entre países, cómo se registran los muertos, porcentaje de población anciana, cómo organizamos los servicios geriátricos. Sacar conclusiones ahora puede llevar a muchas respuestas erróneas”, dijo.
Con este panorama, aún no está claro si el camino de Suecia fue un error. Sin embargo, pese a la mayor tasa de infección por coronavirus (COVID-19), el país está lejos de la inmunidad colectiva. Las pruebas de anticuerpos realizadas a principios de mayo mostraron tasas de infección de solo cuatro a siete por ciento.
Coronavirus: ¿por qué Suecia encaró a OMS?
Las autoridades sanitarias de Suecia han acusado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de malinterpretar datos al incluir al país en una lista de once países europeos donde ha resurgido el coronavirus las últimas semanas.
El director regional de la OMS, Hans Henri Kluge, apuntó que en esas naciones (la mayoría exrepúblicas soviéticas) se han producido “rebrotes muy significativos”, una afirmación que Suecia considera equivocada porque creen que no refleja la realidad de la evolución de la pandemia.
En las últimas semanas, el país apostó por realizar más test a la población, duplicando la cifra de personas examinadas, lo que ha provocado a su vez un aumento de casos, aunque las autoridades resaltan que la mayor parte son leves.
“Por desgracia es una interpretación totalmente errónea de los datos”, declaró a la televisión pública SVT el epidemiólogo Anders Tegnell.
Con información de EFE.
(LA REPÚBLICA)